El Papa pide, en la crisis, un compromiso urgente por el bien comn
El Papa reestructura la Comisin para las relaciones con los lefebvristas
El Papa saluda a esposas de lderes que participan en el G8
Las grandes novedades de la encclica Caritas in Veritate
Lo que hay detrs de la "Caritas in veritate"
MUNDO
Cardenal Tauran: las religiones deben defender el patrimonio moral comn
Los obispos colombianos no ven conveniente una segunda reeleccin presidencial
Colombia: La Iglesia dispuesta a participar en la liberacin de secuestrados
Colombia: El tema de la vida es clave para afrontar la realidad
Bolivia: Cardenal Terrazas pide solidaridad con enfermos de gripe A
ENTREVISTAS
Dios es el artista y nosotros somos el lienzo
FORO
"Caritas in veritate": Un documento moral, no poltico
AUDIENCIA DEL MIRCOLES
Benedicto XVI presenta la encclica "Caritas in veritate"
DOCUMENTACIN
Comunicado del cardenal Levada sobre el "motu proprio" "Ecclesiae unitatem"
"Motu proprio" de Benedicto XVI "Ecclesiae unitatem"
El Papa pide, en la crisis, un compromiso urgente por el bien comn
Exhorta a los fieles a rezar por el buen desarrollo de la cumbre del G8CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI pidió este miércoles una revisión urgente de las estructuras sociales y económicas mundiales en orden al bien común de la humanidad al presentar personalmente su encíclica "Caritas in veritate", publicada en la víspera.
El Papa llamó en particular la atención sobre "el drama del hambre y de la seguridad alimentaria, que afecta a una parte considerable de la humanidad. Un drama de tales dimensiones interpela a nuestra conciencia: es necesario afrontarlo con decisión, eliminando las causas estructurales que lo provocan y promoviendo el desarrollo agrícola de los países más pobres".En este sentido, pidió a los fieles cristianos rezar "por los jefes de Estado y de Gobierno del G8 que se reúnen en estos días en L'Aquila".
"Que de esta importante cumbre mundial broten decisiones y orientaciones útiles para el verdadero progreso de todos los pueblos, especialmente de los más pobres", auguró.
Después de que este martes se diera a conocer a la opinión pública su tercera encíclica, dedicada a la justicia social, el mismo pontífice quiso ilustrarla algunas de sus ideas centrales a los miles de peregrinos de los cinco continentes congregados en el Aula Pablo VI del Vaticano.
"Se ama tanto más eficazmente al prójimo cuanto más se trabaja por el bien común . Por tanto, dos son los criterios operativos, la justicia y el bien común; gracias a éste último, la caridad adquiere una dimensión social", explicó. Por tanto, "solo con la caridad, iluminada por la razón y por la fe, es posible conseguir objetivos de desarrollo dotados de validez humana y humanizadora".
Esta encíclica enlaza con la enseñanza de la "Populorum progressio", que Benedicto XVI definió como "piedra angular de la enseñanza social de la Iglesia", en la que se trazan "algunas líneas decisivas, y siempre actuales, para el desarrollo integral del hombre y del mundo moderno".
"La situación mundial, como ampliamente demuestra la crónica de los últimos meses, sigue presentando no pocos problemas y el escándalo de desigualdades clamorosas, que permanecen a pesar de los compromisos adoptados en el pasado", afirmó en referencia particular a la crisis económica y financiera global.
En este sentido, advirtió, urge una reforma del sistema económico y social "que no puede demorarse por más tiempo para superar la brecha en el desarrollo de los pueblos".
"El fenómeno de la globalización puede, en este sentido, constituir una oportunidad real, pero por esto es importante que se acometa una profunda renovación moral y cultural y un discernimiento responsable sobre las elecciones que hay que realizar para el bien común", añadió.
Líderes responsables
El Papa aseguró que "un futuro mejor para todos es posible, si se funda en el descubrimiento de los valores éticos fundamentales. Es necesaria por tanto una nueva proyección económica que vuelva a diseñar el desarrollo de forma global, basándose en el fundamento ético de la responsabilidad ante Dios y ante el ser humano como criatura de Dios".
Esta nueva aportación del magisterio social de la Iglesia pretende, explicó el Papa, "recordar los grandes principios que se revelan indispensables para construir el desarrollo humano en los próximos años".
Entre estos, señaló como fundamentales el respeto a la vida y a la libertad religiosa, y sobre todo "el rechazo de una visión prometeica del ser humano, que lo considere artífice absoluto de su propio destino".
En la situación actual, afirmó el Papa, "se necesitan hombres rectos tanto en la política cuanto en la economía, que estén sinceramente atentos al bien común".
En este sentido, el Papa apeló a la participación de todos en la vida política, especialmente a los hombres de Estado y a los medios de comunicación.
Sobre todo, pidió a los líderes económicos y sociales que se profesan cristianos, para que "adviertan cuán importante es la coherencia de su testimonio evangélico en el servicio que hacen a la sociedad".
"Se impone por parte de todos una seria reflexión sobre el sentido mismo de la economía y sobre sus finalidades. Lo exige el estado de salud ecológica del planeta; lo pide la crisis cultural y moral del hombre que surge con evidencia en cada lugar del globo".
La economía, añadió el Papa, "tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; necesita recuperar la importante contribución del princ ipio de gratuidad y de la lógica del don en la economía de mercado, en el que la regla no puede ser el provecho propio".
"Pero esto sólo es posible únicamente gracias al compromiso de todos, economistas y políticos, productores y consumidores, y presupone una formación de las conciencias que dé fuerza a los criterios morales en la elaboración de los proyectos políticos y económicos", añadió.
Es necesario "un estilo diverso de vida por parte de toda la humanidad, en el que los deberes de cada uno hacia el ambiente se unan a aquellos hacia la persona considerada en sí misma y en relación con los demás".
Otra de las necesidades urgentes, añadió, es la de "una Autoridad política mundial regulada por el derecho, que se atenga a los mencionados principios de subsidiariedad y solidaridad y que est&e acute; firmemente orientada por la realización del bien común, en el respeto de las grandes tradiciones morales y religiosas de la humanidad".
La humanidad "es una sola familia y el diálogo fecundo entre fe y razón no puede más que enriquecerla, haciendo más eficaz la obra de la caridad en lo social, y constituye el marco apropiado para incentivar la colaboración entre creyentes y no creyentes, en la perspectiva compartida de trabajar por la justicia y la paz en el mundo".
No sólo lo material
En este sentido, el Papa insistió en la importancia de que no se contemplen solamente las necesidades materiales del hombre, sino también sus necesidades de orden espiritual, y especialmente, la necesidad de libertad religiosa.
"El Evangelio nos recuerda que no sólo de pan vive el hombre: no sólo con bienes materiales se puede satisfacer la p rofunda sed de su corazón", advirtió. "Todo programa de desarrollo debe tener presente, junto a lo material, el crecimiento espiritual de la persona humana, que está dotada
de alma y cuerpo".
Este, concluyó, "es el desarrollo integral, al que constantemente se refiere la doctrina social de la Iglesia, desarrollo que tiene su criterio orientador en la fuerza propulsora de la caridad en la verdad".
[Por Inma Álvarez]
El Papa reestructura la Comisin para las relaciones con los lefebvristas
Concentrada en el dilogo doctrinal, su presidente ser el prefecto de Doctrina de la FeCIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Dado que los problemas de la Fraternidad sacerdotal San Pío X son esencialmente de carácter doctrinal, Benedicto XVI ha reestructurado la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei", uniéndola de manera más cercana a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Lo ha hecho a través del "motu propio" "Ecclesiae Unitatem", publicado este miércoles, por el que ha actualizado y replanteado la estructura de la Comisión dedicada a las comunidades y personas que, procediendo de la Frater nidad San Pío X o de agrupaciones similares, quieren regresar a la plena comunión con el Papa.
Según el "motu proprio", el presidente de la Comisión "Ecclesia Dei" será ahora el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, actualmente el cardenal William Joseph Levada.
A través de un comunicado publicado por la Oficina de Información de la Santa Sede, el cardenal Levada destacó que con este "motu proprio" "el Santo Padre ha querido mostrar particular y paternal solicitud hacia la Fraternidad San Pío X con el fin de superar las dificultades que todavía permanecen para lograr la plena comunión con la Iglesia".
La Comisión renovada cuenta con su propio organigrama; está formada por diversos oficiales miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el secretario.
Para ocup ar este último cargo, el Papa ha nombrado, según ha anunciado este mismo miércoles la Oficina de Información de la Santa Sede, a monseñor Guido Pozzo, hasta ahora secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional y ayudante de estudio de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Según el "motu proprio", el cardenal presidente de la Comisión debe ocuparse de informar de los principales casos y las cuestiones de carácter doctrinal, para que las instancias ordinarias de la Congregación para la doctrina de la Fe las examinen y juzguen, poniendo las conclusiones a disposición del Papa.
Por lo demás, la Comisión mantiene la configuración actual y seleccionará los expertos que necesite en función de las necesidades para estudiar las cuestiones particulares.
El nuevo presidente de la Comisión agradece e n el comunicado al Papa su "confianza mostrada con esta decisión" y le asegura, también en nombre de los oficiales de la Congregación para la Doctrina de la Fe, su compromiso con el diálogo doctrinal con la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X.
Por su parte, el Santo Padre agradeció, a través de una carta escrita a mano por él mismo, al cardenal Darío Castrillón Hoyos, hasta ahora presidente de la Comisión, su "gran dedicación al trabajo de "Ecclesia Dei".
El cardenal Castrillón, que el 4 de julio cumplió 80 años, originario de Medellín, Colombia, fue, además, de 1996 a 2006 prefecto de la Congregación vaticana para el Clero.
También mostró su agradecimiento a monseñor Camille Perl por tantos años de servicio a la Comisión como secretario y vicepresidente.
La vinculación de la Comisión Ecclesia Dei a la Congregación para la Doctrina de la Fe ya había sido anunciada en la carta que Benedicto XVI dirigió a los obispos de la Iglesia el pasado 10 de marzo para explicar las razones y los hechos en torno al levantamiento de la excomunión a los obispos ordenados ilegítimamente en 1988 por el arzobispo Marcel Lefebvre.
Aquella carta ya señalaba que, con la vinculación de la Comisión a la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa trata de aclarar que "los problemas que deben ser tratados ahora son de naturaleza esencialmente doctrinal, y se refieren sobre todo a la aceptación del Concilio Vaticano II y del magisterio postconciliar de los Papas".
El Motu proprio "Ecclesiae unitatem" vuelve a ilustrar estos motivos que explican la reestructuración de la Comisión.
Señala que el levantamiento de la excomunión a los cuatro obispos lefebvristas ha sido un procedimiento enmarcado en el ámbito de la disciplina canónica para liberar a esas personas "del peso de la censura eclesiástica más grave".
Al mismo tiempo, indica que "las cuestiones doctrinales permanecen y hasta que no sean aclaradas, la Fraternidad sacerdotal San Pío X no puede disfrutar de un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no ejercen legítimamente ningún ministerio en la Iglesia".
La Santa Sede destacó, el pasado 17 de junio a través de un comunicado, que la nueva estructura de la Comisión Ecclesia Dei "constituye la premisa para el inicio del diálogo con los responsables de la Fraternidad San Pío X de cara a la deseada aclaración de las cuestiones doctrinales y, por lo tanto, también disciplinarias, que todavía siguen abiertas".
Con ese comunicado la Santa Sede confirmaba que las ordenaciones sacerdotales que han tenido lugar en la Fraternidad de San Pío X a finales de junio no son legítimas.
El Papa saluda a esposas de lderes que participan en el G8
Pide compromisos de ayuda para fricaCIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Con el deseo de que se ayude a África Benedicto XVI recibió este miércoles en el Vaticano a las esposas de algunos de los líderes políticos que están participando en la cumbre del G8 celebrada en la ciudad italiana de L'Aquila.
La audiencia tuvo lugar en la pequeña sala contigua al Aula Pablo VI, donde en ese día el Papa había recibido a varios miles de peregrinos con motivo de la audiencia general de los miércoles.
Las cámaras del Centro Televisivo Vaticano, que filmaron el encuentro, permitieron escuchar la imploración del Papa para que la cumbre del G8 se comprometa para ayudar a África.
En el encue ntro estuvieron presentes las esposas de los presidentes de México y Sudáfrica, de los primeros ministros de Gran Bretaña, la India, Suecia, así como del presidente de la Comisión Europea, y la presidenta del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD, por sus silgas en inglés), Josette Sheeran.
El Papa también saludó a dos ministras italianas que acompañaron a las primeras damas, Mara Carfagna y Maria Stella Gelmini.
En la audiencia general, hablando en español, el Papa pidió oraciones "para que en el encuentro de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en estos días en L'Aquila se tomen decisiones que beneficien a todos los pueblos, especialmente a los más pobres".
Tras el encuentro con el Papa, las esposas de los líderes políticos visitaron los Jardines Vaticanos, deteniéndose en la reproducción de la Gruta de Lourdes, y luego pudieron admirar la Basílica de San Pedro.
Las grandes novedades de la encclica Caritas in Veritate
La cuestin antropolgica se hace a ttulo pleno cuestin socialROMA, miércoles, 8 julio 2009 (ZENIT.org).- Desde hace más de un año, los medios de comunicación de todo el mundo han tratado de dar avances y detalles de la encíclica social de Benedicto XVI. En muchos casos, han contado cosas inventadas.
Ahora que la encíclica ha salido, hay que valorar sus novedades y precisar sus desafíos. En particular, ha explicado su proyecto cultural y sus relevantes novedades el arzobispo Giampaolo Crepaldi, secretario del Consejo Pontificio Justicia y Paz, apenas nombrado por el Santo Padre arzobispo de Trieste.
Interviniendo en la Sala de Prensa vaticana el 7 de julio, monseñor Crepaldi señaló la gramá ;tica de la encíclica con la frase "el recibir precede al hacer", explicando que la
Caritas in Veritate propone una verdadera "conversión" hacia una nueva sabiduría social.
En el contexto en el que de los deberes nacen los derechos, el nuevo arzobispo de Trieste afirmó que "hay que convertirse a ver la economía y el trabajo, la familia y la comunidad, la ley natural depositada en nosotros y la creación puesta ante nosotros y para nosotros, como una llamada" porque, según la doctrina cristiana, el desarrollo es una "vocación" que implica "una asunción solidaria de responsabilidad hacia el bien común".
Para hacer que la sociedad sera una verdadera comunidad, cuyas relaciones sean dictadas por la fraternidad, la Caritas in Veritate considera que la verdad y el amor tienen una fuerza social fundamental
La encíclica de Benedicto XVI sostiene que "la sociedad tiene necesidad de verdad y amor" y "el cristianismo es la religión de la Verdad y del Amor", por este motivo "la mayor ayuda que la Iglesia puede dar al desarrollo es el anuncio de Cristo".
Verdad y amor son fundantes para la organización social y desempeñan una función de "purificación" para la economía y la política.
Monseñor Crepaldi subrayó que, por primera vez en una encíclica social, el derecho a la vida y a la libertad religiosa encuentran una explícita y consistente colocación en relación al desarrollo.
En la Caritas in Veritate (en los puntos 28, 44 y 75) la llamada "cuestión antropológica" se convierte a título pleno en "cuestión social".
"La procreación y la sexualidad -añadió--, el aborto y la eutanasia, las manipulaciones de la identidad humana y la selección eugenésica son valorados como problemas sociales de principal importancia que, si son gestionados según una lógica de pura producción, deforman la sensibilidad social, minando el sentido de la ley, corroen la familia y hacen difícil la acogida del débil.
La encíclica subraya que "no será ya posible implementar programas de desarrollo sólo de tipo económico-productivo que no tengan sistemáticamente en cuenta también la dignidad de la m ujer, de la procreación, de la familia y de los derechos del concebido".
Otro de los temas nuevos es el del medio ambiente. El secretario del Consejo Pontificio Justicia y Paz sostuvo que "la ecología medioambiental debe librarse de algunas hipotecas ideológicas (presentes en muchas versiones del ecologismo) que consisten en descuidar la superior dignidad de la persona humana y en considerar la naturaleza sólo de modo materialista, producida por la casualidad o la necesidad".
"El empeño por el medio ambiente --afirmó monseñor Crepaldi-- no será plenamente fructífero si no se asocia sistemáticamente al derecho a la vida de la persona humana, primer elemento de una ecología humana que haga de marco de sentido para una ecología medioambiental".
Novedad absoluta también el tratamiento de la encíclica del prob lema de la técnica que a menudo desemboca en una mentalidad que puede llamarse "tecnicidad".
"El riesgo --subrayó monseñor Crepaldi-- es que la mentalidad exclusivamente técnica reduzca todo a puro hacer y se una a la cultura nihilista y relativista".
Para el nuevo arzobispo de Trieste, la Caritas in Veritate es una gran propuesta cultural y de mentalidad al servicio del auténtico desarrollo, porque los recursos a utilizar para el desarrollo no son sólo económicos, sino inmateriales y culturales, de mentalidad y de voluntad.
En este contexto, se requiere una nueva perspectiva sobre el hombre que sólo el Dios que es Verdad y Amor puede dar.
Monseñor Crepaldi precisó que "verdad y amor son gratuitos, superan la simple dimensión de la viabilidad y nos abren a la dimensión de lo no disponible".
Se trata del principio según el cual la reciprocidad propia de la fraternidad entra plenamente dentro de los mecanismos económicos y es motivo de redistribución, de justicia social y de solidaridad no después o detrás de los mismos.
En este contexto, la gratuidad de la verdad y del amor conducen hacia el verdadero desarrollo también porque eliminan reduccionismos y visiones interesadas.
En conclusión, monseñor Crepaldi constató que la encíclica tiene el gran mérito de quitar de en medio visiones obsoletas, esquemas de análisis superados, simplificaciones de problemas complejos, tales como: un excesivo reduccionismo Norte-Sur de los problemas del desarrollo, tras la caída del reduccionismo Este-Oeste; una frecuente infravaloración de los problemas cultur ales del subdesarrollo; un ecologismo a menudo separado de una completa visión de la persona humana; la atención hacia los problemas económicos en sentido estricto más que hacia aquellos institucionales; una visión asistencialista y no subsidiaria del desarrollo.
La atención se dirige una vez más al hombre concreto, objeto de verdad y de amor y él mismo capaz de verdad y amor.
A la pregunta sobre por qué se ha tenido que esperar tanto para la salida de la encíclica, monseñor Crepaldi contó que la Centesimus Annus, la última encíclica social publicada por Juan Pablo II, tardó cinco años en salir, mientras que la Caritas in Veritate ha tardado sólo dos años y medio.
Sobre por qué el tema de la paz no haya sid o afrontado a fondo, el secretario del Consejo Pontificio respondió que se trata de "una encíclica y no de una enciclopedia".
Por otra parte, cuando se celebró el aniversario de la Pacem in Terris de Juan XXIII, a la petición de escribir una eventual encíclica, el entonces pontífice Juan Pablo II respondió que los Mensajes anuales de la Paz son ya una consistente encíclica.
Por Antonio Gaspari, traducido del italiano por Nieves San Martín
Lo que hay detrs de la "Caritas in veritate"
Revelaciones del cardenal Martino sobre la influencia de Pablo VICIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- La "Caritas in veritate", fue pensada por Benedicto XVI inicialmente para ser publicada hace dos años y conmemorar las cuatro décadas la "Populorum progressio" de Pablo VI, ha revelado uno de sus colaboradores en la redacción de la nueva encíclica.
Así lo dio a conocer este martes el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, el cardenal Renato R. Martino durante la rueda de prensa de presentació ;n de este documento pontificio.
"La redacción de la 'Caritas in veritate' ha demandado más tiempo y así la fecha de los cuarenta años de la 'Populorum progressio' fue superada", aseguró el purpurado, quien advirtió que este hecho no le resta importancia al lazo que une a las dos encíclicas.
De hecho, el primer capítulo está dedicado a recapitular los planteamientos de Pablo VI en 1967 y a mirar, dentro del contexto de la caridad y la verdad, el tema del desarrollo, ya no visto como "desarrollo de los pueblos" sino como "desarrollo humano e integral".
El cardenal Martino aseguró que este hecho demuestra cómo el aporte de Pablo VI ha sido muy significativo para la doctrina social de la Iglesia, debido a la estrecha relación de su encíclica social con la constitución "Gaudium et spes" del Concilio Vaticano II y de toda la tradición anterior a este importante evento eclesial.
Señaló el purpurado que la perspectiva de Pablo VI no sólo es analizada por Benedicto XVI en el primer capítulo de su encíclica sino en todo el documento, en particular al asumir tres de las perspectivas de la encíclica escrita hace cuatro décadas.
La primera es la idea de cómo "el mundo sufre por falta de pensamiento", desarrollada por Benedicto XVI, articulando el tema de la verdad del desarrollo hasta subrayar la exigencia de una interdisciplinaridad ordenada en el sab er y de las competencias a servicio del desarrollo humano.
Según el cardenal Martino, la segunda idea de Pablo VI es la del humanismo integral retomando la frase de Pablo VI que indica "No hay verdadero humanismo si no está abierto a lo absoluto" (n. 42).
El purpurado señaló, como tercera idea del planteamiento de Pablo VI, el tema del subdesarrollo, cuya raíz se encuentra en la falta de fraternidad. "También Pablo VI hacía un llamado a la caridad y a la verdad cuando invitaba a operar con todo el corazón y toda la inteligencia", dijo el cardenal.
Pablo VI escribió la "Populorum progressio" en 1967, dos años después de clausurado el Concilio Vaticano II. En ella el Papa define el desarrollo como el paso de condiciones menos humanas a condiciones más humanas (n. 20).
El fallecido pontífice se refirió al valor de la propiedad privada, condenó lo que impide la prosperidad colectiva y exhortó a una audaz reforma con programas de alfabetización, defensa de la familia y la vida.
También propuso la idea de crear un fondo mundial de lucha contra el hambre y recordó que para que exista verdadero desarrollo, es necesario superar dos obstáculos: el nacionalismo y el racismo. Señaló que estos flagelos pueden contrarrestarse con la vivencia de la caridad y la hospitalidad.
Por Carmen Elena Villa
Cardenal Tauran: las religiones deben defender el patrimonio moral comn
Congreso de responsables de las religiones mundiales en KazajistnASTANA, Kazajistán, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- "La unidad de la familia humana es el fundamento último de una solidaridad mundial y la base de la búsqueda de valores éticos comunes, que, afortunadamente, suscitan ahora un interés creciente".
Lo afirmó el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean-Louis Tauran, en su intervención en la tercera edición del Congreso de líderes de religiones mundiales y tradiciones, celebrado en Astana los pasados 1 y 2 de julio.
El encuentro es una iniciativa del preside nte de Kazajistán, Nursultan A. Nazarbayev, de los representantes de las mayores confesiones religiosas del mundo y de personalidades de renombre internacional de la política y la cultura.
El encuentro se ha dedicado a la reflexión sobre la función de las religiones en la construcción de un mundo de tolerancia, de respeto mutuo y de colaboración, según informó L'Osservatore Romano en su edición diaria en lengua italiana de este martes.
Tres mesas redondas han permitido profundizar en temas como el reconocimiento de valores éticos y espirituales para una ética universal, los posibles ámbitos de diálogo y de cooperación, y las perspectivas de solidaridad, especialmente en tiempos de crisis.
"Los creyentes sostienen que la ética puede, no sólo producir las normas de comportamiento, sino también debe modelar la concienc ia humana y contribuir a descubrir las exigencias de la ley natural: debemos hacer el bien y evitar el mal", señaló.
"Éste es un principio fundamental que se impone a todos y que permite el diálogo entre las personas de diferentes culturas y religiones", destacó el cardenal.
"Como creyentes, pues, debemos lograr indicar a nuestros hermanos, hombres y mujeres, que nuestros valores son fundamentales para ellos, para alentar la comprensión y el reconocimiento recíprocos y la cooperación entre todos los miembros de la familia humana", añadió.
El cardenal Tauran también calificó la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 como "una de las mayores expresiones de la conciencia de la historia moderna".
Para el purpurado, esta Declaración ha contribuido, sin duda, a hacer a los hombres y mujer es de nuestro tiempo "conscientes del patrimonio de valores inherentes a la familia humana y a su dignidad".
Continúa siendo urgente "verificar que en nuestra vida la verdad triunfa sobre la ambigüedad", señaló, porque "ello cuestionará la tendencia a separar los derechos del hombre de las dimensiones ética y racional".
Según el cardenal Tauran, el legislador debe actuar "de manera éticamente responsable para que la política no pueda abstraerse de la ética, y el derecho civil y el orden jurídico no puedan abstraerse de la superioridad de la ley moral".
"Las grandes sabidurías y filosofías religiosas deben testimoniar la existencia de un patrimonio moral ampliamente compartido, que forma la base de todo diálogo sobre las cuestiones morales", destacó.
"Este patrimonio expresa u n mensaje ético universal que el hombre puede descifrar", aseguró el cardenal francés.
Y añadió: "La forma y el alcance de estas tradiciones puede diferir considerablemente según las culturas y situaciones, pero a pesar de ello, nos recuerdan la existencia de un patrimonio de valores morales comunes a todos los seres humanos".
Los obispos colombianos no ven conveniente una segunda reeleccin presidencial
As lo comunicaron durante la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal ColombianaBOGOTÁ, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- En la segunda jornada de la Asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia, el cardenal Pedro Rubiano, Arzobispo de Bogotá, exhortó al presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez a abandonar su proyecto de una segunda reelección.
El purpurado señaló que, pese al cariño que le tiene al mandatario, considera que "ha hecho muy buen trabajo, pero tres períodos desgastan a cualquiera".
Y sugirió al presidente que en las elecciones del 2014, si lo veía pertinente se volviera a presentar como candidato.
"Dos períodos han sido y son muchísimo. Son un trabajo muy grande que él ha realizado en bien del país y de la paz. Pero sería mucho mejor para él que terminado su segundo período saliera", aseguró el cardenal.
"Yo creo que el presidente debe definirse pronto, si 'sí' o 'no', yo espero que diga que no y vuelva después", advirtió el arzobispo de Bogotá.
Por su parte, el presidente del la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor Rubén Salazar, afirmó que "el país tiene que reflexionar muy a fondo sobre las implicaciones que tiene una reelección, las enmiendas a la Constitución y todo lo que se viene detrás de ésta".
El prelado aclaró que una reforma de ese tipo se debe analizar con mucha calma, ahondar en las razones, sopesar las consecuencias y tomar una decisión "madura y democrática".
Durante la asamblea plenaria de la la Conferencia Episcopal Colombiana, otros obispos se pronunciaron también sobre este tema.
Monseñor Julio César Vidal, obispo de la diócesis Montería al norte de Colombia, sugirió al primer mandatario preguntarse si le conviene o no a la democracia la posibilidad de una reelección indefinida.
Por su parte monseñor Nel Beltrán, obispo de Sincelejo, señaló que "hay una terrible polarización y las polarizaciones le han producido grandes desastres al país".
Le recomendó también rodearse de gente sabia y pluralista para que le ayuden a tomar la decisión. Y aseguró que Uribe debe "quitar la incertidumbre" a los colombianos de si se va a presentar o no en las elecciones presidenciales de 2010.
Antes de que Álvaro Uribe subiera al poder (agosto de 2002), en Colombia no e ra posible la reelección presidencial. Al cumplir su primer período la Corte Constitucional colombiana modificó la Carta Magna de este país para permitir que un mandatario pudiera ser reelegido sólo por un período consecutivo.
Desde hace dos años Uribe ha comunicado su intención de aspirar a un tercer mandato, lo que implicaría una nueva reforma constitucional.
El pasado 21 de mayo, durante un evento público en la cancillería colombiana, Álvaro Uribe aseguró que hasta ahora se muestra indeciso frente a la posibilidad de lanzarse a un tercer período debido a la polarización que ha causado su idea entre los colombianos.
Colombia: La Iglesia dispuesta a participar en la liberacin de secuestrados
Desea dialogar cara a cara con las FARCBOGOTÁ, miércoles, 8 julio 2009 (ZENIT.org).- Varios de los integrantes de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), coincidieron este 6 de julio en que se mantiene la disposición de la Iglesia Católica a participar en la eventual liberación de personas secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El Presidente de la CEC, monseñor Rubén Salazar Gómez, aseguró que "nosotros estamos siempre dispuestos a participar en lo que sea posible, en lo que sea conducente. Por lo tanto nuestra disponibilidad es total", informa el Departamento de Comunicación de la CEC.
"Siempre le hemos pedido a las FARC y a los otros grupos que tienen secue strados que los liberen lo más pronto posible. Es una petición que les hacemos de corazón: liberarlos cuanto antes a todos y entrar en un verdadero proceso de diálogo para alcanzar la paz", precisó monseñor Salazar Gómez en diálogo con los periodistas, en el marco de la apertura de la Octogésima Séptima Asamblea del Episcopado, en Bogotá.
A su vez, el obispo de Cúcuta, monseñor Jaime Prieto Amaya, afirmó que las mediaciones o facilitaciones "son importantísimas pero hoy en día el cara a cara se requiere más con las FARC, con el ELN [Ejército de Liberación Nacional], con todos los grupos en este conflicto armado que queremos solucionar. Ya no estamos simplemente, diría yo, en proposiciones, sino que queremos que haya propuestas de solución al conflicto armado."
"Ya no pueden ser sólo ciertos diálogos iniciales para ver si entramos en un proyecto de acuerdo, sino que sencillamente cada uno debe poner sus puntos de vista y luego se entra en lo que pueden ser acuerdos específicos o concretos. Eso es fundamental en el momento presente porque me parece que ha madurado tanto el conflicto armado que no puede seguir en ese baño de sangre enorme que está acabando con los colombianos", agregó monseñor Prieto Amaya.
El cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo de Bogotá, reiteró que los miembros de la Conferencia Episcopal "siempre hemos estado dispuestos a colaborar en todo lo que sea por la paz".
"El país espera que liberen a todas las personas secuestradas. Eso abriría un camino para la paz", añadió el cardenal primado.
Por su parte, el arzobispo de Tunja, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, dijo que es un "mensa je de confianza a la Iglesia", el anuncio de las FARC de no oponerse a que el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Conferencia Episcopal también estén presentes en la anunciada liberación de dos miembros del Ejército en su poder.
Sobre el tema de esta Asamblea del Episcopado, monseñor Castro Quiroga dijo que se trata de "hablar de la vida y punto, sin adjetivos porque cualquier adjetivo restringe lo que es la vida".
Aseguró que esta vida debe ser "disfrutada y respetada por todos... es un compromiso no de la Iglesia sino de toda la humanidad... todo lo que está implicado en la vida es eso: que se pueda tener un trabajo, una familia, que se pueda progresar, etc. El tema es muy amplio pero es fundamental porque se trata de aquello que en Colombia está muy débil. El valor de la vida ha caído mucho en el país", dijo.
De igual manera, el nunc io apostólico en Colombia, monseñor Aldo Cavalli, reiteró que cada secuestro es una injusticia y dijo que le preocupa la situación de cada persona secuestrada en Colombia.
Sobre un eventual encuentro cara a cara entre miembros de la Iglesia y de las FARC, explicó: "nosotros estamos siempre disponibles a caminos que sean útiles".
Colombia: El tema de la vida es clave para afrontar la realidad
El presidente de los obispos inaugur la 87 Asamblea PlenariaBOGOTÁ, miércoles, 8 julio 2009 (ZENIT.org).- El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Rubén Salazar Gómez, aseguró que el tema de la vida es uno de los elementos decisivos y "pieza clave" para analizar y afrontar la realidad política, económica, cultural o religiosa.
En su alocución inaugural de la 87 Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, que tiene lugar del 6 al 11 de julio en Bogotá, monseñor Salazar Gómez explicó que en esta época de cambio "aparece una nueva concepción de la vida que no siempre trae consecuencias positivas", informa la página web de la CEC.
" En el contexto de un relativismo generalizado se relativiza también el valor --hasta ahora considerado como absoluto- de la vida humana. Por encima del valor mismo de la vida, aparecen otros valores que parecen ocultar y deformar el sentido de la vida", afirmó el presidente de la CEC.
Aseguró que al sustantivo "vida" se le añaden adjetivos que la limitan y la llegan a hacer irrelevante e indefendible. Por ello destacó la necesidad de que sea "una vida digna... digna de vivirse. Y, así, cada día con mayor facilidad y frecuencia, se van trazando límites a la vida hasta llegar a crearse una verdadera cultura --o, más bien,- anticultura de la muerte".
Este jueves 9 de julio, los miembros del Episcopado peregrinarán a la ciudad de Chiquinquirá, donde se llevará a cabo una eucaristía especial en la cual se hará el lanzamiento en Colombia de la Misión Continental.
La Misión Continental es una acción evangelizadora que busca llegar a todos los grupos sociales y culturales para dejar un mensaje de vida cristiana; especialmente a quienes aún no han acogido a Cristo en sus vidas, a quienes lo rechazaron en algún momento o lo redujeron solamente a una costumbre, doctrina o práctica religiosa.
Con esta iniciativa se espera hacer crecer valores para oponerse a los antivalores, a una cultura de muerte que respeta poco la vida ajena y especialmente la vida de los más frágiles. Se busca trabajar para transformar esa cultura de muerte en cultura de vida.
"El desarrollo de esta Asamblea Plenaria lo haremos, como siempre, de cara al país. No olvidaremos un solo momento que la Iglesia vive para servir así como Cristo, el Señor, "no vino para que le sirvieran sino para servir y a dar su vida en rescate por todo s" (cf. Mc 10,45). Esto nos implica que no sólo descubriremos las consecuencias prácticas del estudio de esta problemática sobre la vida sino que asumiremos el compromiso de poner nuestra propia vida al servicio de la vida de los demás", se precisa en la alocución inaugural de la Asamblea.
"Para ello tendremos siempre ante nuestros ojos el clamor de todos aquellos cuya vida es menospreciada, violentada, suprimida a causa de la injusticia y la violencia generalizadas que vive el país. Escucharemos especialmente la voz de los que no tienen voz para hacernos nosotros su voz..."
La 87 Asamblea cuenta con la presencia de unos 90 obispos y arzobispos, en representación de las 76 jurisdicciones eclesiásticas existentes en Colombia.
Bolivia: Cardenal Terrazas pide solidaridad con enfermos de gripe A
En las parroquias se dan consejos de prevencinSANTA CRUZ DE LA SIERRA, miércoles, 8 julio 2009 (ZENIT.org).- El cardenal Julio Terrazas, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, este domingo durante su homilía, exhortó a los fieles a que sean solidarios con las personas y las familias que padecen la gripe A. Así mismo exhortó a no dejarse asustar y en cambio "trabajar por aquellos que están enfermos". Santa Cruz es la región más afectada del país por la epidemia.
Al comentar las lectura del día, afirmó que Cristo "es el Señor de la vida, el Señor de nuestras vidas y que la misión que tenemos que hacer no es tanto predicar sino defender la vida, trabajar por ella, hacer que la vida sea respetada, que nadie se crea dueño de los otros, que nadie disponga de la vida de los otros, que nadie engañe a los otros porque está acaparando el sentido de la vida, que pueden tener aquellos que tienen necesidades y que ya creen solucionados sus problemas porque reciben promesas o amenazas".
"Es un mensaje muy lindo -añadió--, en estos momentos que es importante decirlo una vez más, nos vamos encontrando con más enfermos, con más amenazas a la vida, pero seamos como el Señor, trabajemos por aquellos que están enfermos, sin asustarnos tampoco por esos trescientos o cuatrocientos hermanos con sus familias que están sufriendo de una manera patente hoy, por la enfermedad, por la gripe, hay que ser solidarios con ellos".
Recordó que hay que salir al paso también de otros males: "Se habla de prevención para las enfermedad es, pero para los males morales y espirituales también vale, nos duele el dolor de esas trescientas personas, pero nos debe partir el alma el ver a miles y miles engañados por la inmoralidad, engañados por falsas promesas, engañados por falsas salvaciones".
"El Señor, después de esto, se fue a trabajar en los pueblos de los alrededores. Nosotros tenemos mucho que hacer. Los pueblos de los alrededores hoy son también esos focos de delincuencia, esos focos de inseguridad que tenemos que volver a decirlo, no ya para entrar en esa corriente tan poco cristiana, pero que se puede comprender porque no se sabe más qué hacer, de querer matar, de querer tomar la justicia en sus manos, de querer linchar, de estar pidiéndole a Dios, (los que escuchan mucho la palabra de Dios) y en su corazón están pidiéndole a Dios que sea vengativo, que termine con los malos, que nos deje espacio para respirar a nosotros, que retire a todos los que nos molestan, en nuestro camino o en el camino de los más cercanos".
Por otra parte, en relación a las medidas de prevención contra la enfermedad en la zona, el padre Marcial Chupinagua, portavoz de la Arquidiócesis de Santa Cruz, manifestó que no hubo una petición de las autoridades para suspender las celebraciones, sino más bien se ha pedido que los templos y las misas sean espacios donde se conciencie a las personas sobre este mal.
El padre Chupinagua recordó que la población no debe alarmarse, ni sentir pánico y más bien debe tomar previsiones. "Es más productivo que la gente tome conciencia y se muna de barbijos y de alcohol en gel", manifestó el sacerdote.
Santa Cruz es la región más afectada del país por la epidemia. Según los últi mos informes del Ministerio de Salud, sólo en Santa Cruz se han presentado 219 casos confirmados. En Bolivia hasta este domingo se registraron 319 enfermos.
Dios es el artista y nosotros somos el lienzo
Entrevista al director internacional de los Patrocinadores de las artes en los Museos vaticanosCIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Tras siete años de labor de restauración, el Papa Benedicto XVI ha inaugurado con unas vísperas solemnes la Capilla Paulina el 4 de julio de 2009. Esta capilla, reservada a los Pontífices, se encuentra muy cerca de la Capilla Sixtina y contiene las últimas obras maestras de Miguel Ángel, pintadas entre 1542 y 1550: "La crucifixión de Pedro" y "La caída de Saulo".
Los trabajos de restauración han sido posibles también gracias a la ayuda de los Patrocinadores de las artes en los Museos vaticanos cuyo director internacional es el padre Mark Haydu, L.C. Por este motivo ZENIT ha entrevistado al padre Mark, estadounidense, sobre la relación entre el arte y la fe.
--Padre Mark, ¿cómo comenzó su interés por el arte sagrado?
--Padre Haydu: Una imagen como ésta de un pintor del siglo XVII llamado Johannes Vermeer me abrió las puertas del mundo del arte. Me enseñó a buscar el mensaje profundo que una obra de arte puede esconder. Me ayudó a darme cuenta de que la persona que se acerca al arte puede salir enriquecida, y vi que el arte es capaz de abrir una dimensión espiritual y de comunicar verdades que de otra forma tal vez no se conseguiría.
--En el cuadro aparece una señora pensativa con una balanza en sus manos en una habitación desordenada, ¿qué más nos dice este cuadro?
--Padre Haydu: El primer paso sería ana lizar los elementos de la composición para ver qué nos dicen del autor, de sus intenciones y de su estilo. Pero me parece que su pregunta va más hacia el significado profundo del cuadro. Cuando aprecio un cuadro no sólo me pregunto qué quiso comunicar el autor, sino sobre todo qué me dice a mí esta obra. Esa es la cosa hermosa de una obra de arte: habla un lenguaje universal, es decir, el idioma de la belleza. Por ejemplo, en este cuadro vemos cómo el peso está recargado hacia el lado derecho; eso logra que nuestra atención se centre ahí. La luz que entra por la ventana en la parte izquierda, de alguna forma, equilibra la escena. Es el interior de una habitación, y es un momento cotidiano que nosotros "invadimos". Vermeer nos introduce en un momento personal y privado en la vida de esta persona. Detrás de la mujer vemos una pintura que representa el juicio universal. Esta mujer se d ispone a equilibrar sus perlas. Podemos intuir que las perlas hacen referencia a sus tesoros terrenales y esta mujer los sopesa a la luz del juicio universal, de su destino eterno. Hace un balance de su vida y de lo que posee de cara a la eternidad. Esto, por ejemplo, nos puede ayudar a ver que el hombre es libre de reflexionar sobre lo que quiere hacer con su vida, pero que es importante hacerlo a la luz de la eternidad que nos espera a todos. La luz que recae sobre la mujer ilumina su cabeza, pero también su pecho, indicando de esta forma que la decisión que ha de tomar está, sí, en la mente; pero, sobre todo, en su corazón. Es allí donde se dan las decisiones del hombre. La mente las piensa, el corazón las pone en movimiento.
--¿Y cómo logra descubrir todo esto?
--Padre Haydu: Después de fijarse sin prisas en la forma, el contenido, los colores, los elementos, es muy importante pregun tarse: "¿por qué el autor lo ha hecho así y no de otra forma?". Es tratar de penetrar la mente del artista. Un artista puede crear lo que quiera, y eso nos puede hacer pensar también en el primero que hace arte: Dios.
--Dios, ¿artista?
--Padre Haydu: Sí, Él es el Artista por excelencia. La creación del mundo y del hombre, que Miguel Ángel celebra con sus frescos en la bóveda de la Capilla Sixtina, ¿no es una obra maravillosa e incomparable de arte? Y más allá de la naturaleza, podemos ver la maravilla de Dios Artista en nosotros mismos. Nosotros somos el lienzo. Con nuestra libre cooperación el Señor va dibujando la obra de arte que es nuestra vida. Después podemos mirar para atrás y preguntarnos: ¿por qué las cosas han sido así? Cuando analizamos un cuadro descubrimos la mano del artista, intuimos cuál fue su idea y qué quiso plasmar. De la misma manera, al ver nuestra vida, podemos descubrir la mano de Dios: nuestra vida ha sido así porque su Artista así lo ha permitido, así lo ha querido, y entonces nos damos cuenta de que no es fruto de la casualidad o la fatalidad, sino que detrás está la mano amorosa de Dios.
--¿Qué busca el arte sagrado?
--Padre Haydu: El arte sagrado trata de elevar el alma hacia Dios. Quiere transmitir el mensaje de la fe, explicarlo, compartirlo. Por eso, ante el arte sagrado una persona no puede pasar como un simple turista. "Todas las grandes obras de arte, todas las catedrales -las catedrales góticas y las espléndidas iglesias barrocas- son un signo luminoso de Dios y, por ello, una manifestación, una epifanía de Dios. (...) Al contemplar las bellezas creadas por la fe, constatamos que son sencillamente la prueba viva de la fe". Estas palabras las dijo el Santo Padre el verano pasado en su encuentro con los sacerdotes de la diócesis de Bolzano-Bressanone.
--Algunos opinan que tanto arte en las iglesias sólo distrae. ¿Es así?
--Padre Haydu: Si uno no lo sabe "leer", puede ser que se distraiga, pero si lo ve como un camino hacia Dios, sucede lo contrario. El arte hace referencia a lo que la liturgia celebra y proclama, y esto es una ayuda. Podemos, por ejemplo, ver los cuadros de una iglesia que muestran las vidas de los santos y pensar que todos esos santos ofrecieron su vida por Cristo; y de esta contemplación podríamos pasar al propósito de querer ser santos también. O volver la mirada al Santísimo Sacramento y pedir la gracia de ser santos. Se trata, por tanto, de unir con un mismo puente dos cosas que pudieran parecer separadas. El arte puede también ser una valiosa ayuda para el fervor cuando el peregrino no h abla la lengua del país en el que se encuentra la iglesia que visita: el peregrino podría ir apreciando el arte e ir recordando las predicaciones que ha escuchado sobre las escenas de la vida de Cristo o de los santos que se encuentran representadas en esa iglesia. El arte está ahí para ayudarnos a rezar, no sólo para que lo veamos y salgamos igual que como entramos.
--¿Cómo son las personas que visitan el arte de Roma?
--Padre Haydu: Con frecuencia podemos encontrar dos actitudes. Una es la del turista que viene a amontonar experiencias para después comentarlas con sus familiares y amigos: "Pasé por las cuatro basílicas de Roma"; "fui a los Museos vaticanos"; "vi esto y lo otro"; "¡qué bonito estaba todo aquello...!", y ya. De ahí no pasa. La otra actitud es la del peregrino. Es alguien que quiere hacer una pausa en la vida, analizar su alma delante de Dios, salir enriquecido. Es alguien que busca una gracia: un cambio de vida... Yo creo que hoy en día la gente que viene a visitar estos lugares busca eso. Necesita que el arte le eleve hacia Dios. El arte sagrado puede ser el medio que propicie la conversión del corazón hacia quien es el Autor de la Belleza. Y es que el arte pone al hombre delante de Dios, lo lleva a ver su vida a la luz de las realidades eternas y trascendentes. De hecho, una de las tareas principales de los Patrocinadores de las artes en los Museos vaticanos es restaurar las obras para que su inspiración e impacto originales sean más evidentes. De esta manera, los que ven estas obras pueden apreciarlas en toda su belleza. El impacto puede ser la diferencia entre uno que ve la obra como turista y otro que la ve como peregrino. Y cuando las personas hacen este click, todo les cambia. Se les abre un mundo nuevo, como fue en mi caso con aquel cuadro de Verme er.
--¿Y qué recomienda a los turistas o peregrinos o turistas-peregrinos que visitan el arte de Roma?
--Padre Haydu: Que vengan y descansen no sólo distrayéndose con tanta belleza artística, sino que traten de descubrir a Cristo, el mensaje de fe que hay detrás de cada obra de arte cristiano. Que hagan no sólo una ruta turística sino también un camino de fe. En este sentido puede ser una ayuda pedir que quien dirige las explicaciones de las obras de arte les ayude también a hacer una experiencia de fe.
--¿Cómo pueden ayudar los guías a los visitantes de Roma?
--Padre Haydu: Los guías son sobre todo historiadores de arte. Ahora bien, el guía cristiano busca también transmitir el fondo humano, cristiano y espiritual que hay detrás de cada obra de arte. De hecho ya hay numerosos guías aquí en Roma y en otros lu gares que así lo hacen. Pienso que la misión del guía cristiano es la de ser puente entre Dios y el arte. Es quien ayuda a que quienes aprecian el arte pasen por él y conozcan las explicaciones artísticas, sí, pero también se encuentren con la fe, con el Evangelio y con Cristo. Les hablará de las ideas que los artistas querían transmitir. El guía cristiano por una parte conoce bien la historia y los aspectos técnicos de cada obra, y por otra parte busca comunicar a los turistas y peregrinos ideas que les ayuden a apreciar mejor el arte y a crecer humana y espiritualmente. De esta manera, los visitantes se acordarán siempre de aquel tour guiado de Roma, porque no se llevarán sólo datos científicos e históricos que se olvidan al día siguiente, sino que se llevarán algo más: una experiencia de acercamiento a Dios. Eso nunca se olvida.
--¿Quién puede colaborar con los Patrocinadores de las artes de los Museos vaticanos?
--Padre Haydu: Cualquier persona que quiera sumarse al esfuerzo de conservar en su estado más perfecto el patrimonio artístico de los Museos vaticanos, de preservar estos valiosos elementos del patrimonio universal y de crear una cultura cristiana del hombre y del arte. Quien busque más información puede visitar nuestra página:www.vatican-patrons.org
"Caritas in veritate": Un documento moral, no poltico
Por Carl Anderson, caballero supremo de los Caballeros de ColnNEW HAVEN, Connecticut, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario a la encíclica "Caritas in veritate" que ha escrito para ZENIT Carl Anderson, caballero supremo de los Caballeros de Colón y un autor de superventas según la clasífica del New York Times.
* * *
Mucho antes de la "izquierda" y la "derecha", estaba el Evangelio, y mucho después de que esas etiquetas políticas hayan caído en el olvido, el Evangelio permanecerá.
A la luz de esto, es sumamente importante que recibamos la encíclica del Papa Benedicto XVI "Caritas in veritate" como un documento que debería informar nuestra perspectiva.
Podemos resumir así el pensamiento del Papa sobre la economía: cada uno de nosotros debe responder a la pregunta de Cristo: "¿Quién decís que soy yo?".
Si nosotros, con Pedro, respondemos "El Mesías", entonces esto debe dirigir el eje de nuestra vida.
Nuestra realidad más importante debe ser la verdad de nuestras relaciones. En este sentido, podemos entender cómo la ley y los profetas podrían resumirse en dos mandamientos de Cristo: que amemos a Dios con todo nuestro corazón y a los demás como a nosotros mismos.
Así somos capaces de hablar de "Caritas in veritate".
Desde el momento en que aceptamos a Cristo y esos dos mandamientos, ya no podemos volver a formular la pregunta de Caín: "¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?".
En su lugar, debemos comprender que nuestro ejercicio de la libertad no puede tomar la forma de una simple acumulación del máximo de riqueza que podamos.
Al contrario, todo lo que nosotros hacemos libremente debe reflejar esa realidad y debemos tener en cuenta, en todas nuestras acciones, sus efectos sobre los demás.
No necesitamos ir más allá de las dos primeras palabras del Padrenuestro, que Benedicto XVI cita al final de este documento, para ver la familia humana común a la que pertenecemos.
Con esta finalidad, debemos reco rdar algunos hechos importantes:
En primer lugar, nosotros no debemos preguntarnos cómo esta encíclica respalda nuestra visión del mundo, sino al contrario, cómo debe cambiar nuestra visión del mundo en respuesta a este documento.
Los comentaristas deberían evitar la tentación de intentar analizar la encíclica desde sus propias perspectivas o a través de una visión política.
Las tesis del Papa dejan claro que un fundamento ético debe trascender la política, y, como aparece explícito en el documento, las soluciones técnicas pertenecen a los actores políticos.
En segundo lugar, el mundo merece una economía de mercado con conciencia, tal y como los eventos de la economía global han dejado claro el año pasado.
En 1985, el Papa Benedicto XVI, criticó el marxismo en un documento, por e xcluir tanto a Dios como a una adecuada función humana y, por tanto, por ser demasiado "determinista".
También advirtió que las economías de mercado corrían el mismo riesgo de colapsarse si también excluían o ignoraban el componente ético de la toma de decisiones individuales.
Realmente, los acontecimientos recientes han confirmado su conclusión y, por tanto, esta encíclica, y su llamamiento por un sistema moral, son de lo más irresistibles.
En tercer lugar, mientras el debate mundial se centra en las soluciones técnicas a la crisis económica, el Papa Benedicto XVI nos está pidiendo que volvamos a evaluar el fundamento mismo de nuestro sistema.
También que construyamos sobre la roca de los valores éticos en lugar de sobre la arena del determinismo.
En cuarto lugar, el Papa nos ha llamado a una reali dad económica que debe respetar la vida de todas las personas, incluso las más pequeñas y más necesitadas.
Esto es notable y oportuno a la vez, como lo es su indicación sobre la necesaria función que la religión debe desempeñar en el espacio público.
En quinto lugar, esta encíclica es tanto un documento Católico como un documento católico.
Verla desde un punto de vista puramente nacional sería tan equivocado como verla desde un punto de vista político.
Por ejemplo, sobre la exhortación del Papa por una "redistribución" justa, no puede indicarse ningún país que no distribuya la riqueza de sus ciudadanos de alguna manera.
El Papa pregunta si, independientemente del país, esto se hace con justicia.
Los que vivimos en países de economías boyantes, con un nivel de vida mucho más allá de lo que muchos del mundo pueden imaginar, debemos detenerbis para reflexionar sobre esto.
Ciertamente tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestros vecinos. Podemos y debemos hacer más.
Pero no somos los únicos. ¿Es justo que un "presidente" de un país en un pobre rincón del mundo deposita billones de dólares en una cuenta de un banco suizo, mientras su gente vive con un dólar al día?
¿Es justo que una población muera de hambre mientras una oligarquía aumenta su riqueza? Realmente, todos tenemos derecho a comer y a los servicios básicos.
Un cristiano debe ser una persona para los demás. Es más, no sólo los cristianos, sino todo el mundo está llamado a vivir de esta manera.
Durante demasiado tiempo, demasiadas personas se han comportado como si únicamente se debieran lealtad a sí mismos.
Todos hemos visto los resultados de esa conducta y sabemos que es un modelo pobre, ética y económicamente.
Ahora, la gente está buscando una brújula moral y sabe que el Papa Benedicto XVI tiene una. Pero si bien una brújula puede señalar el camino, seguirla depende de nosotros.
[Traducción del original en inglés por Patricia Navas]
Benedicto XVI presenta la encclica "Caritas in veritate"
Intervencin durante la audiencia generalCIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la intervención de Benedicto XVI durante la audiencia general de este miércoles, celebrada en el Aula Pablo VI, con peregrinos procedentes de todo el mundo, dedicada a presentar la encíclica que publicó este martes, "Caritas in veritate".
* * *
Queridos hermanos y hermanas:
Mi nueva encíclica "Caritas in veritate", que ayer se presentó oficialmente, se inspira en su visión fundamental en un pasaje de la carta de san Pablo a los Efesios, en el que el apóstol habla del actuar según la verdad en la caridad: "Actuando --lo acabamos de escuchar-- según la verdad en la caridad, crecemos en todo hasta aquel que es la cabeza, Cristo" (4, 15). La caridad en la verdad es, por tanto, la principal fuerza propulsora para el verdadero desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. Por esto, en torno al principio "caritas in veritate", gira toda la doctrina social de la Iglesia. Sólo con la caridad, iluminada por la razón y por la fe, es posible conseguir objetivos de desarrollo con un valor human y humanizador. La caridad en la verdad "es el principio sobre el que gira la doctrina social de la Iglesia, un principio que adquiere forma operativa en criterios orientadores de la acción moral" (n. 6). La encíclica alude en seguida en la introducción a dos criterios fundamentales: la justicia y el bien común. La justicia es parte integrante de ese amor "con los hechos y en la verdad" (1 Juan 3,18), a la que exhorta el apóstol Juan (Cf. n. 6). Y "amar a alguien es querer su bien y obrar eficazmente por él. Junto al bien individual, hay un bien ligado a la vida social de las personas... Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja" por el bien común. Por tanto, dos son los criterios operativos, la justicia y el bien común; gracias a éste último, la caridad adquiere una dimensión social. Todo cristiano --dice la encíclica-- está llamado a esta caridad, y añade: "Ésta es la vía institucional... de la caridad" (cfr n. 7).
Como otros documentos del Magisterio, también esta encíclica r etoma, continúa y profundiza el análisis y la reflexión de la Iglesia sobre cuestiones sociales de vital interés para la humanidad de nuestro tiempo. De modo especial, enlaza con cuanto escribió Pablo VI, hace ahora más de cuarenta años, en la "Populorum progressio",piedra angular de la enseñanza social de la Iglesia, en la que el gran pontífice traza algunas líneas decisivas, y siempre actuales, para el desarrollo integral del hombre y del mundo moderno. La situación mundial, como ampliamente demuestra la crónica de los últimos meses, sigue presentando no pocos problemas y el "escándalo" de desigualdades clamorosas, que permanecen a pesar de los compromisos adoptados en el pasado. Por una parte, se registran signos de graves desequilibrios sociales y económicos; por la otra, se invocan desde muchas partes reformas que no pueden demorarse por más tiempo para superar la brecha en el desarrollo de los pueblos. El fenómeno de la globalización puede, en este sentido, constituir una oportunidad real, pero por esto es importante que se acometa una profunda renovación moral y cultural y un discernimiento responsable sobre las elecciones que hay que realizar para el bien común. Un futuro mejor para todos es posible, si se funda en el descubrimiento de los valores éticos fundamentales. Es necesaria por tanto una nueva proyección económica que vuelva a diseñar el desarrollo de forma global, basándose en el fundamento ético de la responsabilidad ante Dios y ante el ser humano como criatura de Dios.
La encíclica ciertamente no mira a ofrecer soluciones técnicas a las grandes problemáticas sociales d el mundo actual --no es la competencia del magisterio de la Iglesia (Cf. n. 9)--. Ésta recuerda sin embargo los grandes principios que se revelan indispensables para construir el desarrollo humano en los próximos años. Entre éstos, en primer lugar, la atención a la vida del hombre, considerada como centro de todo verdadero progreso; el respeto del derecho a la libertad religiosa, siempre unido íntimamente al desarrollo del hombre; el rechazo de una visión prometeica del ser humano, que lo considera artífice absoluto de su propio destino. Una ilimitada confianza en las potencialidades de la tecnología se revelaría finalmente ilusoria. Se necesitan hombres rectos tanto en la política cuanto en la economía, que estén sinceramente atentos al bien común. En particular, viendo las emergencias mundiales, es urgente llamar la atención de la opinión pública ante el drama del hambre y de la seguridad alimentaria, que afecta a una parte considerable de la humanidad. Un drama de tales dimensiones interpela a nuestra conciencia: es necesario afrontarlo con decisión, eliminando las causas estructurales que lo provocan y promoviendo el desarrollo agrícola de los países más pobres. Estoy seguro de que esta vía solidaria al desarrollo de los países más pobres ayudará ciertamente a elaborar un proyecto de solución de la crisis global actual. Indudablemente debe revalorarse atentamente el papel y el poder político de los Estados, en una época en la que existen de hecho limitaciones a su soberanía a causa del nuevo contexto económico-comercial y financiero internacional. Y por otro lado, no debe faltar la participación de los ciudadanos en la política nacional e internacional, gracias también a un compromiso renovado de las asociaciones de los trabajadores llamados a instaurar nuevas sinergias a nivel local e internacional. Un papel de primer nivel desempeñan, también en este campo, los medios de comunicación social para la potenciación del diálogo entre culturas y tradiciones diversas.
Queriendo por tanto programar un desarrollo no viciado por las disfunciones y distorsiones hoy ampliamente presentes, se impone por parte de todos una seria reflexión sobre el sentido mismo de la economía y sobre sus finalidades. Lo exige el estado de salud ecológica del planeta; lo pide la crisis cultural y moral del hombre que aparece con evidencia en cada lugar del globo. La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; necesita recuperar la importante contribución del principio de gratuidad y de la "lógica del don" en la economía de mercado, en el que la regla no puede ser el provecho propio. Pero e sto sólo es posible únicamente gracias al compromiso de todos, economistas y políticos, productores y consumidores, y presupone una formación de las conciencias que dé fuerza a los criterios morales en la elaboración de los proyectos políticos y económicos. Justamente, desde muchas partes se apela al hecho de que los derechos presuponen deberes correspondientes, sin los cuales los derechos corren el riesgo de transformarse en libre arbitrio. Es necesario, se repite cada vez más, un estilo diverso de vida por parte de toda la humanidad, en el que los deberes de cada uno hacia el ambiente se unan con los de la persona considerada en sí misma y en relación con los demás. La humanidad es una sola familia y el diálogo fecundo entre fe y razón no puede más que enriquecerla, haciendo más eficaz la obra de la caridad en lo social, constituyendo además el marco apropiado para incentivar la colaboración entre creyentes y no creyentes, en la perspectiva compartida de trabajar por la justicia y la paz en el mundo. Como criterios-guía por esta interacción fraterna, en la encíclica indico los principios de subsidiariedad y de solidaridad, en estrecha conexión entre sí. He señalado finalmente, ante problemáticas tan vastas y profundas del mundo de hoy, la necesidad de una Autoridad política mundial regulada por el derecho, que se atenga a los mencionados principios de subsidiariedad y solidaridad y que esté firmemente orientada por la realización del bien común, en el respeto de las grandes tradiciones morales y religiosas de la humanidad.
El Evangelio nos recuerda que no sólo de pan vive el hombre: no sólo con bienes materiales se puede satisfacer la profunda sed de su corazón. El horizonte del hombre es indudablemente más alto y m&aac ute;s vasto; por esto todo programa de desarrollo debe tener presente, junto a lo material, el crecimiento espiritual de la persona humana, que está dotada de alma y cuerpo. Este es el desarrollo integral, al que constantemente se refiere la doctrina social de la Iglesia, desarrollo que tiene su criterio orientador en la fuerza propulsora de la "caridad en la verdad". Queridos hermanos y hermanas, oremos para que también esta encíclica pueda ayudar a la humanidad a sentirse una única familia comprometida en realizar un mundo de justicia y de paz. Oremos para que los creyentes, que trabajan en los sectores de la economía y de la política, adviertan cuán importante es la coherencia de su testimonio evangélico en el servicio que ofrecen a la sociedad. Particularmente, os invito a rezar por los jefes de Estado y de Gobierno del G8 que se reúnen en estos días en L'Aquila. Que de esta importante cumbre mundia l broten decisiones y orientaciones útiles para el verdadero progreso de todos los pueblos, especialmente de los más pobres. Confiamos estas intenciones a la maternal intercesión de María, Madre de la Iglesia y de la humanidad.
[Al final de la audiencia, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo: ]
Queridos hermanos y hermanas:
La encíclica "Caritas in veritate", que ayer se publicó oficialmente, pone de relieve que la caridad en la verdad es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de la persona y la humanidad, así como el eje de toda la doctrina social de la Iglesia. Este documento profundiza la reflexión eclesial sobre importantes cuestiones sociales, teniendo en cuenta, sobre todo, cuanto Pablo Sexto dijo en su encíclica "Populorum progressio". A este respecto, la Iglesia no desea ofrecer soluciones técnicas a los problemas de nuestros días, sino recordar los grandes principios sobre los que puede construirse el desarrollo humano en los próximos años, entre los que destaca la atención a la vida del hombre, núcleo de cualquier progreso auténtico. Os exhorto a orar para que esta Encíclica ayude a la humanidad a sentirse una única familia, comprometida en la realización de un futuro mejor para todos. Asimismo, recemos para que en el encuentro de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en estos días en L'Aquila se tomen decisiones que beneficien a todos los pueblos, especialmente a los más pobres.
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los Seminaristas de Lugo, acompañados por su obispo, monseñor Alfonso Carrasco Rouco, a los jóvenes de la Parroquia de Illescas, de Toledo, a los miembros de la Corporación Musical "Santa Cecilia", de Ibagué, a los participantes en el curso internacional de formadores del Regnum Christi, así como a los demás grupos procedentes de España, México, Argentina, Colombia y otros países latinoamericanos. Os invito a intensificar vuestro conocimiento de la doctrina social de la Iglesia, para que seáis, con vuestra palabra y ejemplo personal, sal de la tierra y luz del mundo. Muchas gracias.
[Al despedirse de los peregrinos, hablando en italiano, añadió:]
Como de costumbre, el pensamiento final se dirige a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados hoy presentes. Queridos jóvenes, sé que muchos de vosotros aprovechan el tiempo veraniego para vivir una experiencia significativa de servicio: os animo en esto y os recomiendo el ejemplo de un coetáneo vuestro, el beato Piergiorgio Frassati. A vosotros, queridos enfermos, os auguro que encontréis consuelo en las palabras del apóstol Pablo, que la liturgia nos ha vuelto a proponer el pasado domingo: "Con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo" (2 Cor 12,9). Y vosotros, queridos recién casados, sabed siempre cultivar, con la oración y el amor mutuo, la relación conyugal que habéis sellado con el Sacramento nupcial.
[Traducción del original italiano por Inma Álvarez
© Copyright 2009 - Libreria Editrice Vaticana]
Comunicado del cardenal Levada sobre el "motu proprio" "Ecclesiae unitatem"
El dilogo con la Fraternidad de San Po X ser ahora esencialmente doctrinalCIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Comunicado del cardenal William Joseph Levada, presidente de la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei" en cuanto prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con motivo de la publicación de la carta apostólica de Benedicto XVI en forma de "motu proprio" "Ecclesiae unitatem".
* * *
Según anticipó la carta del Santo Padre a los obispos de la Iglesia católica sobre la remisión de la excomunión de los cuatro obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre (10 marzo 2009), se publica hoy la carta "motu proprio" "Ecclesiae unitatem", con la cual se replantea y actualiza la estructura de la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei", instituida por Juan Pablo II en 1988.
Con el "motu proprio" "Ecclesiae unitatem" ante todo se explica el motivo principal de esta reestructuración. La remisión de la excomunión a los cuatro obispos lefebvristas fue una medida en el ámbito de la discipl ina canónica para liberar a las personas del peso de la censura eclesiástica más grave, con la conciencia de que las cuestiones doctrinales permanecen hasta que no queden aclaradas y de que la Fraternidad Sacerdotal San Pío X no puede disfrutar de un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no ejercer legítimamente ningún ministerio en la Iglesia. Por tanto, dado que los problemas son de naturaleza esencialmente doctrinal, el Santo Padre ha decidido replantear la estructura de la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei", uniéndola de manera más cercana a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Comisión Pontificia "Ecclesia Dei", mantiene su configuración actual, con algunas modificaciones en su estructura, que aquí se resumen:
1) El presidente de la Comisión es el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
<>2) La Comisión tendrá un propio cuadro orgánico, compuesto por el secretario y oficiales.3) La tarea del cardenal presidente, ayudado por el secretario, consiste en presentar los principales casos y las cuestiones de carácter doctrinal al examen y al juicio de las instancias ordinarias de la Congregación para la Doctrina de la Fe (consultores y miembros de la sesión ordinaria - plenaria), y someter los resultados a las disposiciones supremas del Sumo Pontífice.
El cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y ahora nombrado presidente de la Comisión "Ecclesia Dei", ha expresado gratitud al Santo Padre por la confianza que le ha mostrado con esta decisión, asegurando al Santo Padre, también en nombre de los oficiales de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el compromiso por el diálogo doctrinal con la Fraternidad Sacerdotal de S an Pío X.
El Santo Padre, con una carta autógrafa, ha dado profundamente las gracias al cardenal Darío Castrillón Hoyos, hasta ahora presidente, por su gran entrega al trabajo de la Comisión "Ecclesia Dei". Del mismo modo, el Santo Padre, a través del secretario de Estado, ha dado las gracias a monseñor Camille Perl por tantos años de servicio a la misma Comisión. A estos agradecimientos se ha unido también el cardenal Levada, extendiéndolos a los miembros y expertos de la Comisión, cuyo trabajo ahora será retomado por los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, así como por expertos escogidos según las necesidades para estudiar cuestiones particulares.
Dando la bienvenida al nombramiento de monseñor Guido Pozzo como secretario de la Comisión, el cardenal Levada ha constatado la preparación de monseño r Pozzo y su particular interés por las cuestiones que competen a la Comisión "Ecclesia Dei". Hasta ahora, monseñor Pozzo ha sido ayudante de estudio de la Oficina Doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe y secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional.
Con el "motu proprio" publicado hoy, el Santo Padre ha querido mostrar particular y paterna solicitud a la Fraternidad de San Pío X con el objetivo de superar las dificultades que todavía permanecen para alcanzar la plena comunión con la Iglesia.
[Traducción del original en italiano realizada por Jesús Colina]
"Motu proprio" de Benedicto XVI "Ecclesiae unitatem"
A propsito de la Comisin Pontificia "Ecclesia Dei"CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 8 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos la carta apostólica de Benedicto XVI, en forma de "motu proprio", "Ecclesiae unitatem" a propósito de la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei".
MOTU PROPRIO DATAE
BENEDICTUS PP. XVI
1. La tarea de custodiar la unidad de la Iglesia, con la solicitud de ofrecer a todos las ayudas para responder de manera oportuna a su vocación y gracia divina, corresponde de modo particular al sucesor del apóstol Pedro, quien es el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad, tanto de los obispos como de los fieles (Constitución dogmática del Concilio Ecuménico Vaticano II sobre la Iglesia "Lumen Gentium", 23; Constitución dogmática del Concilio Ecuménico Vaticano I sobre la Iglesia de Cristo "Pastor aeternus", cap. 3). La prioridad suprema y fundamental de la Iglesia, en todo tiempo, de llevar a los hombres hacia el encuentro con Dios debe ser favorecida por el compromiso de llegar al testimonio común de fe de todos los cristianos.
2.En fidelidad a este mandato, tras el acto con el que el arzobispo Marcel Lefebvre, el 30 de junio de 1988, confirió ilícitamente la ordenación episcopal a cuatro sacerdotes, el Papa Juan Pablo II, de venerada memoria, instituyó el 2 de julio de 1988 la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei" "con la tarea de colaborar con los obispos, con los dicasterios de la Curia Romana y con los ambientes interesados, para facilitar la plena comunión eclesial de los sacerdotes, seminaristas, comunidades, religiosos o religiosas, que hasta ahora estaban ligados de distintas formas a la Fraternidad fundada por le arzobispo Lefebvre y que deseen permanecer unidos al sucesor de Pedro en la Iglesia católica, conservando sus tradiciones espirituales y litúrgicas, según el protocolo firmado el pasado 5 de mayo por el cardenal Ratzinger y por el arzobispo Lefebvre" (Cf. Juan Pablo II, "motu proprio" "Ecclesia Dei", 2 de julio de 1988).
3. En esta línea, adhiriendo fielmente a la misma tarea de servir a la comunión universal de la Iglesia, también en su manifestación visible y realizando todo esfuerzo para que a todos aquéllos que tienen verdaderamente el deseo de la unidad les sea posible permanecer en ella o volver a encontrarla, he querido ampliar y actualizar, con el "motu proprio" "Summorum Pontificum", la indicación general ya contenida en el "motu proprio" "Ecclesia Dei", sobre la posibilidad de utilizar el "Missale Romanum" de 1962, con normas más precisas y detalladas (Cf. Benedicto XVI, "Summorum Pontificum", 7 de julio de 2007).
4. Con el mismo espíritu y con el mismo empeño por favorecer la superación de toda fractura y división en la Iglesia y de curar una herida experimentada de una manera cada vez más dolorosa en el tejido ecles ial, he querido levantar la excomunión a los cuatro obispos ordenados ilícitamente por monseñor Lefebvre. Con esta decisión, he querido quitar un impedimento que podía prejuzgar la apertura de una puerta al diálogo e invitar de este modo a los obispos y a la Fraternidad de San Pío X a volver a encontrar el camino hacia la comunión plena con la Iglesia. Como he explicado en la carta a los obispos católicos del 10 de marzo pasado, la remisión de la excomunión ha sido una medida en el ámbito de la disciplina eclesiástica para liberar a las personas del peso de conciencia representado por la censura eclesiástica más grave. Pero las cuestiones doctrinales obviamente permanecen y, hasta que no se aclaren, la Fraternidad no tendrá un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no podrán ejercer legítimamente ningún ministerio.
5. Precisamente porque los problemas que ahora deben ser tratados con la Fraternidad son de naturaleza esencialmente doctrinal, he decidido, después de 21 años del motu proprio "Ecclesia Dei", y según la facultad que me había reservado (Cf. "Summorum Pontificum", artículo 11), replantear la estructura de la Comisión "Ecclesia Dei", uniéndola de manera estrecha a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
6. Por tanto, la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei" tendrá esta configuración:
a) El presidente de la Comisión es el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
b) La Comisión tendr&aacu te; un propio cuadro orgánico, compuesto por el secretario y oficiales.
c) Al presidente, ayudado por el secretario, le corresponderá someter los principales casos y las cuestiones de carácter doctrinal al estudio y discernimiento de las instancias ordinarias de la Congregación para la Doctrina de la Fe, así como someter los resultados a las disposiciones superiores del Sumo Pontífice.
7. Con esta decisión he querido, en particular, manifestar solicitud paterna a la Fraternidad de San Pío X para volver a encontrar la comunión plena con la Iglesia. Dirijo a todos una apremiante invitación a rezar sin descanso al Señor, por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, "ut unum sint".
Dado en Roma, en San Pedro, el 2 de julio de 2009, año quinto de nuestro pontificado.
BENEDICTUS PP. XVI
[Traducción del original en latín por Jesús Colina
© Copyright 2009 - Libreria Editrice Vaticana]
SANTA SEDE
El Papa al G8: la crisis requiere ms compromiso contra la pobreza
"Caridad en la verdad", la tercera encclica de Benedicto XVI
Encclicas sociales, renovacin en la continuidad
El Papa pide a las autoridades de Hait un mayor apoyo a la familia
Mensaje vaticano ve en el turismo una ayuda contra la xenofobia
El vicario de Toledo, subsecretario de la Congregacin para el Culto
La crisis econmica tambin afecta a las cuentas del Vaticano
MUNDO
La Iglesia en Honduras apuesta por el dilogo para superar la crisis
Organizaciones catlicas de ayuda piden al G8 cumplir promesas
Cardenales, obispos y ONG catlicas Por una agenda de la esperanza
Las "hermanas azules" celebran la beatificacin de su fundadora
El trfico de drogas pone en peligro la seguridad de Mxico
Per: La Iglesia no es consultada sobre la ley de libertad religiosa
DOCUMENTACIN
Benedicto XVI: La educacin, necesaria para combatir la pobreza
Mensaje vaticano para la Jornada Mundial del Turismo 2009
El Papa al G8: la crisis requiere ms compromiso contra la pobreza
Carta de Benedicto XVI a Berlusconi con motivo de la cumbre en LAquilaCIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- La crisis económica no debe hacer disminuir la ayuda a los países en vías de desarrollo y el compromiso para eliminar la pobreza extrema en el mundo, sino todo lo contrario.
Lo señala Benedicto XVI en una carta dirigida al presidente del Consejo de Ministros de Italia, Silvio Berlusconi, con motivo de la próxima de reunión de jefes de Estado y de gobierno del Grupo de los países más industrializados G8.
Esa reunión se celebrará bajo presidencia italiana en L'Aquila, Italia, del 8 al 10 de julio.
En el texto, el Papa aborda los desafíos planteados por la crisis global y exhorta a los líderes políticos mundiales a "convertir el modelo de desarrollo global" a los valores de la solidaridad y de la "caridad en la verdad".
La caridad en la verdad es, precisamente, el tema central de su nueva encíclica, que será publicada este martes, día anterior a la cumbre en L'Aquila.
El Santo Padre afirma que en el pasado reciente, la mayoría de países menos desarrollados ha podido disfrutar de un periodo de extraordinario crecimiento.
Este crecimiento ha permitido a muchos de esos Estados confiar en la consecución de uno de los objetivos fijados por la comunidad internacional en el umbral del tercer milenio: el de erradicar la pobreza extrema y el hambre.
Entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que los 191 estados miembros de la ONU se comprometieron a conseguir en el año 2015, destaca el de reducir a la mitad el porcentaje de población que vive con menos de un dólar al día.
"Desgraciadamente, la crisis financiera y económica, que afecta al planeta entero desde el inicio del 2008, ha cambiado el panorama", observa el Papa.
Y ahora, "es real el riesgo, no sólo de que se apague la esperanza de acabar con la pobreza extrema, sino también de que caigan en la miseria poblaciones que hasta ahora gozaban de un mínimo bienestar material".
La carta continúa: "La actual crisis económica mundial comporta la amenaza de la cancelación o de la drástica reducción de los planes de ayuda internacional, especialmente los dirigidos a África y a otros países económicamente menos desarrollados".
Por ello, el Papa lanza una llamada a los estados miembros del G8, a los demás países representados y a los gobiernos del mundo entero.
Para que "la ayuda al desarrollo, sobre todo la destinada a valorar los recursos humanos, sea mantenida y potenciada, no sólo a pesar de la crisis, sino precisamente por ella, porque ésa es una de las principales vías de solución".
En particular, Benedicto XVI recomienda valorar "la eficacia técnica de los procedimientos a adoptar para superar la crisis" a la luz de su "ética".
Por ello, invita de modo especial a asegurar a todos un puesto de trabajo y a dar vida a un justo sistema comercial.
También a "reformar la arquitectura financiera internacional", evitando fenómenos especulativos y garantizando disponibilidad de crédito público y privado "al servicio de la producción y del trabajo", sobre todo en los país es más desfavorecidos.
El Papa concluye: "La legitimación ética de los compromisos políticos exigirá que éstos sean contrastados con los pensamientos y las necesidades de toda la comunidad internacional".
Y ello, en particular, a través del vínculo con la Asamblea de las Naciones Unidas, donde "cada nación, sea cual sea su peso político y económico, puede legítimamente expresarse en condiciones de igualdad con las demás".
"Caridad en la verdad", la tercera encclica de Benedicto XVI
Despus de "Deus caritas est", dedicada al amor, y "Spe salvi" a la esperanzaCIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El mundo católico y cientos de instituciones sociales están a la espera de la tercera encíclica del Papa Benedicto XVI "Caritas in veritate" (Caridad en la verdad), firmada el pasado 29 de junio, en la fiesta de San Pedro y San Pablo, que será publicada este martes.
Dos encíclicas la han precedido: el amor fue su punto de partida con la publicación de "Deus Caritas est" firmada en diciembre de 2005. Esta encíclica fue seguid a por otra sobre la esperanza, "Spe Salvi", publicada en noviembre de 2007.
Dios es amor
El pontífice comienza su primera encíclica explicando de manera teórica los dos tipos de amor.
El primero, el eros, identificado más como el amor entre un hombre y una mujer es visto por los griegos como una "locura divina". Su Santidad aclara que debe ir más allá de de la "chispa inicial" y debe ir iluminada con la voluntad y la razón que lo purifican.
Luego se refiere al segundo tipo de amor: el ágape, amor de amistad dispuesto al sacrificio.
Ambos tipos de amor no se anteponen sino más bien, se encuentran para que se realice mejor la esenci a del amor general que tiende hacia su modelo más perfecto y sublime que es Dios mismo.
En la práctica el Papa quiere mostrar que "la fe bíblica no construye un mundo paralelo o contrapuesto al fenómeno humano originario del amor, sino que asume a todo el hombre, interviniendo en su búsqueda de amor para purificarla, abriéndole al mismo tiempo nuevas dimensiones".
En la segunda parte de Deus caritas est, Benedicto XVI se refiere a la caridad cristiana diciendo que el papel de la Iglesia no puede ser el de un servicio meramente asistencialista. Señala que es necesario ver en el hermano el rostro sufriente de Cristo.
"Toda la actividad de la Iglesia es una expresión de un amor que busca el bien integral del ser humano: busca su evangelización mediante la Palabra y los Sacramentos, empresa tantas veces heroica en su realización histórica; y busca su promoción en los diversos ámbitos de la actividad humana", dice el Pontífice
Por tanto, asegura en su primera encíclica, "el amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres".
Así la justicia adquiere una mayor fuerza y va más allá de la distribución equitativa de bienes. Llega al corazón del hombre, le hace ver su dignidad humana y la imagen de Dios, tantas veces herida por actos de injusticia.
La verdadera esperanza
En su segunda encíclica, lanzada en el adviento de hace dos años, Su Santidad explica cómo la esperanza se convierte en el motor que permite al hombre llenar de sentido cada día de su vida, haciéndose pleno solamente si mira hacia la eternidad.
Aprovecha este tiempo litú ;rgico para decir: "Según la fe cristiana, la 'redención', la salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino".
La encíclica muestra que la esperanza cobra verdadero sentido cuando el hombre deja de poner esta virtud sólo en estructuras creadas por él mismo y queriendo hallar respuestas en la ciencia, la economía o la política.
"Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar", escribe el Papa.
Sistemas políticos, como el marxismo, han buscado consolidar en esta tierra un reino donde el mal esté totalmente ausente. Pero, aclara el pontífice, esta ilusión es totalmente utópica, porque cada comunidad está compuesta por seres humanos cuya libertad muchas veces está inclinada hacia el mal.
"La esperanza bíblica del reino de Dios ha sido reemplazada por la esperanza del reino del hombre, por la esperanza de un mundo mejor que sería el verdadero 'reino de Dios'", señala Benedicto XVI
El Papa sin embargo, da una visión de esperanza, diciendo que el hombre es tan valioso que por eso Dios mismo decide hacerse uno de nosotros.
Asegura, pues, que huir del dolor nunca será la solución al sufrimiento porque lo necesario es aceptarlo y madurar en él y enc ontrar un sentido mediante la unión con Cristo.
El pontífice muestra cómo "Dios es el fundamento de la esperanza"; "pero no cualquier dios", advierte, "sino el Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo, a cada uno en particular y a la humanidad en su conjunto".
Caridad en la verdad
Con su tercera encíclica, el Papa pretende enriquecer el magisterio social pontificio. La última de este carácter fue publicada 1991. Se trata de "Centesimus Annus" de Juan Pablo II, al conmemorar el primer centenario de la "Rerum Novarum" de su predecesor Le&oa cute;n XIII sobre la cuestión de los trabajadores.
Benedicto XVI ha explicado que "Caritas in Veritate" es una actualización de la "Populorum Progressio", escrita por Pablo VI y publicada en 1967.
"Quiere profundizar algunos aspectos del desarrollo integral de nuestra época, a la luz de la caridad en la verdad", aseguró el durante el rezo del Ángelus el pasado 29 de junio.
Por Carmen Elena Villa
Encclicas sociales, renovacin en la continuidad
La tercera encclica de Benedicto XVI ser publicada este martesCIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Después de 18 años de la publicación de la última encíclica social "Centesimus Annus" de Juan Pablo II, este martes se dará a conocer la tercera encíclica de Benedicto XVI "Caritas in veritate".
La "Rerum Novarum" escrita por el Papa León XIII y publicada en 1891 marcó un hito en el Magisterio Social Pontificio: era la primera vez que un documento eclesial de este tipo estaba dirigido al tema social y a la cuestión obrera.
Sin embargo, la preocupación de la Iglesia por los derechos y la dignidad humana no es un tema nuevo. Más bien, es una cuestión que se ha tratado a lo largo de su historia que incluso viene desde los padres de la Iglesia, que ha pasado por el medioevo y que llega a nuestros días.
Jesús mismo en su predicación habló muchas veces sobre el ser social y la dignidad del hombre. Condenó pecados como la avaricia, la usura, la esclavitud. Igualmente habló de preocupaciones terrenales como la importancia de un salario justo y de la educación de los hijos y de un orden estructural.
En los últimos 120 años las encíclicas más citadas en esta materia son "Rerum Novarum", 1891 de León XIII, "Quadragesimo Anno" (1931) de Pio XI y "Mater et Magistra" (1961) de Juan XXIII.
En estos documentos el centro de reflexión es siempre el mismo: el hombre creado a imagen y semejanza de Dios y por lo tanto dotado por naturaleza de una dignidad específica (hijo del Creador), raíz última de todos sus derechos.
De hecho, en la "Rerum Novarum" se afirma que el principio inspirador de la cuestión social es la innegable dignidad de la persona humana.
En esta específica dignidad se fundan los derechos inalienables: la vida y la libertad religiosa.
En ellos se encuentra el sustento de todos los otros derechos humanos como el uso de los bienes materiales, la propiedad y su función social, el salario justo, la libertad, la participación a la vida del estado, la justicia, la instrucción entre otros.
Renovación en continuidad
El magisterio pontificio en el ámbito de la "cuestión social" como se dice hoy (porque en los tiempos de la "Rerum Novarum" se hablaba de la "cuestión obrera"), se ha revelado siempre una innovación en continuidad.
Esto evidencia un esfuerzo constante por iluminar las nuevas situaciones sociales a la luz de los principios inmutables del Evangelio, de la tradición de las enseñanzas del pasado.
Cada una de estas encíclicas ha sido una respuesta del magisterio de la Iglesia a los desafíos del momento y por lo tanto al cambio de las dinámicas sociales y económicas y, en el último siglo, también a los nuevos desarrollos que se registran en el campo internacional o geopolítico.
Esta visión planetaria, a partir de la creciente interdependencia de los pueblos y de las naciones está ya fuertemente presente en la "Mater et Magistra" de Juan XXIII y después en la "Populorum progressio" de Pablo VI.
Después de la disolución de la Unión Soviética, en 1989, y justo conmemorando el primer centenario de la Rerum Novamrum, Juan Pablo II publica su tercer encíclica social "Centesimus Annus" (1° de mayo de 1991) en la que habla de la necesidad de un nuevo orden mundial, visto a la luz del Evangelio y con los ojos de la Iglesia.
¿Qué es la doctrina social de la Iglesia?
En el documento de la Congregación para la Educación Católica titulado "Orientaciones para el estudio y enseñanza de la Iglesia en la formación sacerdotal" se lee lo siguiente: "La doctrina social de la Iglesia, en cuanto saber teórico-práctico, está orientada a la evangelización de la sociedad: incluye, pues, necesariamente la invitación a la acción social, ofreciendo para l as diversas situaciones orientaciones oportunas inspiradas en los principios fundamentales y en los criterios de juicio".
La reflexión de los pontífices se realiza por medio del discernimiento cristiano de la realidad interpretada a la luz del Evangelio y de la enseñanza social de la Iglesia , que demuestra así a cada momento histórico su actualidad.
Por ello la Iglesia interpreta los problemas de cada época histórica a raíz de la experiencia adquirida en el pasado y expresada en su enseñanza social.
El magisterio social pontificio da así luces para que los cristianos se pongan al frente de las nuevas situaciones con una conciencia bien formada según las exigencias éticas del Evangelio y con una sensibilidad social verdaderamente cristiana, madurada a través del estudio atento de diversos pronunciamientos magisteriales.
Nuevos problemas
E n la situación del mundo contemporáneo los profundos cambios en todos los campos de la actividad humana, económica, cultural, científica y técnica han hecho emerger nuevos problemas que reclaman el compromiso de todos los hombres de buena voluntad.
Entre estos resaltan el hambre, la violencia, el terrorismo nacional e internacional, del desarme y de la paz, de la deuda externa, del subdesarrollo de países del tercer mundo, de la manipulación genética, de la droga, del deterioro del ambiente etc.
Las encíclicas sociales subrayan también aquellas "zonas de miseria" y de "otras formas de injusticia más bastas", de aquellas de las épocas pasadas, como el hambre, la desocupación, la marginación social, la distancia que separa a los ricos - países, las regiones, grupos y de personas - de los pobres.
El Papa Benedicto XVI pretende así en su tercera encíclica actualizar el mensaje de Pablo VI dado en su encíclica "Populorum Progressio", publicada en 1967, sobre el tema del desarrollo de los pueblos.
El problema de la crisis económica actual será pues analizado manteniendo la continuidad con sus predecesores: hablando del derecho a la vida como la base de todos los demás derechos humanos y poniendo a Cristo como aquel que da mayor dignidad al hombre y hablando del compromiso social como consecuencia de la vivencia de la virtud de la caridad.
Por Carmen Elena Villa
El Papa pide a las autoridades de Hait un mayor apoyo a la familia
Educacin y medio ambiente, claves para combatir la pobrezaCIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El Papa pidió este lunes a las autoridades haitianas un mayor esfuerzo para ayudar a las familias más pobres, que se ven obligadas a emigrar para salir adelante.
En un discurso ante el nuevo embajador de Haití ante la Santa Sede, Carl-Henry Guiteau, al aceptar sus cartas credenciales, el Papa afirmó que las últimas catástrofes naturales sufridas en el país "han agravado la ya difícil situación de muchas familias", por lo que "muchos haitianos han debido abandonar su país a buscar otras fuentes de recursos para mantener a sus familias".
"Es conveniente que, a pesar de las situaciones administrativas a veces problemáticas, se encuentren soluciones rápidas que permitan a estas familias reunirse", pidió, y renovó su apelación a la comunidad internacional, pidiéndole "signos concretos de apoyo a las personas que sufren necesidad".
Por otro lado, el Papa insistió en la importancia de "ir a las raíces del problema de la pobreza", en las que "se encuentran a menudo diversas formas de privación cultural". En este sentido, explicó que "la educación de los jóvenes es una prioridad para el futuro de la nación".
"Esta tarea es importante y urgente para mejorar la calidad de la vida humana, tanto a nivel individual como social", explicó. "En este ámbito, la Iglesia Católica aporta una contribución significativa, tanto a través de sus numerosas instituciones educativas a través de su presencia en las zonas rurales y apartadas, como también por la calidad de la educación y la formación impartida en las escuelas católicas".
"Me alegra saber que estas instituciones son apreciados tanto por las autoridades como por la población", afirmó el Papa.
También aludió a la cuestión medioambiental, sobre la que los desastres sufridos por Haití "han dado lugar a una mayor conciencia".
"Hay una especie de parentesco entre el hombre y la creación, que debería conducir a respetar cada realidad. La protección del medio ambiente es un reto para todos, pues se trata de la defensa y promoción de un bien colectivo, destinado a todos, responsabilidad que debe incitar a las generaciones actuales a velar por las generaciones futuras".
Según el Papa, "la explotación imprudente d e los recursos de la creación y sus consecuencias, que suelen afectar seriamente la vida de los más pobres, no podrá afrontarse eficazmente si no es a través de opciones políticas y económicas conformes con la dignidad humana, así como con una cooperación internacional eficaz".
Signos de esperanza
A pesar de la pobreza que sufre el país, "no faltan los signos de esperanza", afirmó el Papa, que "se fundan en particular en los valores humanos y cristianos que existen en la sociedad haitiana, como el respeto a la vida, el apego a la familia, la asunción de las responsabilidades y, sobre todo, la fe en Dios, que no abandona a quienes confían en Él".
"El compromiso con estos valores permites evitar los males que amenazan la vida social y familiar. Asimismo, animo vivamente los esfuerzos de todos aquellos que en su país contribuye n a llevar adelante la protección de la vida y a devover a la institución familiar toda su importancia", añadió.
En este sentido, el Papa destacó la importancia del testimonio ofrecido por la comunidad católica, que "goza de aprecio tanto por las autoridades como por la población".
"Les aliento a continuar su servicio a la sociedad haitiana, estando atentos a las necesidades de los pobres y buscando entre todos la unidad de la nación, en la fraternidad y la solidaridad. Así será un auténtico signo de esperanza para todos los haitianos".
[Por Inma Álvarez]
Mensaje vaticano ve en el turismo una ayuda contra la xenofobia
Emitido por el Consejo Pontificio para la Pastoral de los EmigrantesCIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Un mensaje pastoral emitido por el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes considera que el turismo constituye una ayuda para el mutuo conocimiento que permite superar la intolerancia y la xenofobia.
Con este texto el discasterio vaticano ofrece su contribución a la reflexión que la Organización Mundial para el Turismo ha propuesto este año sobre el tema "El turismo, consagración de la diversidad".
El argumento, sobre el que gira la Jornada Mundial del Turismo, que se celebrará el 27 de septiembre de 2009, "nos abre caminos de encuentro con el ser humano en su diversidad, en su riqu eza antropológica", explica el mensaje pastoral, firmado por los arzobispo Antonio Maria Vegliò y Agostino Marchetto, respectivamente presidente y secretario del organismo del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.
Al afrontar la cuestión de la diversidad, los autores observan "una paradoja".
"Si por un lado se constata, en este tiempo de globalización, que las culturas y las religiones se acercan cada vez más, y que en el corazón de todas las culturas brota un auténtico deseo de paz, por otro lado se constatan incomprensiones, existen prejuicios y malentendidos profundamente enraizados, que levantan barreras y alimentan divisiones".
"Es el miedo a lo diverso, a lo desconocido", asegura el Consejo vaticano.
Por eso propone "trabajar por reemplazar la discriminación, la xenofobia y la intolerancia por la comprensión y la aceptación mutua, recorriendo los caminos del respeto, la educación y el diálogo abierto, constructivo y comprometido".
En este contexto, el mensaje pastoral, citando a Pablo VI asegura que "la Iglesia debe entrar en diálogo con el mundo en que le toca vivir. La Iglesia se hace palabra, la Iglesia se hace mensaje, la Iglesia se hace coloquio".
Es un diálogo constructivo y sincero que, parar ser autentico, "no debe ceder al relativismo y al sincretismo, y debe estar animado por el respeto sincero a los demás y por un generoso espíritu de reconciliación y fraternidad".
"Desde esta perspectiva --asegura--, dado que el turismo pone en contacto con otros modos de vivir, otras religiones, otras formas de ver el mundo y su historia, es también una ocasión para el diálogo y la escucha, y constituye una invitación a no cerrarse en la propia cultura, sino a abrirse y confrontarse con modos de pensar y de vivir diversos".
Por tanto, constata, "no debe sorprender que sectores extremistas y grupos terroristas de índole fundamentalista señalen el turismo como un peligro y un objetivo a destruir. El conocimiento mutuo ayudará - lo esperamos ardientemente - a construir una sociedad más justa, solidaria y fraterna".
"Que el soplo divino venza toda xenofobia, discriminación, racismo, vuelva cercanos a aquéllos que están alejados, en la contemplación de la unidad/diversidad de una familia humana bendecida por Dios. El Espíritu reúne en la unidad y en la paz, en la armonía y en el mutuo aprecio. En Él hay orden y bondad a lo largo de los siete días de la creación. Que Él entre, asimismo, en la difícil historia humana, gracias también al turismo" concluye el mensaje.
El vicario de Toledo, subsecretario de la Congregacin para el Culto
El sacerdote Juan Miguel Ferrer GrenescheTOLEDO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El hasta ahora vicario general de la archidiócesis de Toledo, el sacerdote Juan Miguel Ferrer Grenesche, ha recibido "con una gran alegría y una profunda paz" su nombramiento como segundo subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
En un mensaje publicado en la página web del arzobispado de Toledo, el sacerdote señala: "Con la ayuda de Dios, espero ser fiel y cumplir bien mi nuevo trabajo como servicio a la Iglesia Universal".
También agradece al Papa su "gesto de paternal solicitud y confianza" al destinarle a ese cargo y se despide de la diócesis de Toledo, dando las "gracias a todos" y pidiendo "perdón si a alguien ofendí aquí, o si algo no supe o no hice bien".
El sacerdote, cuyo nombramiento se hizo público este sábado 4 de julio, volverá a estar al servicio del cardenal Antonio Cañizares, actual prefecto del dicasterio.
Cuando era arzobispo de Toledo, el cardenal nombró a Ferrer Grenesche vicario general, en el año 2002, y ecónomo diocesano, en 2007.
Juan Miguel Ferrer Grenesche nació en Madrid el 29 de mayo de 1961. Estudió Teología en el Instituto Teológico de San Ildefonso de Toledo y recibió la ordenación sacerdotal en 1986.
En el Pontificio Instituto Litúrgico San Anselmo de Roma, obtuvo el doctorado en Sagrada Liturgia y después fue nombrad o director del Secretariado Diocesano de Liturgia de Toledo. En Roma también obtuvo la diplomatura en Arte Sacro.
Junto a la dirección del Secretariado Diocesano de Liturgia fue también director de la Casa Sacerdotal de Toledo entre los años 1991 y 1994. Desde este año, ha sido profesor de Liturgia en el Instituto Teológico San Ildefonso.
En 2006 fue nombrado Capellán Magistral de la Soberana Orden Militar de Malta.
Ha sido consultor de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española y, el pasado 22 de abril, fue nombrado, por el Papa Benedicto XVI, consultor de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El otro subsecretario del dicasterio es el padre Joseph Augustine Di Noia, O.P., cuyo nombramiento se hizo público el pasado 15 de junio.
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos trata lo que, salvo la competencia de la Congregación de la Doctrina de la Fe, corresponde a la Sede Apostólica respecto a la ordenación y promoción de la sagrada liturgia, en primer lugar de los sacramentos.
Esta Congregación, según explica la constitución apostólica "Pastor Bonus", fomenta y tutela la disciplina de los sacramentos, especialmente en lo referente a su celebración válida y lícita; además, concede los indultos y dispensas que no entren en las facultades de los obispos diocesanos sobre esta materia.
También provee a la elaboración y corrección de los textos litúrgicos y revisa las traducciones de los libros litúrgicos y sus adaptaciones, preparadas por las conferencias episcopales.
La Oficina de Información de la Santa Sede también hizo público el sábado que el Papa ha nombrado obispo de la diócesis italiana de Trieste, con el título de arzobispo ad personam, a monseñor Giampaolo Crepaldi, secretario del Consejo Pontificio Justicia y Paz y hasta ahora obispo titular de Bisarcio.
Por otra parte, el Papa nombró cuatro nuevos consultores de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Se trata del arzobispo-obispo de Warszawa-Praga (Polonia), monseñor Henryk Hoser; el obispo titular de Macon y vicario apostólico de Arabia (Emiratos Árabes Unidos), monseñor Paul Hinder; el rector de la Universidad Pontificia Urbaniana de Roma, Cataldo Zuccaro, y el superior general de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, el padre Heinz Wilhelm Steckling.
La crisis econmica tambin afecta a las cuentas del Vaticano
La Santa Sede cerrel 2008 con una prdida de 911.514 eurosCIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- La crisis económica se refleja en las cuentas del Vaticano del año 2008.
Así lo señala un comunicado del Consejo de Cardenales para el estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede, emitido este sábado, tras su 43ª reunión, por la Oficina de Información de la Santa Sede.
Trece cardenales del Consejo, entre ellos los arzobispos de Madrid, Lima y Caracas, Antonio María Rouco, Juan Luis Cipriani y Jorge Liberato Urosa respectivamente, participaron en la reunión, celebrada del 1 al 3 de julio en la Ciudad del Vaticano.
Balance económico de la Santa Sede
El balance de entradas y salidas consolidado de la Santa Sede en el ejercicio del año 2008 se cerró con unos ingresos de 253.953.869 euros y unos gastos de 254.865.383 euros, lo cual representa una pérdida de 911.514 euros.
En este balance, se han aplicado "criterios de valoración destinados a evitar la contabilización de potenciales depreciaciones debidas a la fase aguda de la crisis económica global en el sector financiero y las relativas consecuencias en el resultado final del ejercicio".
Esta medida se ha tomado "en conformidad con los procedimientos adoptados de manera excepcional por los Organismos Contables Internacionales y por autoridades monetarias de varios países", señala el comunicado.
Los cardenales explicaron que las salidas de dinero de la Santa Sede se atribuyen mayoritariamente a los gastos ordinarios y extraordinarios de sus dicasterios y organismos.
En ellos, prestan servicio 2.732 personas, de las cuales 761 son eclesiásticos, 334 son religiosos y religiosas, y 1.637 laicos.
Óbolo de San Pedro, una colecta independiente
El comunicado presenta también la colecta del Óbolo de San Pedro en el último año, que es independiente del presupuesto vaticano, pues se destina a las obras de caridad del Papa.
Este informe sobre el Óbolo de San Pedro refleja un aumento en la contribución por parte de muchas entidades respecto a años anteriores, pero también una ligera disminución del total recibido (75.800.000 euros), "debida a la situación económica general", según el comunicado.
El Óbolo de San Pedro está constituido por el conjunto de ofrendas para la caridad del Papa que las Iglesias particulares hacen sobre todo en ocasión de la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, y por las contribuciones que hacen llegar al Santo Padre los institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, fundaciones y algunos fieles.
Gobernación de la Ciudad del Vaticano
En la reunión, la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede presentó el balance de ingresos y gastos de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, que refleja una pérdida de poco más de 15 millones de euros.
La Gobernación es la estructura que provee los recursos para la gestión del territorio, de las instituciones y de las estructuras, así como el ejercicio de las actividades de apoyo a la Santa Sede. Bajo su jurisdicción trabajan 1.894 personas. Su presupuesto es independiente del de la Santa Sede, que implica la Curia Romana, representaciones pontificias, medios de comunicación, etc.
Es e balance de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano refleja el inicio del estudio para una infraestructura de comunicación integrada que comprende los servicios de telefonía e Internet, los aportes realizados para la instalación de una estructura fotovoltaica en el techo del Aula Pablo VI, y el compromiso económico y financiero sostenido para la tutela, valorización y restauración del patrimonio artístico de la Santa Sede.
El Papa visitó a los participantes durante las reuniones del Consejo de Cardenales para los asuntos económicos de la Santa Sede en las que se presentaron los tres balances del Vaticano (de la Santa Sede, de la Gobernación y del Óbolo de San Pedro).
Benedicto XVI escuchó sus planteamientos, ofreció algunas indicaciones de carácter pastoral y agradeció su colaboración.
La Iglesia en Honduras apuesta por el dilogo para superar la crisis
Condena tanto la reforma constitucional de Zelaya como su expulsinTEGUCIGALPA, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Honduras ha optado por el diálogo como solución para superar la grave crisis política que atraviesa el país.
En un mensaje pronunciado ante la televisión este sábado, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la Conferencia, reprobó tanto el atentado contra la Constitución del presidente depuesto, Manuel Zelaya, como a quienes le expulsaron del país.
El comunicado del episcopado ha sido redactado después de haber consultado a las instancias competentes del Estado (la Corte Suprema de Justicia, el Congreso Nacional, el Ministerio Público, el Poder Ejecutivo, Tribunal Supremo Electoral) y muchas organizaciones de sociedad civil.
"Todos y cada uno de los documentos que han llegado a nuestras manos demuestran que las instituciones del Estado democrático hondureño, están en vigencia y que sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho", afirma el documento.
"Los tres poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, están en vigor legal y democrático de acuerdo a la Constitución de la República de Honduras", añade la declaración leída por el cardenal Rodríguez Maradiaga.
El comunicado episcopal explica que la situación constitucional de Zelaya quedó irremediablemente comprometida al anunciar la reforma de la Constitución.
"Conforme a lo contemplado en el Artículo 239 de la Constitución de la República 'Quien proponga la reforma' de este Artículo, 'cesa de inmediato en el desempeño de su cargo y queda inhabilitado por diez años para el ejercicio de toda función pública", explica el documento.
Por tanto, aclara, Zelaya, "cuando fue capturado, ya no se desempeñaba como presidente de la República".
Los obispos exigen también una explicación sobre la manera en que fue expulsado Zelaya por un comando del Ejército, pues según el artículo 102 de la Constitución de la República, "ningún hondureño podrá ser expatriado ni entregado a un Estado extranjero".
Los obispos piden "escuchar las opiniones de los demás, de tal manera que se pueda entablar un verdadero dialogo entre todos los sectores de la sociedad, para que se pueda llegar a soluciones constructivas".
"Es fundamental respetar el calendario del Tribunal Supremo Electoral que garantice las elecciones del próximo mes de noviembre".
En su intervención ante la televisión, el cardenal pidió a su "amigo" Zelaya que no regrese al país para evitar un baño de sangre.
"Yo sé que usted ama la vida", dijo el purpurado, "sé que usted respeta la vida, y hasta el día de hoy no ha muerto ningún hondureño. Pero su regreso al país en este momento podría desatar un baño de sangre. Por favor, medite. Porque después sería demasiado tarde".
La posición independiente y por la Constitución del episcopado ha llevado a algunas instituciones internacionales, como por ejemplo al ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a pedir al cardenal Rodríguez Madariaga que siga ejerciendo sus buenos oficios de mediación entre los distintos sectores del país para que haya enfrentamientos ante el anunciado regreso de Zelaya.
Organizaciones catlicas de ayuda piden al G8 cumplir promesas
Caritas Internacional pide que recupere el liderazgo en la lucha contra la pobrezaROMA, lunes, 6 julio 2009 (ZENIT.org).- Caritas Internacional y el CIDSE (red internacional de agencias de desarrollo católicas) han afirmado que los países del G8 que se reunirán en Italia deben dejar atrás años de promesas rotas si quieren recuperar autoridad en el liderazgo de lucha contra la pobreza.
Líderes de Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia mantendrán una reunión del 8 al 10 de julio en la ciudad italiana de L'Aquila.
En un comunicado hecho público este lunes, Caritas Internacional afirma que "la cumbre se produce en un año crítico para el desarrollo internacional".
"La crisis económica global --añade-- amenaza los logros hechos en reducir la pobreza en los últimos diez años. Unos cien millones más de personas permanecerán en la pobreza o se harán más pobres como resultado de la crisis".
Así mismo advierte la organización humanitaria de la Iglesia que "las negociaciones sobre el cambio climático no han hecho el progreso que se necesita para lograr un adecuado acuerdo a ser firmado en Copenhague en diciembre".
Para Caritas Internacional, "el G8 debe reafirmar sus compromisos para acordar objetivos de ayuda y comprometerse a establecer calendarios que muestren cómo harán para alcanzar sus objetivos". Pero reconoce que "la esperanza no es alta".
En su opinión, "los países del G8 han dado marcha atrás en sus compromisos de ayuda, especialmente Italia y Franc ia, citando la crisis como una excusa".
Sin embargo, recalca la entidad humanitaria, "el gasto militar mundial se ha elevado a un nuevo récord de 1,4 billones de dólares en 2008 mientras que 8,7 billones de dólares se dedicaron a la financiación estatal de los bancos.
La secretaria internacional de Caritas Internacional Lesley Anne Knight dijo: "Si el G8 debe tener alguna credibilidad tras esta cumbre, debe cumplir las promesas rotas del pasado. Esto significa comprometerse a firmar un calendario para cumplir sus previos acuerdos de objetivos de ayuda. Recortar los presupuestos de ayuda mientras que se destinan miles de millones a un sistema bancario en bancarrota es como robar a los pobres para alimentar a los ricos. El G8 tiene una oportunidad este mes para mostrar un liderazgo real en la lucha contra la pobreza global. Si fracasa, se mostrará a sí mismo como irrelevante".
Por su parte, el secretario general del CIDSE Bernd Nilles dijo: "Los países del G8 han fracasado mucho en comprometerse a los necesarios recortes en los gases de efecto invernadero para evitar el dañino cambio climático. También han fracasado en comprometerse a proporcionar a los países en desarrollo el apoyo que necesitan para facilitarles la adaptación al impacto del cambio climático y seguir vías de desarrollo sostenible".
Cardenales, obispos y ONG catlicas Por una agenda de la esperanza
Urgen al G8 a dar pasos efectivos para garantizar una vida digna a cada unoROMA, lunes, 6 julio 2009 (ZENIT.org).- El pasado 3 de julio una delegación de obispos de Nigeria, Ecuador, Francia e Italia se encontraron con los ministros italianos de Finanzas, Asuntos Exteriores y Trabajo. El secretario general del CIDSE (red internacional de agencias de desarrollo católicas) Bernd Nilles y el director de Voluntarios del Mundo-FOCSIV (red italiana de agencias de desarrollo) formaron parte de la delegación que, con una "Agenda de Esperanza" urge a los países del G8 a dar pasos efectivos para afrontar la crisis global en orden a garantizar condiciones dignas de vida para cada hombre y mujer del mundo.
"Por una Agenda de la Esperanza" son dos páginas de análisis y propuestas para que los gobiernos del G8 asuman sus responsabilidades y adopten concretas decisiones políticas para que los resultados puedan ser constantemente seguidos.
La iniciativa es promovida por Voluntarios del Mundo-FOCSIV y Retinopera, en colaboración con Acción Católica Italiana, Centro Turístico Juvenil, Agesci, Movimiento Católico de Trabajadores, Unión Nacional de Institutos e Iniciativas de Asistencia Social, Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos, Renovación en el Espíritu, Movimiento Humanidad Nueva/Focolares y Coldiretti.
"Nuestro objetivo es poner en evidencia que ya está claro el fuerte vínculo entre pobreza, cambio climático, inmigración y guerra por el acaparamiento de los recursos", explica Sergio Marelli, director general de FOCSIV.
"La globalidad de la crisis exige una solución global --dic e el documento--; nadie puede pensar y programar salir por sí solo. Hay que definir una agenda de esperanza que tenga como finalidad el desarrollo integral de la persona y de todas las personas".
El 3 de julio el llamamiento fue entregado por una delegación de obispos y representantes de organizaciones, asociaciones y movimientos católicos del Sur y el Norte del mundo a los máximos representantes de las instituciones italianas. En particular, la delegación se reunió con los ministros italianos Giulio Tremonti, Franco Frattini y Maurizio Sacconi.
El 4 de julio, la delegación se trasladó a Milán para el momento conclusivo del evento: una misa de vigila presidida por el cardenal Dionigi Tettamanzi en la catedral de Milán.
Al final de la misa, la delegación se desplazó a la cercana Capellanía de los Inmigrantes de San Esteban Mayor para la lectura del llamamie nto, para escuchar los testimonios de los obispos Emmanuel Badejo, de Oyo (Nigeria); Néstor Rafael Herrera, de Machala (Ecuador) y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana; Alvaro Ramazzini, de San Marcos (Guatemala), y para un momento de espiritualidad animado por FOCSIV y las asociaciones implicadas en RETINOPERA y presidido por monseñor Arrigo Miglio, obispo de Ivrea y presidente de la Comisión Episcopal para los problemas sociales y el trabajo, la justicia y la paz.
Las "hermanas azules" celebran la beatificacin de su fundadora
Jeanne-milie de Villenueve fue beatificada ayer en FranciaCASTRES, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El parque de Gourjade de la población de Castres en Francia fue este domingo escenario de la misa solemne en la que Jeanne-Émilie de Villeneuve, fundadora dela comunidad de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, fue proclamada beata.
Más de cuatro mil personas se congregaron para esta ceremonia. Llegaron de los 17 países en cuatro continentes donde se encuentra presente la familia religiosa: Asia, África, Europa y América Latina (En Venezuela, Argentina, Brasil, México, Uruguay, Paraguay)
La misa estuvo presidida por monseñor Pierre-Marie Carrè obispo de Albi, y la fórmula de beatificación la pronunció el arzobispo Angelo Amato, prefecto de la congregación de la Causa de los Santos y enviado por el papa Benedicto XVI para esta ceremonia.
Vigilias de oración, transmisión en directo vía internet en los países donde la congregación presta su servicio, hicieron parte de la fiesta de beatificación.
Durante la eucaristía, jóvenes y niños con los trajes típicos de diferentes naciones y culturas le llevaron sus ofrendas al monseñor Amato.
Del castillo al abrazo de la pobreza
Jeanne-Émilie de Villeneuve nació en Toulouse el 9 de marzo de 1811. Era la tercera de cuatro hijos. En los primeros años de su infancia vivió en el castillo de Hauterive porque era de familia noble.
Cuando tenía 14 años su madre murió y tres años después también murió Octavie, la herm ana que más quería, su amiga y confidente.
Estos hechos tuvieron una gran influencia en su espíritu para descubrir su llamado a consagrarse a Dios. "Yo lo tengo todo pero mi alma está inquieta", repetía constantemente.
Con el consejo del arzobispo de Albi descubrió que debería fundar una congregación para escuchar y ayudar a los jóvenes y a los más pobres. Así fundó en 1836 las Hermanas de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción.
"Fue una decisión valiente porque pasó de la riqueza y de la seguridad de su castillo paterno a la precariedad de un alojamiento pobre e inhabitable" aseguró monseñor Amato ante los micrófonos de la "Radio Vaticano".
"Siento que el Señor me pide grandes sacrificios; comprendo que no debo quedarme aquí; la dicha de la que he gozado sin medida m e tiene muy alejada de ese Dios que quiso nacer en un establo. Trabajó y murió por nosotros", decía Émilie.
En los primeros años fundó una casa de acogida para prostitutas. Cada vez que llegaba una a pedir ayuda, sonaba una campana y la madre paraba cualquier actividad para salir en su ayuda.
La vida por los más necesitados
Émilie decidió enviar de misión a sus hermanas en Africa. Partieron para Senegal en 1847. Hoy están en cuatro países en ese continente.
En un solo año 18 hermanas murieron contagiadas de Malaria. "Pero el entusiasmo misionero no disminuyó", recuerda monseñor Amato.
"En 1853 eran ya 24 las hermanas en África que estaban distribuidas en cuatro casas. Para la Madre no había una misión más alta que dar a conocer a Jesús y hacerlo amar por las almas que nunca habían tenido esta felicidad", asegura el prefecto.
Las hermanas de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción son más conocidas como "Hermanas azules" porque Émilie al ponerlas bajo la protección de la Inmaculada Concepción escogió el color azul para su hábito.
El dogma de la Inmaculada Concepción fue proclamado por el Papa Pío IX, 18 años después de esta fundación.
En 1852 la congregación fue aprobada por la Santa Sede y un año más tarde la hermana renunció a ser superiora porque ella también quería vivir la obediencia. En 1854 Émilie murió contagiada de malaria por asistir a los enfermos. Tenía 44 años.
"Ha dejado la herencia de una vida de unión profunda con Dios porque decía siempre 'Se debe ver a Dios en todas las cosas y todas l as cosas en Dios. Por esto se debe escuchar la Palabra de Dios, hacer momentos de oración profundos para poder mirar el mundo con los ojos de Jesús'", explicó María Luisa Ayres, la postuladora de su causa en entrevista con Radio Vaticana.
Las "hermanas azules" viven un cuarto voto: trabajar para la salvación de las almas y dedicarse a la santificación del prójimo. La labor de este instituto está dirigido a los pobres que no tienen lo necesario para una vida digna, los niños y adultos sin educación religiosa, los encarcelados y la población lejana del cristianismo.
El milagro para su beatificación ocurrió en 1995 cuando Binta Diaby, una chica musulmana de Sierra Leona en África, intentó suicidarse tomándose sosa caustica porque había sido repudiada por su familia al haber quedado embarazada siento soltera.
Sus órg anos internos y sus tejidos quedaron destruidos y estuvo en coma. Las hermanas iniciaron una novena y así logró curarse de manera inesperada y rápida.
"La vida de nuestra beata no ha hecho brillar la fuerza de la espada sino con la caridad de Dios", asegura monseñor Amato.
"Más que la nobleza humana la madre sólo pensaba en la alabanza al Señor y su gloria sobre la tierra", concluye.
Por Carmen Elena Villa
El trfico de drogas pone en peligro la seguridad de Mxico
Denuncia un comunicado de la Arquidicesis de AcapulcoACAPULCO, lunes, 6 julio 2009 (ZENIT.org-El Observador).- La Arquidiócesis de Acapulco, México, ha denunciado con un comunicado la dramática situación causada por el tráfico y consumo de drogas, que ha puesto en peligro la seguridad de la nación.
"La seguridad de la nación --asegura-- está siendo puesta a prueba por las bandas criminales que promueven el cultivo, la producción y el consumo de diversas drogas y que se dedican a hacer negocios sucios con inmensas ganancias con un gran costo social para el país".
"Tenemos que lamentar graves omisiones y acciones a lo largo de varias décadas, que perm itieron el crecimiento del crimen organizado que vive del negocio ilícito de las drogas", añade la nota.
"En cuanto al tráfico ilícito de las drogas -subraya--, tenemos que reconocer que las bandas criminales que lo ejercitan en México han acumulado un gran poder que se ha infiltrado en la economía y en la política en grados muy preocupantes".
Por otra parte, añade, "han podido tejer una red de distribución de las drogas que cubre ya ciudades y poblaciones rurales a lo largo y ancho del territorio nacional. El narcomenudeo sigue siendo muy visible en las calles de nuestras ciudades, poniendo las drogas al alcance de todos, aún de los niños".
En lo que se refiere al consumo de las drogas, afirma, "hay que reconocer que ha ido creciendo, con efectos devastadores en la sociedad. La adicción a las drogas no logra reducirse, sino que se increment a día a día. Los esfuerzos que se hacen en la rehabilitación de los adictos a las drogas son insuficientes. Estos esfuerzos están promovidos por organizaciones civiles e instituciones privadas con un alcance muy limitado".
En este campo, señala, "se nota la ausencia de acciones sustantivas de parte de los tres niveles de gobierno".
"Nos preguntamos por qué la administración pública no se ocupa de rehabilitar a un inmenso segmento de la población nacional que vive bajo el peso de la adicción a las drogas. Este es un descuido de graves consecuencias para la sociedad, para las familias y aún para la economía", añade.
Los adictos a las drogas, indica el comunicado, "tienen el derecho de ser apoyados para que puedan superar su dependencia de aquéllas drogas que suelen consumir. Es necesario que se creen instituciones oficiales que se ocupen de estas tareas de rehabilitación".
En este sentido señala que "es una responsabilidad que el sector salud debiera tomar en sus manos de una manera amplia y proporcional al tamaño del mundo de las adicciones".
"No hacerlo -añade- favorece que el mercado de consumo de las drogas aumente día a día convirtiéndose en un factor significativo para el desarrollo del tráfico de las drogas. Mientras haya consumidores, habrá distribuidores".
El comunicado concluye alentando "las iniciativas de la sociedad civil para la lucha contra las adicciones y contra el tráfico ilegal de las drogas. Sólo así podremos dar pasos hacia una sociedad libre del abuso de las drogas".
Por Nieves San Martín
Per: La Iglesia no es consultada sobre la ley de libertad religiosa
Declaracin del Presidente de la Conferencia EpiscopalLIMA, lunes, 6 julio 2009 (ZENIT.org).- El presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y arzobispo de Trujillo Héctor Miguel Cabrejos hizo pública el 2 de julio una declaración en la que lamenta que la Iglesia no haya sido consultada en el proyecto de ley de libertad religiosa que prepara el Gobierno. Así mismo afirma que no todas las religiones son iguales y que es importante el arraigo social de una confesión de fe.
"La Iglesia Católica es la primera en defender y promover la libertad religiosa -afirma monseñor Cabrejos--. Es bueno recordar que fue la Conferencia Episcopal Peruana la que propuso el principio de la libertad religiosa que fue recogido en la Constitución de 1979 y tal como lo reconoce la actual Constitución".
Recuerda que el artículo 2 de la Constitución Política del Perú expresa que nadie debe ser discriminado por religión y el artículo 3 señala que toda persona tiene derecho a la libertad de religión, en forma individual o asociada y al libre ejercicio público de todas las confesiones, siempre que no ofenda la moral y el orden público.
Así mismo que "desde la Constitución de 1979 el Estado peruano es aconfesional y establece con la Iglesia Católica una relación de independencia y colaboración, como lo recoge el artículo 50 de nuestra actual Constitución, el mismo que a la vez establece que el Estado respeta otras confesiones y puede establecer formas de colaboración con ellas".
Ante la pretensión de usar el término igualdad en el tema religioso, recuerda monse&nt ilde;or Cabrejos, "es importante subrayar el hecho anterior a cualquier normativa que, las religiones no son iguales, no es igual el Cristianismo, el Judaísmo y el Islamismo, lo que no significa menospreciar a nadie, sino constatar objetivamente la naturaleza de cada religión".
"Es importante el arraigo social de una confesión de fe -subraya--. La Iglesia Católica tiene más de 2,000 años y en el Perú es indudable su participación en la formación histórica, cultural y moral de la sociedad actual, lo que lo diferencia necesariamente en su relación con el Estado, respecto a las relaciones que el mismo pueda establecer con las otras Confesiones".
Además, "en el establecimiento de las relaciones del Estado con las otras confesiones religiosas debe tener en cuenta la estabilidad jurídica de cada una de ellas atendiendo a la gran diversidad de las mismas".
Recuerda también que las relaciones entre el Estado Peruano y la Iglesia Católica se regulan a través del Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Peruano, que tiene carácter vinculante por ser un acuerdo de derecho internacional.
Por lo expresado, monseñor Cabrejos lamenta "que dentro del marco de colaboración que debe primar en la relación de la Iglesia Católica con el Estado, en este tema el Parlamento no haya hecho las consultas oficiales a la Conferencia Episcopal Peruana".
"Esta omisión -añade- debe subsanarse teniendo en cuenta que los derechos individuales también afectan a los ciudadanos católicos que en el Perú son la gran mayoría".
También afirma que "llama la atención que de 16 miembros de la Comisión de Constitución sólo hayan votado 6".
Sin querar restarle importancia a la reglamentación técnica que se debe implementar, el arzobispo afirma que "llama también la atención que habiendo en el país tantos problemas serios y urgentes que resolver, un grupo de Congresistas se apresure a procurar la aprobación de esta ley en la Comisión de Constitución".
Por ello, hace un llamamiento "a la serenidad y a la cordura para que desde el parlamento se afronten los temas más urgentes que exige el momento de la sociedad peruana. Un ejemplo de ello son los sucesos que se vienen desarrollando en Chumbivilcas, provincia del Cusco".
Finalmente, exhorta "a que este tema se afronte en un clima de diálogo, de respeto a las personas e instituciones y buscando ante todo el bien del país".
Por Nieves San Martín
Benedicto XVI: La educacin, necesaria para combatir la pobreza
Discurso al nuevo enviado de Hait ante la Santa SedeCIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa ha dirigido este lunes al nuevo enviado extraordinario y plenipotenciario de Haití ante la Santa Sede, Carl-Henry Guiteau, al recibir sus cartas credenciales.
* * *
Señor embajador:
Acojo a su excelencia con alegría con ocasión de la presentación de las cartas que le acreditan como enviado extraordinario y plenipotenciario de Haití ante la Santa Sede, una misión que no es desconocida para Su Excelencia, pues Usted ya ha desempeñ ;ado este mismo cargo ante la Sede Apostólica de 2002 a 2004.
Le estoy muy agradecido por haberme transmitido el cordial mensaje que me dirige Su Excelencia el señor René Garcia Préval, presidente de la República. A cambio, le agradecería que le expresara mis mejores deseos para él y para todos los haitianos, deseándoles que puedan vivir con dignidad y seguridad y de establecer una sociedad más justa y fraterna. Señor embajador, al agradecerle sus amables palabras, quiero mencionar también la próxima celebración del ciento cincuenta aniversario del Concordato entre la Santa Sede y Haití, el más antiguo de América. Con esta ocasión, muestro mi satisfacción por los numerosos frutos que estos Acuerdos han producido para la Iglesia y para la Nación, destacando una vez más que, en Haití, la comunidad católica siempre ha gozad o de la estima de las autoridades y la población.
En los últimos meses, excelencia, su país ha sufrido catástrofes naturales que han causado graves daños a lo largo de todo el territorio nacional. Las numerosas destrucciones causadas por los huracanes en el ámbito de la agricultura han agravado la ya difícil situación de muchas familias. Espero que la solidaridad internacional a la que he apelado en varias ocasiones durante el año pasado, siga manifestándose. En efecto, es necesario que en este período particularmente difícil de la vida nacional, la comunidad internacional haga signos concretos de apoyo a las personas que sufren necesidad. Además, como sabemos, en los últimos años, muchos haitianos han debido abandonar su país a buscar otras fuentes de recursos para mantener a sus familias. Por lo tanto, es conveniente que, a pesar de las situaciones administrativas a veces problemáticas, se encuentren soluciones rápidas que permitan a estas familias reunirse.
Esta vulnerabilidad de su país a las tempestades, a veces violentas, que regularmente se abaten sobre él, también ha dado lugar a una mayor conciencia de la necesidad de cuidar la creación. Hay una especie de parentesco entre el hombre y la creación, que debería conducir a respetar cada realidad. La protección del medio ambiente es un reto para todos, pues se trata de la defensa y promoción de un bien colectivo, destinado a todos, responsabilidad que debe incitar a las generaciones actuales a velar por las generaciones futuras. La explotación imprudente de los recursos de la creación y sus consecuencias, que suelen afectar seriamente la vida de los más pobres, no podrá afrontarse eficazmente si no es a través de opciones políticas y económicas conformes con la dig nidad humana, así como con una cooperación internacional eficaz.
Sin embargo, en su país no faltan los signos de esperanza. Se fundan en particular en los valores humanos y cristianos que existen en la sociedad haitiana, como el respeto a la vida, el apego a la familia, la asunción de las responsabilidades y, sobre todo, la fe en Dios, que no abandona a quienes confían en Él. El compromiso con estos valores permites evitar los males que amenazan la vida social y familiar. Asimismo, animo vivamente los esfuerzos de todos aquellos que en su país contribuyen a llevar adelante la protección de la vida y a devover a la institución familiar toda su importancia, especialmente con la recuperación del valor del matrimonio en la vida social. En efecto, "cualquier modelo de sociedad que tenga la intención de servir al bien del hombre no puede ignorar el papel central y la responsabilidad social de la familia" (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n. 214). En esta perspectiva, es esencial proporcionar un verdadero apoyo a las familias necesitadas, y asegurar una protección eficaz a las mujeres y a los niños, que a veces son víctimas de la violencia, el abandono o la injusticia.
La educación de los jóvenes es también una prioridad para el futuro de la nación. Esta tarea es importante y urgente para mejorar la calidad de la vida humana, tanto a nivel individual como social. De hecho, en la raíz de la pobreza se encuentran a menudo diversas formas de privación cultural. En este ámbito, la Iglesia católica aporta una contribución significativa, tanto a través de sus numerosas instituciones educativas a través de su presencia en las zonas rurales y apartadas, como también por la calidad de la educación y la formación impartida en la s escuelas católicas. Me alegra saber que estas instituciones son apreciados tanto por las autoridades como por la población. En esta feliz ocasión, el señor Embajador, también quiero saludar calurosamente a la comunidad católica en su país que, guiada por sus obispos, dan generosamente testimonio del Evangelio. Les aliento a continuar su servicio a la sociedad haitiana, estando atentos a las necesidades de los pobres y buscando entre todos la unidad de la nación, en la fraternidad y la solidaridad. Así será un auténtico signo de esperanza para todos los haitianos.
Señor Presidente, ahora que comienza su noble misión de representar a vuestro su país ante la Santa Sede, quiero dirigirle mis más cordiales votos por el feliz éxito de su misión y le aseguro que usted encontrará siempre entre mis colaboradores la comprensión y el apoyo que usted necesite.
Sobre usted, su familia, sus colaboradores y sobre todo el pueblo haitiano y sus dirigentes, invoco de corazón la abundancia de bendiciones divinas.
[Traducción del francés por Inma Álvarez
© Copyright 2009 - Libreria Editrice Vaticana]
Mensaje vaticano para la Jornada Mundial del Turismo 2009
"El turismo, consagracin de la diversidad"CIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje pastoral que ha escrito el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes con ocasión de la Jornada Mundial del Turismo, que se celebrará el 27 de septiembre de 2009 con el tema: "El turismo, consagración de la diversidad".
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El tema de la Jornada Mundial del Turismo, propuesto por la competente Organización Mundial, El turismo, consagración de la diversidad, nos abre caminos de encuentro con el ser humano en su diversidad, en su riqueza antropológica.
La diversidad es un hecho, una realidad, y, como nos recuerd a el Papa Benedicto XVI, es también un hecho positivo, un bien, y no una amenaza o un peligro, a tal punto de desear que "las personas no sólo acepten la existencia de la cultura del otro, sino que también deseen enriquecerse gracias a ella" [1].
La experiencia de la diversidad es propia de la existencia humana, también porque el desarrollo personal avanza por etapas diversificantes, que favorecen el crecimiento y la maduración personal. Se trata de un descubrimiento progresivo que, confrontándonos con quienes y con cuanto nos circunda, nos distingue del que es diverso a nosotros.
En la valoración positiva del diverso observamos una paradoja: si por un lado se constata, en este tiempo de globalización, que las culturas y las religiones se acercan cada vez más, y que en el corazón de todas las culturas brota un auténtico deseo de paz, por otro lado se constatan incomprensione s, existen prejuicios y malentendidos profundamente enraizados, que levantan barreras y alimentan divisiones. Es el miedo a lo diverso, a lo desconocido.
Debemos trabajar por reemplazar la discriminación, la xenofobia y la intolerancia por la comprensión y la aceptación mutua, recorriendo los caminos del respeto, la educación y el diálogo abierto, constructivo y comprometido.
En este esfuerzo la Iglesia tiene una función importante, partiendo de la profunda convicción manifestada por Pablo VI en la encíclica Ecclesiam suam de que "la Iglesia debe entrar en diálogo con el mundo en que le toca vivir. La Iglesia se hace palabra, la Iglesia se hace mensaje, la Iglesia se hace coloquio" [2]. Es un diálogo constructivo y sincero que, parar ser autentico, "no debe ceder al relativismo y al sincretismo, y debe estar animado por el respeto sincero a los demás y por un generoso espíritu de reconciliación y fraternidad" [3].
Desde esta perspectiva, el turismo, en cuanto pone en contacto con otros modos de vivir, otras religiones, otras formas de ver el mundo y su historia [4], es también una ocasión para el diálogo y la escucha, y constituye una invitación a no cerrarse en la propia cultura, sino a abrirse y confrontarse con modos de pensar y de vivir diversos [5]. Por tanto no debe sorprender que sectores extremistas y grupos terroristas de índole fundamentalista señalen el turismo como un peligro y un objetivo a destruir. El conocimiento mutuo ayudará - lo esperamos ardientemente - a construir una sociedad más justa, solidaria y fraterna.
La experiencia inicial del hombre respecto a la diversidad es hoy también vivida en el mundo virtual, megalópolis cósmica ofrecida permanentemente a cada uno de nosotros. Gracias a esta prime ra forma de "turismo", virtual, cinemático, la diversidad se observa cercana, facilitando la proximidad del diverso lejano. Es este turismo el primero a consagrar la diversidad.
Pero es sobretodo el turismo, entendido como desplazamiento físico, que evidencia la diversidad natural, ecológica, social, cultural, patrimonial y religiosa, y el que también nos hace descubrir el trabajo compartido, la cooperación entre los pueblos, la unidad de los seres humanos en la magnífica y desconcertante diversidad de sus realizaciones.
En el descubrimiento de la diversidad aparecen además paradojas y límites: si el turismo se desarrolla en ausencia de una ética de responsabilidad, paralelamente toma cuerpo el peligro de la uniformidad y de la belleza como "fascinatio nugacitatis" (cfr. Sb 4,12). De este modo sucede, por ejemplo, que los autóctonos pueden hacer para los turist as espectáculo de sus tradiciones, ofreciendo la diversidad como un producto comercial, solo por lucro.
Todo eso exige un esfuerzo, tanto por parte del visitante como del autóctono que acoge, de asumir comportamiento de apertura, respeto, cercanía, confianza, de modo que en el deseo de encontrar a los demás, respetándolos en su diversidad personal, cultural y religiosa, se abran al diálogo y a la comprensión [6].
La diversidad se fundamenta en el misterio de Dios. La Palabra creadora está en el origen de la riqueza de las especies, especialmente de aquél/aquella que es "imagen y semejanza" de Dios. Esta Palabra bíblica poética es aquella de la diversidad, fundadora de identidad de cada criatura, siendo el Creador el primero a contemplar la belleza-bondad de todo aquello que Él ha hecho (cfr. Gen 1). Y Dios es también esa fuerza maravillosa, principio de unid ad de todas las diversidades, que aparecen como "una manifestación particular del Espíritu para el bien común" (1 Cor 12,7). Contemplando la diversidad, el hombre descubre las huellas del divino en las pisadas humanas. Y para el creyente, el conjunto de las diversidades abre caminos para acercarse a la infinita grandeza de Dios. Como fenómeno posible de consagración de la diversidad, para nosotros el turismo puede ser cristiano, camino abierto a su confesión contemplativa.
Dios confía a la Iglesia la tarea de forjar en Cristo Jesús, gracias al Espíritu, una nueva creación, recapitulando en Él (cfr. Ef 1,9-10) todo el tesoro de la diversidad humana que el pecado ha transformado en división y conflictos [7], de modo que contribuya "a la creación en el Espíritu de Pentecostés de una nueva sociedad en la que las distintas lenguas y cult uras ya no constituirán límites insuperables, como después de Babel, sino en la cual, precisamente en esa diversidad, es posible realizar una nueva manera de comunicación y de comunión" [8].
Son pensamientos estos que pueden animar en el compromiso de cuantos se ocupan de la pastoral específica del turismo, especialmente en su atención a quien sufre de cualquier modo por tal fenómeno, que es también signo de nuestro tiempo y trae consigo aspectos positivos que hemos nuevamente subrayado con ocasión de la reciente celebración del 40 aniversario de la publicación del Directorio Peregrinans in terra.
El soplo divino venza toda xenofobia, discriminación, racismo, vuelva cercanos aquellos que están lejanos, en la contemplación de la unidad/diversidad de una familia humana bendecida por Dios. Es el Espíritu que reúne en la unidad y en la pa z, en la armonía y en el mutuo aprecio. En Él hay orden y bondad a lo largo de los siete días de la creación. Que Él entre, asimismo, en la difícil historia humana, gracias también al turismo.
Ciudad del Vaticano, 24 junio 2009
+ Antonio Maria Vegliò
Presidente
+ Agostino Marchetto
Arzobispo Secretario
[Traducción del original italiano distribuida por el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes]
________________________
NOTAS
[1] Benedicto XVI, Mensaje con ocasión de una jornada de estudio sobre el tema "Culturas y religiones en dialogo" organizada por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y el Pontificio Consejo de la Cultura, 3 diciembre 2008: L'Osservatore Romano, n. 287 (45.027), 9-10 diciembre 2008, p. 1. En la misma línea se manifestaba Juan Pablo II: "Querer ignorar la realidad de la diversidad - o, peor aún, tratar de anularla - significa excluir la posibilidad de sondear las profundidades del misterio de la vida humana. La verdad sobre el hombre es el criterio inmutable con el que todas las culturas son juzgadas, pero cada cultura tiene algo que enseñar acerca de una u otra dimensión de aquella compleja verdad. Por tanto la ‘diferencia', que algunos consideran tan amenazadora, puede llegar a ser, mediante un diálogo respetuoso, la fuente de una comprensión más profunda del misterio de la existencia humana" (Discurso a la Asamblea General de la ONU en el 50º aniversario de su fundación, 5 octubre 1995, n. 10: Insegnamenti di Giovanni Paolo II, XVIII/2 -1995-, Libreria Editrice Vaticana, 1998, p. 738).
[2] Pablo VI, Carta encíclica Ecclesiam suam, 6 agosto 1964, n. 67: AAS LVI (1964), p. 639.
[3] Benedicto XVI, Mensaje con ocasión de una jornada de estudio sobre el tema "Culturas y religiones en dialogo", l.c.
[4] Cfr. Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Instrucción Erga migrantes caritas Christi (La caridad de Cristo hacia los migrantes), 3 mayo 2004, n. 30: AAS XCVI (2004), p. 778.
[5] "Hijo de su propia cultura, el viajante, el turista, sale al encuentro/desencuentro de los hijos de otra cultura y, si entra en diálogo con ella, acepta dejarse interpelar por los elementos que enriquecen su patrimonio intelectual, espiritual y cultural. Puede ser llevado, en consecuencia, a cuestionar algunos de sus comportamientos, de sus prejuicios, e incluso de las creencias que influyen en su vida cotidiana" (Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Documento Final de la IV Reunión Europea de Pastoral del Turismo, 29-30 abril 2009, n. 34).
[6] Cfr. Benedicto XVI, Mensaje con ocasión de la Jornada Mundial del Turismo, 16 julio 2005: Insegnamenti di Benedetto XVI, I (2005), Libreria Editrice Vaticana, 2006, p. 339.
[8] Ibidem, n. 89.
SANTA SEDE
Portavoz vaticano ilustra la importancia del hallazgo en la tumba de Pablo
San Pablo en el Vaticano: Exposicin de los Museos del Papa
MUNDO
Pave the Way propondr a Po XII como Justo entre las Naciones
Una dicesis hondurea repudia el golpe de Estado
Venezuela: arzobispo de Maracaibo pide que se respete a la poblacin hondurea
Los Cursillos de Cristiandad organizan la IV Ultreya Mundial
ANLISIS
Trfico sexual: Una forma de esclavitud que perdura
ANGELUS
El Papa en el ngelus: la sangre de Cristo, esperanza para el hombre
Benedicto XVI pide que se garantice a todos la seguridad en el trabajo
El Papa condena el atentado contra la catedral de Cotabato (Filipinas)
DOCUMENTACIN
Benedicto XVI: Cuando aprendern los hombres que la vida es sagrada?
Obispos de Honduras: Edificar desde la Crisis
Portavoz vaticano ilustra la importancia del hallazgo en la tumba de Pablo
Roma tumba de Pedro y del apstol de las gentesCIUDAD DEL VATICANO, domingo, 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Los descubrimientos científicos presentan aún más claramente a Roma como tumba de los apóstoles Pedro y Pablo, reconoce, sin esconder la emoción, el portavoz vaticano.
El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha dedicado el último editorial del semanario "Octava Dies", del Centro Televisivo Vaticano del que también es director, a comentar los primeros resultados de las investigaciones científicas sobre los restos contenidos en el sarcófago custodiado bajo el altar de la Basílica de San Pablo Extramuros.
El an uncio de Benedicto XVI de estos hallazgos, reconoce, "ha provocado una emoción comprensible en el mundo católico al concluir el Año Paulino".
Parece confirmada, explica el portavoz citando al Papa, "la unánime y nunca contradicha tradición de que se trata de los restos mortales del apóstol Pablo".
"Una profunda emoción similar habían suscitado en su época los resultados de profundas investigaciones arqueológicas realizadas bajo la Basílica de San Pedro por voluntad de Pío XII, que habían confirmado sin sombra de duda que exactamente bajo el altar central se encontraba la tumba del apóstol Pedro, en la antigua necrópolis vaticana", recuerda Lombardi.
"Roma no es el centro de la cristiandad porque era la capital del antiguo imperio, sino porque en ella sufrieron el martirio los príncipes de los apóstoles y en e lla siempre se han custodiado sus tumbas con veneración", explica el portavoz vaticano.
"Si bien en nuestra cultura moderna se experimenta menos que en el pasado la veneración de las reliquias, los lugares y los recuerdos concretos de la vida y del testimonio de quien nos ha precedido, en particular de los santos, mantienen un enorme valor para comprender nuestro enraizamiento en la tradición viva de la fe", afirma el sacerdote.
"Pedro y Pablo, la roca y la luz del anuncio, discípulos de Jesús tan diferentes --como dice el Papa--, pero en cierto sentido complementarios, siguen atrayendo nuestras miradas y pasos hacia Roma 'ad limina Apostolorum'", "las tumbas de los apóstoles".
"Siguen vivos entre nosotros para orientar y apasionar nuestra fe y relanzarla hacia los confines del mundo", concluye Lombardi.
San Pablo en el Vaticano: Exposicin de los Museos del Papa
Las palabras y la imagen del Apstol de las Gentes en las colecciones pontificiasCIUDAD DEL VATICANO, domingo, 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Los Museos Vaticanos, imán para cristianos y no cristianos, han decidido continuar con el aniversario paulino más allá del cierre del año de San Pablo. Los museos han inaugurado una nueva exposición titulada: "San Pablo en el Vaticano: Las Palabras y la Imagen del Apóstol de las Gentes en las Colecciones Pontificias", que continuará hasta el 27 de septiembre de 2009.
Situada en el Museo Pío Cristiano, esta exposición presenta más de 120 obras de diversas partes de las colecciones papales, algunas vienes de la Basílica de San Pablo Extramuros, mientras que otros objetos han sido cedidos por las universidades pontificias o la Biblioteca Vaticana.
Raros manuscritos y antiguas imágenes reconstruyen tanto la figura histórica de Pablo como el legado de sus cartas a lo largo de los siglos y los continentes.
La primera sección explora los descubrimientos recientes y antiguos sobre la tumba del Apóstol en la Basílica de San Pablo Extramuros. Un modelo de la antigua iglesia construida por Teodosio en el siglo V y una reproducción de la famosa losa, colocada en el sepulcro de Pablo con la inscripción de las palabras "Pablo, Apóstol, Mártir", dan testimonio de la antigüedad de la tradición del lugar donde fue enterrado Pablo.
Un espectacular sarcófago posterior al año 350, llamado "Sarcófago Dogmático", ricamente tallado con la primera imagen de la Trinidad en el mundo, y encontrado enterrado junto a la tumba del Apóstol, confir ma el prestigio de su tumba.
Casi 30 objetos exploran el desarrollo de la iconografía de Pablo. Vívidas acuarelas de Monseñor Joseph Wilpert con imágenes de las catacumbas romanas, así como representaciones en piedra de sarcófagos, ilustran cómo el rostro y la historia de San Pablo se difundieron a través de la cultura altamente visual del mundo grecorromano.
Los objetos más encantadores de esta sección son los medallones de cristal dorado, preciosos souvenirs de los primeros peregrinos, con rostros de Pedro y Pablo grabados al agua fuerte en pan de oro entre planchas de vidrio. Esta iconografía de los nuevos Rómulo y Remo, confundidores de la nueva Roma cristiana, pronto se extendió.
La relación de Pedro y Pablo se analiza más a fondo en la exposición con la contemplación de las imágenes de San Pablo encontradas en la tumba de San Pedro . Desde el cimborrio del siglo XV de la Basílica, obra de Paolo Romano, que muestra la decapitación de Pablo, hasta la imagen de Pablo en las puertas de bronce que todavía adorna la iglesia, estas obras subrayan la amistad y la unidad entre el Apóstol de los Gentiles y el Príncipe de los Apóstoles.
La sección final contempla el testimonio de la palabra escrita. La inscripción cristiana más antigua, el Epitafio de Albercio de finales del siglo II, describe el peregrinaje del obispo de Hierópolis, que utilizó las cartas de Pablo "como mi guía". Versiones impresas de la Biblia que van desde los manuscritos iluminados de Carlos el Calvo en el siglo IX hasta la versión más moderna de la Conferencia Episcopal Italiana dan idea del legado de la palabra escrita por San Pablo.
La traducción alemana de la Biblia, de Martín Lutero, se une a los comentario s de Tomás de Aquino, y a los Evangelios eslavos, coptos, árabes, españoles, chinos y armenios ilustran la universalidad de las cartas de San Pablo.
Pablo, deudor de "griegos y bárbaros; sabios e ignorantes" (Romanos 1:14), complementa perfectamente el museo. El arte de la colección pontificia atrae a personas de toda condición y fe, aunque la exposición permite a Pablo predicar de nuevo como hizo una vez en el Ágora de Atenas y en la Sinagoga de Chipre. El mayor fruto del año paulino será que la gente continúe escuchándolo.
Por Elizabeth Lev, profesora de Arte y Arquitectura Cristiana en el campus de la Universidad Duquesne en Roma y en el programa de estudios católicos de la Universidad de Santo Tomas.
Pave the Way propondr a Po XII como Justo entre las Naciones
La Fundacin tiene como objetivo eliminar los obstculos entre las religionesNUEVA YORK, viernes 3 de julio de 2009 (ZENIT.org).- La Fundación Pave the Way (PTWF) ha anunciado su intención de proponer al Yad Vashem, el Memorial del Holocausto de Jerusalén, que le sea conferido el título de “Justo entre las Naciones” a Eugenio Pacelli, papa Pío XII.
La Fundación, con sede en Nueva York, ha obtenido del Departamento de los Justos entre las Naciones del Yad Vashem las directrices para proponer a una persona para este reconocimiento, y ahora procederá en este sentido.
El presidente de la organización, Gary Krupp, afirma que “la PTWF ha dedicado años a recoger documentos y testimonios videograbados originales sobre este pontificado controvertido, y cree haber descubierto material suficiente para iniciar a buscar los testimonios escritos certificados para dar oficialmente inicio a este procedimiento”, recuerda un comunicado de la Fundación enviado a Zenit.
“En la mayor parte de los casos de aquellos que han sido reconocidos como Justos entre las Naciones, quien recibe el reconocimiento ha actuado directamente para salvar vidas individuales, arriesgando la propia vida para hacerlo”, observa Krupp.
Aunque las acciones de Eugenio Pacelli “no se adecuan a esta descripción general”, añadió, “podemos demostrar que la intercesión directa del Papa ha salvado a centenares de miles de judíos”.
“A causa de la naturaleza del alto cargo que desempeñaba, obviamennte, Pacelli casi nunca estuvo en contacto directo con quienes salvaba. Una excepción conocida es el caso de la intercesión en favor del doctor Guido Mendes, un amigo de la infancia judío ortodoxo. Pacelli intervino personalmente para enviar a la familia Mendes a Palestina en 1938”.
Según Krupp, “puede también afirmarse que las acciones de Pacelli han sido realizadas bajo amenaza de muerte. En un encuentro de emergencia con los cardenales solicitado por el Papa Pío XII el 6 de septiembre de 1943, informó a los purpurados que había firmado una carta de dimisión que se encontraba en su escritorio, y que esperaba ser raptado de un momento a otro”.
“Los cardenales habrían debido hacer las maletas y estar preparados para dejar inmediatamente el Vaticano para pedir ayuda a un Gobierno neutral, desde donde habrían debido elegir a un nuevo Papa. Este encuentro de urgencia tuvo lugar un mes antes del arresto de los judíos de Roma, y el Papa decidió interceder en seguida para salvarles”.
“Este documento no está aún disponible, pero sabemos que existe -declara Krupp. Recientemente hemos obtenido de Alemania la declaración jurada del general Karl Wolff, segundo de Himmler y comandante en Italia, al que Hitler le ordenó proyectar la conquista del Vaticano y el rapto del Papa”.
Krupp afirma que se buscarán testimonios de personas que a menudo desconocen siquiera que fue Pacelli quien salvó sus vida con sus acciones.
Un ejemplo es el envío de judíos a la República Dominicana. “Tenemos el testimonio grabado de monseñor Giovanni Ferrofino, de 97 años, secretario del Nuncio en Puerto Príncipe (Haiti) durante la Segunda Guerra Mundial, que junto al Nuncio actuó personalmente a las órdenes directas de Pío XII dos veces al año para obtener visados para los judíos que llegaban desde Portugal a la República Dominicana”.
“Esta actuación salvó a más de 10.000 judíos, que eran enviados a América con la ayuda de monseñor Ferrofino a través de Cuba, México y Canadá”.
“Esperamos que en estas circunstancias especiales el Yad Vashem actúe para verificar las informaciones que enviaremos. El trabajo consiste ahora en localizar a muchos de estos supervivientes o a sus parientes para que se obtengan declaraciones certificadas”.
“La declaración más importante que podemos realizar es que con la ayuda de muchos amigos hemos encontrado miles de documentos y que no hemos conseguido encontrar siquiera uno negativo”.
“De acuerdo con nuestra misión -– informa la Fundación en su comunicado –, Pave the Way ha comenzado este proyecto de investigación privada con la esperanza de salir de un estancamiento que dura desde hace 46 años y de eliminar este obstáculo que tiene consecuencias sobre mil millones de personas”.
La Fundación Pave the Way quiere eliminar los obstáculos no teológicos entre las religiones y promover gestos históricos a nivel cultural e intelectual para dar a entender a todas las religiones del mundo que el extremismo, la política y las agendas personales no deben envenenar el mensaje positivo común a todos los credos.
Para más información: www.ptwf.org
Una dicesis hondurea repudia el golpe de Estado
Mensaje del Consejo Diocesano de Pastoral de Santa Rosa de CopnSANTA ROSA DE COPÁN, domingo 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El Consejo Diocesano de Pastoral de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, Honduras, ha hecho público, con fecha 1 de julio, un mensaje en el que afirma: "Repudiamos la substancia, la forma y el estilo con que se le ha impuesto al Pueblo un nuevo Jefe de Poder Ejecutivo".
En el mensaje enviado a ZENIT se dice: "La Diócesis de Santa Rosa de Copán, fiel a la misión de anunciar el Reino de Dios y denunciar las situaciones de injusticia, pide a todos los hondureños hacer un profundo esfuerzo por restablecer la Paz Social".
"La inmen sa mayoría de los hondureños no queremos ni confrontaciones callejeras, ni guerras civiles, ni guerras con otros países", añade.
Los firmantes del mensaje exigen "a los grupos que han alterado el orden público que pongan toda su buena voluntad para resolver por la vía del Diálogo la actual crisis producida por la inequidad social en que siempre hemos vivido".
Afirman que "como responsables de la conducción de la Iglesia Católica en el Occidente de Honduras, repudiamos la substancia, la forma y el estilo con que se le ha impuesto al Pueblo un nuevo Jefe de Poder Ejecutivo".
"Si el Presidente José Manuel Zelaya Rosales hubiese cometido algún ilícito –subrayan- tiene derecho a un juicio justo igual de todo ciudadano hondureño y en general todo ser humano. El Art. 84 de la actual Constitución dice textualmente: ‘Nadie pu ede ser arrestado si no en virtud del mandato escrito de Autoridad Competente’".
El Golpe de Estado del 28 de junio, según los firmantes del mensaje, "ha tenido como consecuencia: Reclamos de la ciudadanía en las calles y carreteras, clima de inseguridad y miedo en las familia por limitación de las garantías constitucionales entre ellas: El derecho a la libertad de circulación, liberta de asociación y manifestación, inviolabilidad del domicilio, derecho a la propiedad privada, libertad de prensa y difusión de ideas y opiniones, libertad personal incluso el derecho de no ser detenido administrativamente en sede policial por más de 24 horas y la detención judicial para inquirir, de 6 días, la cual pasaría a detenciones indefinidas".
"Todo lo anterior –añaden- está contenido en el Decreto sobre el ‘Estado de Excepción’ que este primero de Julio se estaba redactando en el Congreso Nacional. Con ello se avecina una masiva violación de los Derechos Humanos".
Al respecto, los firmantes del mensaje repudian en especial: "La forma violenta en que fue silenciada Radio Progreso y otros medios de comunicación; las detenciones ilegales; el destierro de algunos compatriotas; los golpes y heridas sangrantes".
"Como Iglesia Católica que peregrina en el Occidente de Honduras queremos recordar a los 124 Diputados del Partido Liberal y del Partido Nacional, responsable del Golpe de Estado y actualmente en el poder que no son dueños de Honduras y que nadie puede estar por encima de la Ley", afirman.
"Los diputados actuales –añaden- deben recordar que reciben su sueldo de este pueblo que están oprimiendo. Si hubieran reglamentado el plebiscito y el referendum, como sugerimos los Obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras en nuestro comunicado del 19 de junio recién pasado no estaríamos en esta situación. Prefirieron ser fieles a los grupos económicamente fuertes, nacionales y transnacionales. Esperamos que en las próximas elecciones el Pueblo les dé un voto de castigo".
Los firmantes del mensaje recuerdan "a todos en especial a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, el quinto mandamiento que dice: ‘No matarás’ (Ex. 20,13). Este mandamiento prohíbe también los golpes, heridas y toda vejación al ser humano que fue creado a imagen y semejanza de Dios y que es Templo de Espíritu Santo".
Así mismo lamentan "todo acto de violación a la Constitución de la República que se ha venido haciendo hasta ahora por parte de quienes nos han gobernado. Rechazamos toda amenaza e injerencia de países extranjeros en asuntos internos de Honduras".
"Los hondureños queremos Paz. No más mentiras. Queremos que se nos diga la verdad. No más injusticias. Queremos el respeto a la integridad de la persona y a los Derechos Humanos. Queremos vivir en libertad. No queremos represión", subrayan.
Concluyen expresando su voluntad de intensificar su oración por Honduras y exhortando a suplicar "al Señor nos conceda alcanzar la Paz y la bonanza y a nuestra Patrona ‘Santa Rosa de Lima’ que interceda por nosotros".
Por Nieves San Martín
Venezuela: arzobispo de Maracaibo pide que se respete a la poblacin hondurea
Expres su cercana al cardenal Rodrguez MaradiagaMARACAIBO, domingo 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- En Venezuela, el arzobispo de Maracaibo, monseñor Ubaldo Santana pidió que se respeten los derechos de la población hondureña y expresó su acompañamiento al cardenal de Honduras Óscar Rodríguez Maradiaga.
Monseñor Ubaldo Santana, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, manifestó su honda y profunda solidaridad con todo el pueblo hondureño, en los actuales momentos por los que atraviesa debido a esta crisis política y social, para que esta situación no lo divida, ni se cause violencias y maltratos a la población civil.
Así mismo –informa la Agencia CatólicaVenezolana de Noticias (ACVN)-- , el prelado hizo un llamamiento a que se respeten a la población y a la nación hondureña todos sus derechos, contemplados en su Constitución nacional.
De igual manera, envió un mensaje de cercanía fraterna al cardenal Óscar Rodríguez Madariaga, arzobispo de Tegucigalpa en el que expresa su “acompañamiento al cardenal Rodríguez Madariaga, con quien estoy muy hermanado y oramos por la recuperación de la situación en este hermano país, sobre todo porque se respete el estado de derecho, se busque la consolidación de la democracia y se respeten los espacios civiles y que los militares aprendan a ocupar los lugares que les corresponden y atenerse a las funciones propias que la Constitución les otorga”.
Los Cursillos de Cristiandad organizan la IV Ultreya Mundial
Tendr lugar en Los ngeles (Estados Unidos) en agostoLOS ÁNGELES, domingo 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El Movimiento de los Cursillos de Cristiandad celebrará el próximo 1 de agosto en la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos), la
IV Ultreya Mundial, con el tema “La belleza de ser cristiano y la alegría de comunicarlo”.
Esta es la cuarta vez que se realiza este encuentro a nivel mundial, tras los precedentes de Roma (mayo de 1966), México (mayo de 1970), y Roma (julio de 2000).
Este tipo de encuentros (ultreyas), que se realizan habitalmente después de un Cursillo, sirven para animar a los participantes a dar testimonio y a compartir las vivencias, como un “aliento para ir adelante”.
La palabra “Ultreya” (“¡Adelante!”) procede del español antiguo, y la utilizaban los peregrinos de Compostela cuando se encontraban para saludarse y animarse a lo largo del camino.
La exposición principal la llevará a cabo el profesor Guzman Carraquiri Lecour, secretario del
Consejo Pontificio de Laicos.
Antes de este encuentro, que tendrá lugar en el Centro de Convenciones Anaheim, tendrá lugar la reunión del Organismo Mundial, de la Comisión de Revisión de Ideas Fundamentales, y la del Grupo Latinoamericano.
Según un comunicado del Movimiento recibido por Zenit, en la reunión del Grupo Latinamericano se propondrá a Argentina como sede del MCC para los próximos cuatro años.
Durante el encuentro habrá momentos de oración, reunión de grupo, música y baile, y se compartirán vivencias de los distintos países en los que está presente el MCC. La misa estará presidida por el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, asesor episcopal de los Cursillos en el mundo.
Trfico sexual: Una forma de esclavitud que perdura
Un fenmeno que llama la atencin de la Iglesia y organizacionesROMA, domingo, 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El Vaticano y diversas organizaciones de religiosas han trabajado desde hace mucho y de forma activa por parar el tráfico de personas, y un reciente mensaje de apoyo enviado por Benedicto XVI a una conferencia sobre este tema que ha tenido lugar en Roma en junio reiteraba que ésta es una prioridad para la Iglesia.
El pontífice afirmaba que es importante promover "una conciencia renovada del valor inestimable de la vida y un compromiso cada vez más valiente por la defensa de los derechos humanos y la superación de todo tipo de abuso".
Este tema también se ha debatido en Inglaterra. U n comunicado publicado en junio por el Christian Institute explicaba que la ley de vigilancia del crimen del gobierno incluye cambios significativos en la ley respecto a la prostitución en Inglaterra y Gales. Los cambios están dirigidos especialmente contra el problema del tráfico sexual.
Según el comunicado, la propuesta, que todavía espera la votación del Parlamento, contempla que el cliente de servicios sexuales cometerá un delito si el sexo contratado lo es de una prostituta que ha sido sometida por la fuerza, el engaño o las amenazas.
El concepto de fuerza incluirá la coacción por medios psicológicos, que incluyen el aprovecharse de la vulnerabilidad de alguien. El Christian Institute afirmaba que sería un delito de responsabilidad, lo que significa que el cliente podría ser culpable sin importar si conocía o no que la prostituta estaba sometida por fuerza o si intentó descubrir esta situación o no.
El instituto observaba que es imposible saber con exactitud cuántas prostitutas trabajan en el Reino Unido; sin embargo, muchos elevan la cifra a cerca de 80.000. Entre las estimaciones, una del 2008 sugería que más de 18.000 mujeres, incluyendo chica de hasta 14 años, han sido objeto de tráfico con destino a los burdeles del Reino Unido.
Problema global
El 16 de junio, el departamento de estado de Estados Unidos publicaba su "Informe de Tráfico de Personas" para el 2009. En él se decía que el tráfico sexual abarca un parte importante de todo el tráfico de seres humanos.
Se dan diversos modos a través de los cuales se fuerza a las mujeres al comercio sexual, observaba el informe. Puede darse a través de la coacción, el engaño o la esclavitud de una deuda. Con demasiada frecuencia, se fuerza a mujeres y chicas a seguir en la prostitución por medio de una supuesta "deuda", en la que han incurrido por su traslado a un país occidental.
El informe citaba datos de UNICEF, según los cuales más de dos millones de niños son sometidos a prostitución en el mercado sexual mundial.
El departamento de estado observaba que el tráfico sexual tiene consecuencias devastadoras para los menores, incluyendo traumas físicos y psicológicos duraderos y enfermedad. También son comunes las infecciones por enfermedades sexuales, el consumo de drogas y el ostracismo social.
Crimen atroz
Un libro reciente, publicado a principios de este año, examinaba el tema del tráfico sexual de seres humanos desde un punto de vista económico. El libro es "Sex Trafficking: Inside the Business of Modern Slavery" (Tráfico Sexual: Dentro del Negocio de la Esclavitud Moderna) (Columbia University Press), de Siddharth Kara.
Kara fue banquero de inversiones antes de dejar de lado su carrera para implicarse en los esfuerzos por abolir la esclavitud humana.
Aunque desapasionado en su análisis económico del comercio de personas, Kara es claro en su juicio ético sobre el tema: "El tráfico sexual es un crimen atroz contra la humanidad", declaraba al comienzo de su libro.
Kara describía cómo la adquisición de esclavos sexuales se lleva a cabo de diversas formas. Algunos son engañados por falsas promesas, otros son vendidos por sus padres. La seducción es otro método, y algunos son reclutados por antiguos esclavos.
En algunos países, un falso ofrecimiento de matrimonio es una forma común de engañar a mujeres jóvenes que buscan la forma de lograr derechos legales y aceptación social. Los traficant es también se aprovechan de las multitudes confinadas en los campos de refugiados, para quienes cualquier oferta para escapara les parece una alternativa atractiva.
Kara presentaba testimonios, en ocasiones gráficos, de cómo el proceso de convertir a mujeres en esclavas sexuales implica métodos como la violación, la tortura, la humillación y el consumo de drogas. La intención es volver completamente sumisas a las mujeres, y hacerlas por tanto atractivas a los potenciales compradores.
La industria del tráfico sexual, concluye Kara, implica la violación sistemática, la tortura, el avasallamiento y el asesinato de millones de mujeres y niños, sea a través del homicidio, las enfermedades de transmisión sexual o las drogas.
Análisis económico
Kara calculaba que, al año, el número total de individuos con los que se trafica para explotación sexual comercial está entre los 500.000 y los 600.000. Admite que los números exactos son difíciles de establecer. El departamento de estado de Estados Unidos estima el número total de tráfico internacional de personas entre las 600.000 y las 800.000. Este número no incluye a los millones con los que se trafica a nivel interno.
En cuanto a los beneficios obtenidos de todas las formas de esclavitud humana, no sólo la sexual, Kara cita la cifra del departamento de estado norteamericano de 9.500 millones de dólares al año. La Organización Internacional del Trabajo estima que debe acercarse a los 31.700 millones de dólares.
Kara analiza algunas de las estadísticas y ha calculado que en el 2007 la venta de esclavos sexuales a propietarios de burdeles y a chulos generó unas ganancias de cerca de 1.000 millones de dólares, lo que representa aproxima damente unos 1.895 dólares por esclavo. Calculaba que, después de costes, estas ventas han generado aproximadamente unos 600 millones de dólares en beneficios.
A nivel global, estimaba que en el 2008 las ganancias totales generadas por todas las formas de tráfico de seres humanos alcanzaron no menos de 152.000 millones de dólares, con unos beneficios de 91.000 millones de dólares. La forma más rentable de tráfico es la relacionada con la industria sexual. Según Kara, aunque supone sólo el 4,2% de los esclavos del mundo, ha generado el 39% de los beneficios.
Los beneficios generados de esta actividad han atraído a las organizaciones criminales tanto a nivel local como internacional, explicaba. Las mafias internacionales que operan en África, Asia y el Este de Europa colaboran con las organizaciones criminales nacionales y locales para aprovechar los territorios en la explotación de las víctimas.
Cómo podemos explicar un comercio así de vidas humanas, pregunta Kara. Por el lado de la oferta, podemos considerar factores que van desde la pobreza, la anarquía y los conflictos militares hasta los problemas económicos. Además, la transición después de 1989 y la extensión de la integración global también han jugado un papel a la hora de facilitar el tráfico de personas.
Por el lado de la demanda, Kara precisaba que la mayoría de los varones no está de acuerdo con las vulgaridades asociadas con el comercio del sexo. Pero los bajos precios del sexo comercial debido a una mayor oferta ha aumentado las ganancias: "La esclavitud sexual es la versión de máximo beneficio de la prostitución", argumentaba.
Prójimos
El documento "Gaudium et Spes" del Concilio Vaticano II mencionaba el proble ma del tráfico de seres humanos. Los padres conciliares invocaban nuestra obligación de ser prójimos de toda persona y animaba a ayudar a quieres están abandonados o sufriendo.
Abusos como los de la esclavitud humana y la prostitución eran descritos como una violación de la persona humana. Tratar a los seres humanos como "mero instrumento de lucro, sin respeto a la libertad y a la responsabilidad de la persona humana" es una infamia, declaraban, y envenena a la sociedad humana (No. 28).
Más recientemente, Mons. Agostino Marchetto, secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, hablaba en un forum reunido en Viena en febrero del 2008 sobre el tema del tráfico de seres humanos.
No existen soluciones fáciles, admitía. Trata estos abusos de los derechos humanos requiere un acercamiento que no sólo tenga en cuenta el mejor interés de las víctimas, sino también el castigo de quienes se benefician de esto.
También recomendaba la introducción de medidas preventivas como la concienciación pública del problema. Además, es necesario tratar con las causas de raíz de este fenómeno, incluyendo los factores económicos implicados, concluía. Asuntos no sencillos, pero una respuesta acertada afectaría positivamente a millons de vidas que actualmente cuelgan en el vacío.
Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado
El Papa en el ngelus: la sangre de Cristo, esperanza para el hombre
Explica el significado de la antigua fiesta de la Preciossima SangreCIUDAD DEL VATICANO, domingo 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- En un mundo desgarrado por la violencia, la sangre derramada de Cristo es “la prenda del amor fiel de Dios por la humanidad” y fuente de esperanza para todos, afirmó este domingo Benedicto XVI.
El pontífice recordó que en el pasado, “el primer domingo de julio se caracterizaba por la devoción a la Preciosísima Sangre de Cristo”, y centró en este tema su intervención antes de la oración del Ángelus, reflexionando sobre la violencia humana y sobre la respuesta no violenta de Cristo.
En particular, reflexionando sobre el simbolismo de la sangre en la Sagrada Escritura, el Papa explicó que la aspersión con la sangre de animales representaba, en el Antiguo Testamento, la alianza entre Dios y el pueblo, según narra el libro del Éxodo.
Recordando también el pasaje del Génesis en el que afirma que la sangre de Abel, asesinado por su hermano Caín, representa un grito a Dios desde la tierra, el Papa constató que “por desgracia, hoy como ayer, este grito no cesa, porque sigue derramándose sangre humana a causa de la violencia, de la injusticia y del odio”.
“¿Cuándo aprenderán los hombres que la vida es sagrada y pertenece sólo a Dios? ¿Cuándo comprenderán que somos todos hermanos?”, exclamó el Papa.
Sin embargo, afirmó, “al grito por la sang re derramada, que se eleva de tantos lugares de la tierra, Dios risponde con la sangre de su Hijo, que ha entregado su vida por nosotros. Cristo no ha respondido al mal con el mal, sino con el bien, con su amor infinito”.
“La sangre de Cristo es la prenda del amor fiel de Dios por la humanidad”, añadió.
“Mirando las llagas del Crucificado, todo hombre, aun en condiciones de estrema miseria moral, puede decir: Dios no me ha abandonado, me ama, ha dado la vida por mí; y así volver a encontrar la esperanza”, concluyó el Papa.
Benedicto XVI pide que se garantice a todos la seguridad en el trabajo
"Que no se repita una tragedia como la de Viareggio"
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El Papa lanzó hoy un fuerte llamamiento tras el rezo del Ángelus para que accidentes ferroviarios como el que ha tenido lugar estos días en Viareggio (Italia) no vuelvan a repetirse.
La tragedia tuvo lugar en la noche del pasado lunes 29 de junio, en las cercanías de la estación de Viareggio (Lucca, Italia), al descarrilar un tren de mercancías que transportaba una cisterna llena de gas petróleo licuado (GLP) y explotar éste, provocando la muerte de 22 personas. Entre las víctimas hay mujeres y niños.
El Papa se mostr&oa cute; “impresionado” por esta tragedia, y quiso unirse “al dolor de cuantos han perdido seres queridos, han sido heridos o han sufrido daños materiales también graves”.
“Mientras elevo mi ferviente oración a Dios por todas las personas implicadas en la tragedia -añadió el Papa-, auguro que no vuelvan a repetirse accidentes semejantes y que se garantice a todos la seguridad en el trabajo y en el desarrollo de la vida cotidiana”.
“Dios quiera acoger en su paz a los difuntos, conceder una pronta curación a los heridos e infundir consuelo interior a cuantos han sido tocados en sus seres más queridos”, concluyó.
El Papa condena el atentado contra la catedral de Cotabato (Filipinas)
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Este domingo, tras concluir el rezo del Ángelus, el Papa ha condenado duramente el atentado en la catedral de la Inmaculada Concepción en la ciudad de Cotabato, en el sur de las Filipinas, que ha causado 6 muertos y más de 40 heridos.
“Expreso -afirmó el Papa- mi más profunda deploración por el atentado llevado a cabo esta mañana en Cotabato, en Filipinas, donde la explosión de una bomba ante la catedral, durante la celebración de la Misa dominical ha causado algunos muertos y numerosos heridos, entre los que hay mujeres y niños”.
“Mientras rezo a Dios por las víc timas del innoble gesto -añadió-, elevo mi voz para condenar una vez más el recurso a la violencia, que nunca constituye una vía digna para solucionar los problemas existentes”.
La bomba, colocada junto a un almacén fuera de la catedral, explotó durante la Misa celebrada por monseñor Orlando Quevedo, arzobispo de Cotabato.
Según las primeras informaciones, se presume que la responsabilidad del ataque deba atribuirse a los rebeldes del Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), aunque algunos de sus líderes de este grupo extremista niegan toda responsabilidad.
En una entrevista concedida a Radio Vaticano, el rector de la catedral de la Inmaculada Concepción, padre Edwin de Gracia, afirmó que “los datos más evidentes muestran que esto forma parte de la actividad terrorista de algun grupo extremista como Al Qaeda, porque la semana pasada, antes de que es to sucediera, explotó una bomba a 300 metros de la iglesia”.
Benedicto XVI: Cuando aprendern los hombres que la vida es sagrada?
Intervencin con motivo del ngelusCIUDAD DEL VATICANO, domingo 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Oofrecemos a continuación la intervención del Papa hoy, durante el rezo del Ángelus, con los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro.
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Queridos hermanos y hermanas,
En el pasado el primer domingo de julio se caracterizaba por la devoción a la Preciosísima Sangre de Cristo. Algunod de mis venerados predecesores en el siglo pasado la confirmaron, y el beato Juan XXIII con la Carta Apostólica Inde a primis (30 de junio de 1960), explicó su significado y aprobó sus Letanías. El tema de la sangre, unido al del Cordero pascual, es de primordial importancia en la Sagrada Escritura. La aspersión con la sangre de los animales sacrificados representaba y establecía, en el Antiguo Testamento, la alianza entre Dios y el pueblo, como se lee en el libro del Éxodo: “Entonces Moisés tomó la sangre, roció con ella al pueblo y dijo: Ésta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con vosotros, de acuerdo con todas estas palabras” (Ex 24,8).
A esta fórmula se refiere explícitamente Jesús en la Última Cena cuando, ofreciendo el cáliz a los discípulos, dice: “ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados” (Mt 26,28). Y efectivamente, a partir de la flagelación, hasta que le fue atravesado el costado tras la muerte en la cruz, Cristo derram&oacu te; toda su sangre, como verdadero Cordero inmolado para la redención universal. El valor salvífico de su sangre se afirma expresamente en muchos pasajes del Nuevo Testamento. Basta citar, en este Año Sacerdotal, la bella expresión de la Carta a los Hebreos: “Cristo... ha penetrado en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una liberación definitiva. Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de una becerra santifican con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, ¡cuanto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció a si mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto al Dios vivo!” (9,11-14).
Queridos hermanos, está escrito en el Génesis que la sangre de A bel, muerto por el hermano Caín, grita a Dios desde la tierra (cfr 4,10). Y por desgracia, hoy como ayer, este grito no cesa, porque sigue derramándose sangre humana a causa de la violencia, de la injusticia y del odio. ¿Cuándo aprenderán los hombres que la vida es sagrada y pertenece sólo a Dios? ¿Cuándo comprenderán que somos todos hermanos? Al grito por la sangre derramada, que se eleva de tantos lugares de la tierra, Dios risponde con la sangre de su Hijo, que ha entregado su vida por nosotros. Cristo no ha respondido al mal con el mal, sino con el bien, con su amor infinito. La sangre de Cristo es la prenda del amor fiel de Dios por la humanidad. Mirando las llagas del Cricificado, todo hombre, aun en condiciones de estrema miseria moral, puede decir: Dios no me ha abandonado, me ama, ha dado la vida por mí; y así volver a encontrar la esperanza. La Virgen María, que bajo la cuz, junto con el apóstol Juan, recogió el testamento de la sangre de Jesús, nos ayude a redescubrir la inestimable riqueza de esta gracia, a sentir hacia ella íntima y perenne gratitud.
[Después del Ángelus]
En estos días nos ha impresionado la tragedia de Viareggio. Me uno al dolor de cuantos han perdido seres queridos, han sido heridos o han sufrido daños materiales también graves. Mientras elevo mi ferviente oración a Dios por todas las personas implicadas en la tragedia, auguro que no vuelvan a repetirse accidentes semejantes y que se garantice a todos la seguridad en el trabajo y en el desarrollo de la vida cotidiana. Dios quiera acoger en su paz a los difuntos, conceder una pronta curación a los heridos e infundir consuelo interior a cuantos han sido tocados en sus seres más queridos.
Expreso también mi más profunda deploración por el atentado llevado a c abo esta mañana en Cotabato, en Filipinas, donde la explosión de una bomba ante la catedral, durante la celebración de la Misa dominical ha causado algunos muertos y numerosos heridos, entre los que hay mujeres y niños. Mientras rezo a Dios por las víctimas del innoble gesto, elevo mi voz para condenar una vez más el recurso a la violencia, que nunca constituye una vía digna para solucionar los problemas existentes.
El obispo de Bolzano-Bressanone me ha informado que desde el 8 al 12 de julio tendrá lugar en Bressanone el Campeonato Mundial under 18 de Atletismo. Estoy contento de dirigir mi saludo a los organizadores y a todos los jóvenes atletas y de augurar una serena y sana competición, en nombre del genuino espíritu deportivo.
[Traducción del original italiano por Inma Álvarez]
Obispos de Honduras: Edificar desde la Crisis
Comunicado de la Conferencia EpiscopalTEGUCIGALPA, domingo, 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el comunicado de la Conferencia Episcopal de Honduras emitido este sábado por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y presidente de esa Conferencia.
"Edificar desde la Crisis"
Hace apenas tres semanas, en la Asamblea Plenaria de esta Conferencia Episcopal expresamos claramente que la justicia social, el dialogo y las consultas dentro del marco de la ley son necesidades que debían ser reconocidas y respetadas a nuestro pueblo.
Ante la situación de los últimos días, nos remitimos a la información que hemos buscado en las instancias competentes del Estado (la Corte Suprema de Justicia, el Congreso Nacional, el Ministerio Público, el Poder Ejecutivo, Tribunal Supremo Electoral) y muchas organizaciones de sociedad civil.- Todos y cada uno de los documentos que han llegado a nuestras manos, demuestran que las instituciones del Estado democrático hondureño, están en vigencia y que sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho.- Los tres poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, están en vigor legal y democrático de acuerdo a la Constitución de la República de Honduras.
La Constitución de la República y los órganos administradores de justicia del país nos hacen concluir que:
a.) Conforme a lo contemplado en el Artículo 239 de la Constitución de la República "Quien proponga la reforma" de este Artículo, "cesa de inmediato en el desempeño de su cargo y queda inhabilitado por diez años para el ejercicio de toda función pública". Por lo tanto, la persona requerida, cuando fue capturado, ya no se desempeñaba como Presidente de la República.
b.) Con fecha 26 de junio de 2009, la Corte Suprema de Justicia, por unanimidad, nombró un Juez Natural que giró la orden de captura contra el ciudadano Presidente de la República de Honduras, a quien se le supone responsable de los delitos de: CONTRA LA FORMA DE GOBIERNO, TRAICION A LA PATRIA, ABUSO DE AUTORIDAD Y USURPACION DE FUNCIONES en perjuicio de la Administración Pública y del Estado de Honduras, lo anterior a raíz del Requerimiento Fiscal presentado en esa Corte por parte del Ministerio Público.
Aprender de los errores para enmendarlos en el futuro
"Ningún hondureño podrá ser expatriado ni entregado a un Estado extranjero" (Art. 102, Constitución de la República").- Creemos que todos merecemos una explicación de lo acaecido el 28 de junio.
El pasado 19 de junio dijimos que todos somos en mayor o menor medida responsables de una situación de injusticia social.- Sin embargo seguimos creyendo que Honduras ha sido y quiere seguir siendo un pueblo de hermanos, para vivir unidos en la justicia y la paz.
Por eso es necesario que optemos decididamente por escuchar las opiniones de los demás, de tal manera que se pueda entablar un verdadero dialogo entre todos los sectores de la sociedad, para que se pueda llegar a soluciones constructivas.
Es fundamental respetar el calendario del Tribunal Supremo Electoral que garantice las elecciones del próxi mo mes de noviembre.
Es necesario globalizar la solidaridad como un camino que puede ayudarnos a superar la injusticia y la inequidad.- La comunidad internacional, con la información adecuada sobre la situación de nuestro país, puede contribuir a estos propósitos.
Hacemos un llamado especial
A quienes tienen o han tenido en sus manos la conducción del país les invitamos a no dejarse llevar por los egoísmos, la venganza, la persecución, la violencia y la corrupción.- Siempre se pueden buscar caminos de entendimiento y reconciliación, más allá de los intereses partidistas o de grupo.
A los grupos sociales, económicos y políticos, les exhortamos a superar reacciones emotivas y a buscar la verdad.- Hoy más que nunca los comunicadores sociales deben expresar su amor a Honduras buscando la pacificación y serenidad de nuestro pueblo, dejando a un lado los ataques personales y buscando el bien común.
A la población en general los invitamos a continuar en un espacio de participación respetuosa y responsable, entendiendo que todos podemos construir una Honduras más justa y solidaria, con el trabajo honesto.
A la Organización de Estados Americanos pedimos que preste atención a todo lo que venía ocurriendo fuera de la legalidad en Honduras, y no solamente a lo sucedido a partir del 28 de junio recién pasado. También el pueblo hondureño se pregunta por qué no han condenado las amenazas bélicas contra nuestro país.- Si el sistema interamericano se limita a proteger la democracia en las urnas, pero no le da seguimiento a un buen gobierno, a la prevención de las crisis políticas, económicas y sociales, de nada servir&aa cute; el reaccionar tardíamente frente a ellas.
A la comunidad internacional le manifestamos el derecho que tenemos de definir nuestro propio destino sin presiones unilaterales de cualquier tipo, buscando soluciones que promuevan el bien de todos.- Rechazamos amenazas de fuerza o bloqueos de cualquier tipo que solamente hacen sufrir a los más pobres.
Agradecemos entrañablemente a hermanos y hermanas de muchos países, que con sus gestos de solidaridad, con apoyo y cercanía, nos proporcionan horizontes de esperanza en contraste con actitudes amenazantes de algunos gobiernos.
La situación actual puede servirnos para edificar y emprender un nuevo camino, una nueva Honduras.- La confrontación que se está viendo, no debe servir para agudizar la violencia sino como un nuevo punto de partida para el dialogo, el consenso y la reconciliación que nos fortalezcan como familia hondureña, y podamos emprender un camino de desarrollo integral, para todos los hondureños y hondureñas.
Exhortamos al pueblo fiel a intensificar la orachttp://cms.zenit.org/index.php?q=10ión y el ayuno solidario para que reine la justicia y la paz.
Tegucigalpa, MDC 3 de julio de 2009
SIGUEN LAS FIRMAS DE LOS 11 OBISPOS DE LA IGLESIA CATÓLICA EN HONDURAS
ESPIRITUALIDAD
Evangelio del domingo: Entre los pucheros
DOCUMENTACIN
Libertad religiosa y elecciones
Ante la muerte de Michael Jackson
Evangelio del domingo: Entre los pucheros
Por monseor Jess Sanz Montes, ofm, obispo de Huesca y de JacaHUESCA, sábado, 4 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al Evangelio de este domingo (Marcos 6,1-6). XIV del tiempo ordinario, redactado por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, obispo de Huesca y de Jaca.
Entre los pucheros
Hay personas, con tono de añoranza, que afirman que habrían sido muy afortunadas si hubieran podido conocer personalmente a Jesús. Y añaden que su fe sería mucho más fuerte y firme, más contagiosa y misionera, si hubiera sido alimentada por la experiencia incluso física y sensible de haber visto y oído al Se&ntild e;or. Es fácil adivinar lo gratificante que sería para todo cristiano el poder escuchar a Jesús y caminar a su lado y tras Él, como lo hicieron sus inmediatos discípulos, compartiendo sus andanzas, sus signos y milagros. Sería muy gratificante, sí, pero esto no da la fe.
El Evangelio de este domingo nos habla precisamente de cómo Jesús no fue aceptado ni creído por los suyos, por sus paisanos. Allá en la sinagoga de su pueblo, al llegar el sábado la multitud se aprestó a escucharle. Pero se preguntaba con asombro: ¿de dónde saca todo eso que nos dice? ¿pero no es el carpintero, el hijo de la señora María...? Y no le creyeron. Llega a decir el Evangelio que no pudo hacer milagros, por la falta de fe de aquellos oyentes y videntes. Dirá entonces Jesús una frase célebre, que ha pasado al decir popular: nadie es profeta en su tierra, ni en su casa, ni entre su gente.
Lo que hay de fondo en toda esta cuestión, es la cotidianeidad, la sencillez de cada día en la que Dios se ha querido manifestar y revelar. Acaso si el Mesías se hubiera presentado de un modo estrafalario, estrambótico, con mucha parafernalia, a bombo y platillo, con alharaca y tronío..., entonces habrían aceptado su palabra. De hecho así esperaban algunos grupos al Mesías.
La respuesta de Dios entonces y siempre, suele tener ese tono sencillo y cotidiano. Él puede responder en un momento dado a través de lo extraordinario y excepcional, pero suele responder, más bien, en los avatares y personas del cada día. Quienes le esperaban en la prepotencia y notoriedad política, religiosa, terrorista (que para todo había), fueron incapaces de reconocer el Rostro de Dios y su Palabra en Jesús. Santa Teresa lo dirá con su acostumbrado gracejo diciendo que "Dios está entre los pucheros". Y eso es lo que nos dice el Evangelio de este domingo: descubrirle en los entresijos de nuestros días laborables y festivos, el los momentos sublimes o vulgares, en los esperados o sorpresivos. Jesús está mucho más cerca de lo que pensamos, porque también Él es "paisano" nuestro, y camina en nuestras calles, y nos habla en nuestros lenguajes. Pero también hoy, como siempre, sólo los de corazón sencillo y pura mirada, son capaces de reconocer a quien nunca se marchó de nuestro lado.
Libertad religiosa y elecciones
Por monseor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristbal de las CasasSAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, sábado, 4 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas ante las elecciones que tendrán lugar el domingo 5 de julio en la República Mexicana para renovar los cuerpos legislativos, algunas gubernaturas y varias alcaldías.
* * *
VER
La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público de nuestro país, en su artículo 14, indica que "tampoco podrán los ministros de c ulto asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna". El artículo 32 enumera posibles sanciones a quien quebrante esta ley:"apercibimiento, multa de hasta veinte mil días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, clausura temporal o definitiva de un local destinado al culto público, suspensión temporal de derechos de la asociación religiosa, cancelación del registro".
Ningún candidato o partido ofrece una reforma en materia de libertad religiosa; al contrario, algunos quieren endurecer más las leyes para "garantizar" el Estado laico, como si quisieran retornar a la Constitución de 1917, o como si vieran en la Iglesia Católica un poder político que amenaza las libertades de los no católicos. Se ve que no conocen legisl aciones religiosas de otros países más avanzados en democracia. Piensan que libertad religiosa es lo mismo que libertad de culto y de creencias, ya garantizadas en la legislación actual. Su ignorancia religiosa les lleva a pensar que a Dios se le puede reducir al hogar y a la conciencia personal, y encerrarlo en un templo. Su falta de formación en la fe hace ver que no conocen lo que significa nuestra adhesión a Jesucristo, que engloba toda la vida, también la política, la economía, la educación y hasta el deporte.
JUZGAR
Hay una contradicción en nuestras leyes. Por una parte, la misma Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, en su artículo 2, dice que "el Estado mexicano garantiza a favor del individuo, los siguientes derechos y libertades en materia religiosa: ... No ser objeto de discriminación, coacción u hostilidad por causa de su s creencias religiosas... No ser objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa por la manifestación de ideas religiosas". El artículo 9 establece que las Asociaciones Religiosas podrán "propagar su doctrina, siempre que no se contravengan las normas y previsiones de éste y demás ordenamientos aplicables". El artículo 31 del Reglamento de dicha Ley, al dar normas sobre el uso de los medios masivos de comunicación, indica que "no se requerirá de la autorización [de la Secretaría de Gobernación], en tratándose de programas informativos o de opinión sobre aspectos en materia de asuntos religiosos".
¿En qué está la contradicción? La ley actual nos autoriza expresar nuestra opinión en materia de asuntos religiosos; propagar nuestra doctrina; no ser objeto de discriminación por creencias religiosas; no ser objeto de inquisición por la manifestación de ideas religiosas... Pero nuestras creencias incluyen puntos que son atacados por algunos partidos políticos y sus candidatos; los contradicen clara y abiertamente. ¿Ellos sí tienen derecho a destruir valores fundamentales de nuestra fe y hacer campañas en su contra, con el dinero de nuestros impuestos, y nosotros somos discriminados, amenazados y amordazados por defender nuestra fe? ¿Debemos ocultar o disimular nuestra fe, por el miedo de ser sancionados? ¿El cristianismo nada tiene que ver con la política partidista y con el ejercicio del poder público? Quien tal afirme, no conoce lo que es nuestra fe, que engloba toda la existencia, privada y pública, no para imponerla a otros, sino para vivirla con libertad.
El Director General de Asociaciones Religiosas, en su exhorto que nos envió para recordarnos que evitemos hacer proselitismo político, termina diciendo: "Lo anterior, sin menoscabo o perjuicio de los demás derechos y libertades, como la libertad de expresión, garantizados por la Constitución". ¿Cuál libertad de expresión nos reconocen?
ACTUAR
Es tiempo de elegir legisladores y autoridades que sean audaces y libres, que propongan avances en materia de libertad religiosa. ¡No teman a la Iglesia! Los obispos y sacerdotes no ambicionamos el poder político, sino libertad para ofrecer la luz que hemos encontrado en Jesucristo, sin imponerla a nadie.Ante la muerte de Michael Jackson
Por monseor Jos Ignacio Munilla AguirrePALENCIA, sábado, 4 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito monseñor José Ignacio Munilla Aguirre, obispo de Palencia, ante la muerte de Michael Jackson.
De "reyes" y "mendigos"
Recién acontecida la muerte del cantante Michael Jackson, y cuando los medios de comunicación se prodigaban en difundir la noticia con todo tipo de detalles y especulaciones, me encontraba con un grupo de adolescentes que recibían el sacramento de class="style66"la Confirmación. Parecía lógico que aquella noticia tuviese cabida en nuestra conversación, habida cuenta del eco que estaba alcanzando.
No creo que haga falta convencer a nadie del influjo tan notable que pueden llegar a tener las estrellas musicales en nuestro horizonte cultural, moral y espiritual, y especialmente en el caso de los jóvenes. El hecho de que un icono tan destacado de la música moderna, considerado como el "rey del pop", haya llevado una existencia tan contradictoria y concluya sus días de una manera tan dolorosa, nos invitaba a una serena reflexión sobre la fragilidad de los valores de la cultura occidental:
- ¿Sabéis? ¡También yo tenía aproximadamente vuestra misma edad cuando murió Elvis Presley, el "rey del rock"! ¿No os parece mucha casualidad que estas dos "estrellas" hayan muerto de una forma tan similar?
- ¡De casualidad nada! -me respondió uno de aquellos jóvenes-. ¡El mismo Michael Jackson había manifestado que tenía el temor de "terminar como Elvis"!
No está de más añadir que nuestros jóvenes son bastante más lúcidos de pensamiento de lo que muchas veces solemos suponer.
Divorcio entre el gusto estético y el bien moral
El hecho de que la cultura dominante esté tan profundamente marcada por el subjetivismo y el relativismo, contribuye más, si cabe, a que el gusto estético sea entendido como algo puramente arbitrario (¡sobre gustos no hay nada escrito!). Son muchos quienes piensan que sus gustos e inclinaciones musicales nada tien en que ver con los valores de su vida, máxime cuando en muchos casos nos cuesta entender la letra de las canciones.
Lo cierto es que algunos mitos o "iconos" musicales han ejemplificado con sus vidas el inexorable callejón sin salida al que conduce la disociación entre la estética y el bien moral del ser humano. ¿Cómo se compagina el que un artista alcance el cénit de su carrera profesional, al mismo tiempo que crece su grado de desesperanza? ¿Cómo es posible que la opinión pública dirija su admiración hacia unos "reyes" que, en el fondo, no son sino "mendigos" de una felicidad, la cual son incapaces de alcanzar?
La humildad de saberse instrumento
¡Qué difícil es mantenerse en la cumbre de la fama sin corromperse! ¡Qué fácil es caer en la tentación de un endiosamiento que termina por ensombrecer el valor de la obra artística! Posiblemente, una de las tentaciones más frecuentes en el mundo del espectáculo consista en desviar la atención de lo objetivo a lo subjetivo: de la obra musical, al cantante ídolo; del deporte, a la estrella galáctica... terminando por fomentar un culto a la imagen, que anula la conciencia de sabernos "instrumentos" de un misterio de verdad y de bondad que nos precede y nos supera.
La vida y la muerte de Michael Jackson esconden la tragedia de toda una generación incapaz de alcanzar una libertad por la que suspira. ¿Hasta qué punto estam os marcados y condicionados por las heridas generadas por la desestructuración familiar? ¿En qué consiste la libertad: en hacer lo que queramos, o en querer lo que nos corresponde hacer? En última instancia, ¿la felicidad consiste en inventar una realidad a nuestro capricho, o más bien en querer conformar nuestro deseo con la voluntad divina?
Michael Jackson ha sido una "parábola" -y al mismo tiempo una "víctima"- de nuestra época, un "paradigma" del occidente carente de cimientos sólidos, capaz de lo mejor y lo peor, generoso y caprichoso, materialista e idealista... un genio tan contradictorio como nuestra cultura misma.
No sería justo que metiésemos en el mismo saco todas las experiencias de la música moderna. E xisten intentos serios de plasmar un mensaje de esperanza en expresiones musicales innovadoras, como es el caso del conjunto irlandés U2, que actúa estos días en Barcelona. En una reciente entrevista, el solista del grupo, Bono, declaraba que se había inspirado en la arquitectura del maestro Gaudí para crear el escenario de su gira: "Gaudí hacía un lugar donde la gente podía rezar. Y para nosotros la música es una plegaria. A veces es a Dios, a veces es a tu amor, pero siempre una plegaria". En efecto, la clave de un producto musical de calidad no puede estar exclusivamente en el genio del artista, sino también en su propuesta de sentido, además de en la coherencia moral de su vida.
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