ZENIT
El mundo visto desde Roma
Servicio diario - 25 de junio de 2009
La campaa de recaudacin de fondos de 2009 ha terminado.
An estn llegando cheques, por lo que todava no podemos comunicar el resultado final de la campaa. Les informaremos en cuanto el balance final est listo.
Deseamos hacer llegar nuestro profundo agradecimiento a todos los lectores que han enviado su donativo, as como a todos los que nos han mandado mensajes de solidaridad asegurando sus oraciones por el xito de la campaa.
Todo este apoyo nos da fuerzas y nos anima enormemente para seguir adelante en nuestro trabajo.
Puede encontrar el mapa de donativos 2009 en: http://www.zenit.org/donations/spanish/info/map
Todava es posible mandar donativos a travs de: http://www.zenit.org/spanish/donativos.html
SANTA SEDE
La caridad: fuente y mtodo de todo servicio eclesial, dice el Papa
Benedicto XVI pide reconstruir Gaza
El bolo de San Pedro hace posible la caridad del Papa
Benedicto XVI entregar el palio a 34 arzobispos el lunes
MUNDO
Los obispos de los pases del G-8 hacen un llamamiento por los pobres
El presidente de la Conferencia Episcopal de Per pide una Comisin de la Verdad
Los obispos estadounidenses exhortan a respetar los derechos de los trabajadores
La separacin familiar, el efecto de las guerras contemporneas
Abierta oficialmente la Casa de Don Bosco en Tailandia
La Iglesia en Corea del Sur en ayuda de los norcoreanos
Primeros canales de televisin catlicos en Pakistn
DOCUMENTACIN
Benedicto XVI pide no abandonar a los cristianos de Oriente
La caridad: fuente y mtodo de todo servicio eclesial, dice el Papa
En una audiencia a la agencia vaticana de ayuda a la Iglesia orientalCIUDAD DEL VATICANO, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).- La caridad es "la fuente fecunda de todo servicio eclesial, su medida, su método y su verificación", afirmó Benedicto XVI al recibir este jueves en audiencia a los miembros de la Asamblea de la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO).
Benedicto XVI se refirió al Himno a la Caridad de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios para destacar que la caridad "es lo más grande" para los discípulos de Cristo.
El Santo Padre agradeció a los miembros de la ROACO su "deseo de vivir esta caridad" ayudando a la Iglesia en Tierra Santa y en otras regiones orientales.
"Os agradezco de corazón, queridos amigos, lo que estáis haciendo a favor de las comunidades orientales y latinas" presentes en regiones del mundo "donde los hijos del Oriente Católico, con sus pastores, se esfuerzan por construir una convivencia pacífica en unión a los fieles de otras confesiones cristianas y de diversas religiones", señaló.
El pontífice recordó "el gozo de mi reciente peregrinación a Tierra Santa". en su discurso, pronunciado en italiano, francés, inglés y alemán ante unos setenta participantes en la segunda reunión anual de la ROACO, celebrada esta semana en Roma.
"Hubo muchos momentos de gracia, cuando pude alentar y consolar a las comunidades católicas de Tierra Santa, instando a sus miembros a perseverar en su testimonio, testimonio lleno de fidelidad, celebración y a veces gran sufrimiento", rememoró.
"También pude recordar a los cristianos de la región su responsabilidad ecuménica e interreligiosa, en el espíritu del Concilio Vaticano II", continuó.
Y añadió: "Yo renové mi oración y mi llamamiento para que no haya más guerra, más violencia ni más injusticia".
Después aseguró a los asistentes que "la Iglesia universal permanece al lado de todos nuestros hermanos y hermanas que residen en Tierra Santa".
Refiriéndose a la difícil situación económica actual, que amenaza los proyectos de las organizaciones de ayuda, Benedicto XVI agradeció a la ROACO sus esfuerzos adicionales para seleccionar las prioridades y actuar con sobriedad.
Entre las prioridades para ayudar hoy a las Iglesias orientales, destacó la atención a los refugiados y los emigrantes, y la reconstrucción de la Franja de Gaza.
Finalmente destacó la "importancia de la educación del pueblo de Dios, especialmente ahora que acabamos de iniciar el Año sacerdotal".
Benedicto XVI pide reconstruir Gaza
Y garantizar la seguridad de IsraelCIUDAD DEL VATICANO, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI pidió este jueves reconstruir Gaza, tras la guerra de enero pasado, teniendo en cuenta también la seguridad de Israel.
El pontífice recordó la peregrinación que realizó del 8 al 15 de mayo a Tierra Santa al recibir este jueves en el Vaticano a los participantes en la segunda Asamblea anual de la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO).
El Papa constató con satisfacción que ese viaje le dio la oportunidad de vivir "muchos momentos de gracia, en los que pude animar y confortar a las comunidades católicas de Tierra Santa, urgiendo a sus miembros a perseverar en su testimonio -un testimonio lleno de fidelidad, celebración y a veces gran sufrimiento".
"Renuevo mi oración y mi llamamiento para que no haya más guerra ni más violencia ni más injusticia", afirmó.
"Deseo aseguraros que la Iglesia universal permanece al lado de todos nuestros hermanos y hermanas que viven en Tierra Santa".
Esta preocupación, explicó, se refleja de forma especial en la Colecta Anual por Tierra Santa.
El Papa pidió a las organizaciones de ayuda católicas afrontar "la situación de los refugiados y los migrantes, que afectan particularmente a las iglesias orientales".
Asimismo, pidió "la reconstrucción de la Franja de Gaza, que sigue siendo abandonada a sí misma, al mismo tiempo, teniendo en cuenta la legítima preocupación de Israel sobre su seguridad".
"Ante los desafíos sin precedentes de la Iglesia, el servicio de la caridad proporcionará recursos eficaces y seguros de inversión para el presente y el futuro", afirmó.
El bolo de San Pedro hace posible la caridad del Papa
La colecta se celebra el prximo domingo, en vsperas de san Pedro y san PabloCIUDAD DEL VATICANO, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).- En buena parte de las parroquias del mundo, en la misa de este domingo, tendrá lugar la colecta del Óbolo de San Pedro, con motivo del 29 de junio, solemnidad de los santos Pedro y Pablo, Jornada de la Caridad del Papa.
El dinero recogido el Papa no lo destina a los gastos de la Santa Sede, para ello existen otras colectas o ingresos, sino que se dedica a obras de ayuda a favor de los más pobres.
El Óbolo de san Pedro comprende también las contribuciones procedentes de los institutos de vida consagrada, de las sociedades de vida apostólica y de fundaciones, así como de donativos de fieles particulares.
Según los últimos datos disponibles que ha podido ver ZENIT, el Óbolo de San Pedro recogió en el año 2007 casi 80 millones de dólares, mientras que en el año precedente habían sido algo más de cien millones. En los próximos días se harán públicos los datos relativos al año 2008.
La generosidad de los católicos de Estados Unidos, según el informe, ha contribuido en un 28,29% a esta cantidad, en particular, con 18.725.327 dólares.
Siguen después Italia, que ha contribuido con el 13,04% (8.632.171), Alemania con el 6,08% (4.026.308 dólares), España con el 4,10% (2.715.524 dólares), Francia con el 3,68% (2.436.935 dólares), Irlanda con el 3,33% (2.205.917 dólares), Brasil con el 2,18% (1.441.987 dólares), República de Corea con 1,60% (1.055.701 dólares).
En el último año, según ha podido saber ZENIT, estas ayudas han sido destinadas a paliar la situación de poblaciones flageladas por catástrofes naturales (terremotos, inundaciones) o por la violencia (como fue por ejemplo el donativo que el Papa dio a Gaza tras la guerra en enero), a través del Consejo Pontificio "Cor Unum".
El Óbolo de San Pedro ha permitido, además, ayudar a la Ciudad de los Muchachos "Nazaret" de Ruanda, (la "Nazareth Boys Town" de Mbare), que acoge a huérfanos, con frecuencia víctimas del genocidio y la guerra civil.
Asimismo, el Óbolo ha permitido destinar ayudas a través e la Fundación "Populorum Progessio" para los campesinos e indígenas de América Latina, y a través de la Fundación "Juan Pablo II para el Sahel", que apoya proyectos de desarrollo en el África Subsahariana, especialmente donde se da el riesgo de la desertización.
Más información y donativos en:
www.vatican.va/roman_curia/secretariat_state/obolo_spietro/documents/index_sp.htm.
Benedicto XVI entregar el palio a 34 arzobispos el lunes
Signo de comunin con el Papa y de solicitudCIUDAD DEL VATICANO, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI impondrá el palio a 34 arzobispos metropolitanos nombrados en el último año, el próximo lunes en la celebración eucarística de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, en la basílica vaticana.
Los arzobispos llevan esta banda blanca de lana sobre los hombros en representación del Buen Pastor que lleva a hombros el cordero hasta dar la vida, como lo recuerdan las seis cruces negras bordadas en el palio.
El palio tiene la forma de una faja circular que carga sobre los hombros y de la cual penden ante el pecho y en la espalda dos tiras rectangulares, todo de lana blanca, de la que se destacan seis cruces bordadas en seda negra.
Suele adornarse con tres clavos metálicos, que recuerdan los clavos de la Pasión.
La lana de la que están hechos los palios, procede de corderos criados por monjes trapenses de la comunidad de las Tres Fuentes (en las afueras de Roma).
Tras la bendición del Papa, el día de santa Inés (21 de enero) en una capilla del Palacio Apostólico, los corderos son criados por las religiosas benedictinas de la comunidad romana de Santa Cecilia.
El emblema de Santa Inés es un cordero, por la similitud de su nombre en latín "Agnes", con la palabra cordero en latín, agnus.
Cada año, el Martes Santo los corderos son trasquilados y la lana, preparada por las religiosas, es utilizada para la confección del palio.
El palio es un símbolo de comunión con el sucesor de Pedro y de la solicitud que deben tener como pastores que cargan la oveja a sus espaldas.
El palio del Papa es distinto al de los arzobispos.
Los nuevos metropolitanos nombrados en el último año que recibirán el palio son, según informó Radio Vaticano:
-- Monseñor Domingo Díaz Martínez, arzobispo de Tulancingo (México).
-- Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla de Los Ángeles (México).
-- Monseñor Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla (México).
-- Monseñor Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Valencia (España).
-- Mons. Braulio Rodríguez Plaza, de Toledo (España).
-- Monseñor Ismael Rueda Sierra, arzobispo de Bucaramanga (Colombia).
-- Monseñor Manuel Felipe Díaz Sánchez, arzobispo de Calabozo (Venezuela).
-- Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador (El Salvador).
-- Monseñor Sérgio da Rocha, arzobispo de Teresina (Brasil).
-- Monseñor Maurício Grotto de Camargo, arzobispo de Botucatu (Brasil).
-- Monseñor Gil Antônio Moreira, arzobispo de Juiz de Fora (Brasil).
-- Monseñor Orani João Tempesta, arzobispo de San Sebastián de Río de Janeiro (Brasil).
-- Monseñor Allen Henry Vigneron, arzobispo de Detroit (Estados Unidos).
-- Monseñor Thimoty Michael Dolan, arzobispo de Nueva York (Estados Unidos).
-- Monseñor Robert James Carlson, arzobispo de Saint Louis (Estados Unidos).
-- Monseñor George Joseph Lucas, arzobispo de Omaha (Estados Unidos).
-- MonseñorGregory Michael Aymond, arzobispo de Nueva Orleans (Estados Unidos).
- Monseñor Pierre-André Fournier, arzobispo de Rimouski (Canadá).
-- Monseñor Michael Miller, arzobispo de Vancouver (Canadá).
-- Monseñor Giusepppe Betori, arzobispo de Florencia (Italia).
-- Monseñor Salvatore Pappalardo, arzobispo de Siracusa (Italia).
-- Monseñor Domenico Umberto D'Ambrosio, arzobispo de Lecce (Italia).
-- Monseñor Ghaleb Moussa Abdalla Bader, arzobispo de Argel (Argelia).
-- Monseñor Mieczysław Mokrzycki, arzobispo de Lvov de los Latinos en Ucrania.
-- Monseñor Joseph Aké Yapo, arzobispo de Gagnoa (Costa de Marfil).
-- Monseñor Paul Mandla Khumalo, arzobispo de Pretoria (Sudáfrica).
-- Monseñor Marcel Utembi Tapa, arzobispo de Kisangani ( República Democrática del Congo).
-- Monseñor Anicetus Nongso Antonius Sinaga, arzobispo de Medan (Indonesia).
-- Monseñor Philip Naameh, arzobispo de Tamale (Ghana).
-- Monseñor Andrzej Dzięga, arzobispo de Szczecin-Kamień (Polonia).
-- Monseñor Vincent Gerald Nichols, arzobispo de Westminster (Gran Bretaña).
-- Monseñor Philippe Ouédraogo, arzobispo de Ouagadougou (Burkina Faso).
-- Monseñor Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, arzobispo de Bangkok (Tailandia).
-- Monseñor Patabendige Don Albert Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo (Sri Lanka).
Los obispos de los pases del G-8 hacen un llamamiento por los pobres
Envan un mensaje a los lderes polticos del mundoWASHINGTON, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Los presidentes de las Conferencias Episcopales del grupo de ocho naciones más ricas del mundo, conocido como G8, han enviado un mensaje conjunto a los líderes de sus respectivas naciones, pidiéndoles que ayuden a los más afectados por la pobreza y el cambio climático.
La carta, fechada el 22 de junio, se envió a lo jefes de Estado de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, la Federación Rusa, Reino Unido y Estados Unidos. En ella, los obispos subrayan las palabras de Benedicto XVI en favor de los países en vías de desarrollo.
"Irónicamente, los países pobres son los que menso han contribuido a la crisis económica que está afrontando nuestro mundo -afirman-, pero sus vidas y estilos de vida van a sufrir la mayor devastación porque se debaten en los márgenes de la pobreza extrema".
Los prelados piden a sus naciones que asuman su responsabilidad y "promuevan el diálogo con otras economías poderosas para ayudar a prevenir otras crisis económicas".
La carta subraya la importancia del "mantenimiento de la paz, para que los conflictos armados no sigan sustrayendo a los países los recursos que necesitan para su desarrollo".
Los obispos muestran una particular preocupación en el problema del cambio climático, que constituye un riesgo mayor para los países y los pueblos más pobres.
"Proteger a los pobres y al planeta no son asuntos contrapuestos; son prioridades morales para todos los habitantes de este mundo", añaden.
La carta expresa las confianza en que la cumbre del G8 "sea una luz de esperanza para nuestro mundo".
"Preguntándose en primer lugar cómo una política determinada afectará a los más pobres y vulnerables, se puede ayudar a asegurar que se buscará el bien común para todos. Como cualquier familia humana, seremos tan sanos como lo sean sus miembros más débiles".
La cumbre del G8 tendrá lugar entre el 8 y el 10 de julio en L'Aquila, Italia. Como es cada vez más habitual, se celebró una cumbre religiosa paralela a la reunión del G-8 y, por tanto, los líderes eclesiales se reunieron durante dos días la semana pasada.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Per pide una Comisin de la Verdad
Para esclarecer las muertes de policas y nativos en BaguaLIMA, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).-El arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM., junto a varios ministros de Estado, y miembros de los pueblos indígenas amazónicos, participaron en una reunión del Grupo Nacional de Coordinación para el Desarrollo de los Pueblos Amazónicos, celebrada el lunes 22 de junio, en la Sala del Acuerdo Nacional de la Presidencia del Consejo de Ministros.
"En esta reunión, los representantes de los pueblos amazónicos pidieron el levantamiento del Estado de Emergencia y toque de queda en las regiones afectadas. Asimismo, pidieron debatir un Plan de Desarrollo de la Amazonía, pero consultando con los pueblos amazónicos y con enfoque inter-cultural", informa la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal de Perú.
"Por su parte --añade--, los representantes del Estado Peruano reconocieron que la política sobre pueblos amazónicos debería elaborarse con la participación de ellos. Asimismo, anunciaron la creación del Decreto que levanta el Estado de Emergencia y toque de queda".
En su intervención, monseñor Miguel Cabrejos, "resaltó la importancia del levantamiento del Estado de Emergencia y toque de queda en varias zonas de la Amazonía peruana. Asimismo, resaltó la importancia de conformar una Comisión de la Verdad, a pedido de muchos representantes de los pueblos amazónicos, para que se esclarezcan los hechos ocurridos en Bagua, donde murieron policías y nativos".
"Finalmente, los participantes de esta Mesa de Diálogo acordaron instalar el Grupo Nacional de Coordinación que tomará en cuenta la conformación de Mesas de Trabajo Regionales (participación de Gobiernos Regionales, gobiernos locales y representantes regionales y locales de las comunidades indígenas amazónicas). Su próxima reunión será este jueves 25 de junio en la Presidencia del Consejo de Ministros", concluye el comunicado de la Conferencia Episcopal.
Los obispos estadounidenses exhortan a respetar los derechos de los trabajadores
Explican cmo aplicar la Doctrina Social en el lugar de trabajoWASHINGTON, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha difundido un documento en el que ofrece ideas y consejos para crear un adecuado ambiente de trabajo, sobre todo para quienes trabajan en el sector sanitario y deben decidir si se adhieren a un sindicato.
El documento, titulado "Respetar los justos derechos de los trabajadores: guía y opciones para la asistencia sanitaria y los sindicatos católicos", que fue dado a conocer por los obispos este lunes.
Un comunicado de la Conferencia Episcopal refiere que el texto es fruto del esfuerzo cooperativo de los obispos y de los líderes del sector sanitario y de los miembros del movimientos de los trabajadores.
La declaración subraya que los principios del documento "reflejan un consenso único y pionero entre los sindicatos y los trabajadores sanitarios católicos".
Este diálogo, iniciado hace más de diez años, que fue inaugurado por la Conferencia Episcopal para establecer un terreno común sobre "aproximaciones alternativas para poner en práctica las enseñanzas sociales católicas sobre los derechos de los trabajadores para elegir libremente si ser o no representados por los sindicatos".
El cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, que ha conducido el diálogo, afirmó que "aunque tenían perspectivas y puntos de vista distintos en muchos sectores, los participantes compartirán la convicción de que toca a los trabajadores -no a los obispos, a los dirigentes de los hospitales o a los líderes sindicales- decidir cómo se les representará en los lugares de trabajo".
"Este notable diálogo ha producido un acuerdo sin precedentes gracias a los principios de la enseñanza social católica y la calidad de los líderes implicados".
El documento sugiere directrices para los empresarios que proporcionan trabajo y los representantes sindicales para ayudar a los trabajadores a tomar decisiones sin una presión indebida por una u otra parte.
Respeto
El texto recomienda que los sindicatos y os trabajadores firmen un acuerdo sobre los modos específicos en los que querrán "demostrar respeto por la recíproca organización y misión, proporcionar a los trabajadores el mismo acceso a las informaciones de ambas partes y adherirse a los estándares de verdad y equilibrio en sus comunicaciones".
Propone también alcanzar un acuerdo sobre los medios para crear un ambiente libre de presiones, permitiendo a los trabajadores que viten a través de un proceso justo y rápido, respetando la decisión de los trabajadores independientemente del resultado y creando un sistema para reforzar estos principios durante el curso de una campaña de organización.
El obispo William Murphy, presidente del Comité para la Justicia Interna y el Desarrollo Humano, declaró que "esta aproximación depende del diálogo civilizado entre sindicatos y trabajadores que se concentra en cómo se respetará el derecho de decisión de los propios trabajadores".
"Poniendo a los trabajadores en el centro del proceso", añadió, "el grupo ha afirmado el corazón de la doctrina social católica".
El comunicado afirma que estas directrices no vinculan a los obispos, hospitales o sindicatos, sino que se consideran principios consultivos y "alternativas prácticas para los líderes de la asistencia sanitaria y los sindicatos católicos que quieren evitar tensiones y conflictos que a menudo acompañan las campañas de organización".
En Estados Unidos más de 600.000 personas trabajan en alrededor de 600 hospitales católicos.
El cardenal McCarrick afirmó que "dado que la asistencia sanitaria católica es un apostolado y no una industria, el modo en que se trata a los trabajadores y cómo el trabajo trata a la misma asistencia católica no son simples cuestiones internas, sino que deberían reflejar la enseñanza católica sobre el trabajo y sobre los trabajadores, sobre la asistencia sanitaria y sobre el bien común".
La separacin familiar, el efecto de las guerras contemporneas
Segn una encuesta del Comit Internacional de Cruz RojaGINEBRA, jueves, 25 junio 2009 (ZENIT.org).- Las experiencias más habituales y más temidas de los civiles en los países en guerra son los desplazamientos, la separación de los familiares y la falta de acceso a los servicios básicos.
Así lo reveló una encuesta realizada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), "Nuestro mundo. Perspectivas del terreno", publicada para conmemorar el 150 aniversario de la batalla de Solferino, que dio origen al Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Benedicto XVI recordó este viernes la fecha y reconoció que esta institución constituye "un importante baluarte de humanidad y de solidaridad en tantos contextos de guerra y de conflicto, como también en muchas situaciones de emergencia".
El 56% de las personas afectadas directamente por conflictos armados han tenido que desplazarse, más de la mitad han perdido el contacto con familiares y una de cada cinco ha perdido los medios de subsistencia, indica la encuesta presentada por el CICR.
La encuesta revela que más de la mitad de los civiles entrevistados en ocho países en guerra (Afganistán, Colombia, Georgia, Haití, Líbano, Liberia, Filipinas y República Democrática del Congo) han sido desalojados a causa de los conflictos en sus países.
Pierre Krähenbühl, director de operaciones del CICR, dijo que los entrevistados representan a millones de personas que luchan por los propios hijos, que han sido obligadas a dejar las propias aldeas bajo amenaza, o que viven en el miedo constante de que cualquiera a quien aprecian pueda ser asesinado, agredido o que pueda desaparecer.
Según la encuesta, el 66% de los entrevistados han padecido los efectos de la guerra, mientras que el 56% ha tenido que abandonar el lugar en que vivían y en la mayor parte han perdido el contacto con sus seres queridos.
En todos los países examinados, además, los conflictos han limitado, si no hecho imposible, el acceso al agua, al alimento, a la electricidad, a la asistencia sanitaria. También respecto a la ayuda humanitaria internacional hay escepticismo entre los entrevistados: el 59% piensa que la corrupción impide ayudas eficaces.
Cruz Roja fue fundada después de la batalla de Solferino el 24 de junio de 1859. En aquella batalla murieron cerca de 40.000 soldados y hubo un solo civil muerto.
"Si la comparamos con los conflictos modernos, los Solferino de nuestros días --dijo Krahenbuhl--, descubrimos que hoy la guerra influye física y psicológicamente mucho más sobre los civiles. Esto comporta la necesidad de obligar a las partes a un mayor respeto a los derechos humanos y a las leyes de guerra".
Por Nieves San Martín
Abierta oficialmente la Casa de Don Bosco en Tailandia
Centro de formacin profesional y educacin para jvenesCHIANG MAI, jueves, 25 junio 2009 (ZENIT.org).- El 21 de junio pasado, el obispo de la diócesis de Chiang Mai, Tailandia, Xavier Francis Vira Arpondratana, el obispo emérito, Joseph Sanwan Surasarang, 16 sacerdotes y 700 personas celebraron oficialmente la apertura de la Casa "Don Bosco".
La Casa "Don Bosco" de Chiang Mai, fundada en 2006, está ubicada en un área de poco menos de una hectárea. Es un centro de educación para jóvenes, creado con el objetivo de ayudarlos a continuar un programa educativo por medio de un aprendizaje de tres años. Está situada en la tribu de las colinas y en el grupo étnico de Tailandia, informa la Agencia de Noticias Salesiana.
Los jóvenes tendrán así la oportunidad de acceder a conocimientos y competencias para estar capacitados para afrontar la vida, logrando sostener el peso de su familia y vivir con espíritu de dignidad en su sociedad y seguir su actividad religiosa.
Actualmente la Casa "Don Bosco" de Chiang Mai cuenta con tres dormitorios para jóvenes (cada uno puede acoger a 20-25 personas), con sus respectivos servicios, dos lavanderías, una estructura para la cocina y el refectorio, una librería, una sala para el estudio, un campo de futbol, uno de baloncesto, una capilla y otros ambientes.
La Casa "Don Bosco", que puede acoger aproximadamente a un centenar de jóvenes, hoy tiene 70 jóvenes, a los que se suman otros siete que están haciendo un camino vocacional.
Todo ellos vienen de las tribus de las colinas y de los grupos étnicos que incluyen el Pagayor, el Arkha, el Yao, el Lahoo, el Mong y las poblaciones locales.
Los jóvenes aprenden, por medio del canto gospel, a recibir la evangelización y la dirección espiritual de los salesianos. "Son animados a crecer física, intelectual y moralmente como personas plenas. Son educados y formados en los principios de la amabilidad en los sentimientos, de la razón como buenos cristianos como enseña el sistema preventivo de Don Bosco", indica ANS.
Al final de la celebración monseñor Arpondratana expresó su gratitud a quienes han ayudado a construir la Casa "Don Bosco".
La Iglesia en Corea del Sur en ayuda de los norcoreanos
Ante la grave crisis que puede estallar en el NorteANSONG, jueves, 25 junio 2009 (ZENIT.org).- Sobre el tema "La Iglesia frente a una Corea del Norte en movimiento", se ha celebrado un seminario, que ha reunido a unos 250 religiosos y laicos, el pasado 18 de junio en el centro gubernamental de Hanawon (la casa de la unión), en Ansong, provincia de Kyonggi, Corea del Sur.
El Comité para la reconciliación del pueblo coreano de la Conferencia Episcopal de Corea (CBCK) ha querido así marcar los diez años de la fundación de este centro de reinserción para los refugiados norcoreanos, según informa VietCatholic News.
Hanawon, que funciona bajo el patrocinio del Ministerio de la Unificación, tiene como tarea ayudar a los refugiados norcoreanos a adaptarse a la vida en Corea del Sur, iniciándoles en los principios democráticos, en el sistema económico y en el funcionamiento de la sociedad surcoreana.
You Mi-Ryang, que dirige el centro de rehabilitación, hizo el elogio del apoyo aportado por la Iglesia Católica a los refugiados. "Desde hace años, la Iglesia Católica ayuda a los refugiados norcoreanos tanto psicológicamente como materialmente", recordó, evocando entre otros, el programa "home-stay" que, desde 2005, propone a los refugiados pasar dos días y una noche en una familia surcoreana.
En el seminario, Martin Lim Kang-taeg, decano de los investigadores del Instituto de Corea para la reunificación nacional y miembro del Comité para la reconciliación, declaró que los acontecimientos actuales en Corea del Norte podrían tener repercusiones muy rápidas en Corea del Sur.
Desde abril último, la República Popular Democrática de Corea está efectuando provocaciones cada vez más belicistas, declarando no estar ya ligada por el armisticio de 1953, que puso fin a la guerra de Corea, con el lanzamiento de un cohete de largo alcance, ensayos nucleares y tiros de misiles.
Para Lim Kang-taeg, estos acontecimientos, sin contar el hecho de que el "querido líder" habría designado como sucesor a su hijo más joven, Kim Jong-un, no serían sino tentativas para enmascarar la incapacidad del régimen totalitario de gestionar su grave crisis interna. Si no lo consigue, explica, la economía podría colapsarse, obligando a centenares de miles de norcoreanos hambrientos a huir del país. "Los acontecimientos pueden sobrepasar lo que imaginamos, y debemos prepararnos antes de que sea demasiado tarde. Y por esto la Iglesia debe formar a sacerdotes y voluntarios para responder a las necesidades de los refugiados norcoreanos", señaló el investigador que piensa también que la Iglesia debe preparar desde ahora infraestructuras para alojar a los refugiados y empezar a recoger fondos.
Según el Programa Alimentario Mundial de la ONU, ya está en curso un drama humanitario en Corea del Norte que la crisis política y las sanciones internacionales corren el riesgo de ocultar y agravar. Tras varias malas cosechas, al menos 8,7 millones de personas (el 40% de la población) necesita ayuda alimentaria.
Durante la misa celebrada en Hanawon, monseñor Lucas Kim Woon-hoe, obispo auxiliar de Seúl y presidente del Comité para la Reconciliación, lanzó un mensaje de perseverancia: "Nadie sabe cuando llegará el tiempo de la reunificación del Norte y el Sur. Tenemos pues que prepararnos para ese día desde ahora, aunque las Coreas del Norte y el Sur sean enemigas y el camino hacia la reunificación (...) parezca bien imposible en este momento".
Todos los años, el 25 de junio, día que marca el fin de la guerra de 1950-53, la Iglesia de Corea del Sur reza "por la reconciliación y la unidad del pueblo coreano".
El marzo último, la archidiócesis de Seúl aceptó a cinco seminaristas que pidieron consagrarse al servicio de los norcoreanos. En siete años, tras su formación al sacerdocio, serán ordenados para la diócesis de Pyongyang, una jurisdicción eclesiástica que no existe por el momento sino virtualmente y cuyo administrador apostólico es el cardenal Nicholas Cheong Jin-suk, arzobispo de Seúl.
Al final de la guerra civil en 1953, las tres jurisdicciones eclesiásticas de la actual Corea del Norte y la comunidad católica que dependía de ellas fueron aniquiladas. El Papa nombró entonces administradores apostólicos surcoreanos "sedi vacanti et ad nutum Sanctae Desi" (sedes vacantes bajo la administración de obispos externos nombrados por Roma).
Hoy día, no hay ni sacerdotes ni instituciones eclesiásticas en Corea del Norte pero numerosos religiosos y sacerdotes esperan poder ser enviados allí en misión, como la Asociación de sacerdotes de la diócesis de Pyongyang, que cuenta con unos treinta miembros, veinte originarios del Norte y diez nacidos en Corea del Sur de padres originarios del Norte.
Por Nieves San Martín
Primeros canales de televisin catlicos en Pakistn
Por cable e internetLAHORE, Pakistán, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Los primeros canales de televisión católicos de Pakistán han cosechado "buenos resultados en poco tiempo", según el arzobispo de Lahore y presidente del Centro Nacional para las Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal paquistaní, monseñor Lawrence Saldanha.
Las autoridades del país no han concedido ninguna licencia ni a radios, ni a televisiones ni a servicios de noticias cristianos, y la televisión pública reserva a los cristianos sólo dos espacios de treinta minutos al año, en Navidad y Semana Santa.
En este contexto, Catholic TV, un canal católico fundado y dirigido por el padre capuchino Morris Jalal en su parroquia de San Francisco, ha conseguido un "logro destacable", según monseñor Saldanha.
"Aunque esta iniciativa de comunicación cuenta con recursos limitados, es una buena manera de llegar no sólo a los feligreses sino al gran público", ha declarado a la agencia UCANews.
También el padre Jalal considera positiva la capacidad de los medios de comunicación electrónicos para llegar a gran variedad de personas, ya que así "pueden ayudar a construir y reforzar una sociedad pacífica y tolerante".
Catholic TV ofrece una programación basada en películas cristianas, documentales sobre las actividades de las parroquias de la archidiócesis de Lahore, talk shows, entrevistas, música religiosa, concursos bíblicos, la Misa dominical y la oración del rosario.
Puede verse a un radio de 10 kilómetros de la parroquia San Francisco, situada en el centro de Lahore, un área en la que se estima que viven unas ocho mil familias católicas.
Cuenta con un equipo de once jóvenes y utiliza algunas dependencias de la parroquia como estudio y sala de edición, todo ello autofinanciado por la propia parroquia.
El Centro catequético de la archidiócesis de Karachi lanzó otro canal católico, Good News TV, el pasado 21 de febrero.
La Iglesia en Pakistán también ha recibido con alegría y satisfacción este canal por internet impulsado por el director del centro catequético, el padre Arthur Charles.
Este sacerdote proyecta ampliar la iniciativa con una red llamada Media for Jesus, que incluya en el futuro también una emisora de radio y un canal de televisión por satélite.
Los fondos están llegando a través de benefactores y publicidad. El obispo de Karachi, monseñor Evarist Pinto, ha ofrecido ya un aporte en nombre de la diócesis.
"La Iglesia debe utilizar los medios de comunicación para difundir el Evangelio, así como para la educación y la formación de los jóvenes", declaró el padre Charles a la agencia Fides.
"En el mundo de hoy la comunicación es incesante: somos bombardeados por la televisión, los SMS, los mensajes de correo electrónico... En esta aldea global debe existir una fuerte presencia católica que anuncie la Palabra de Dios", prosiguió el sacerdote.
El padre Charles destacó la importancia que Benedicto XVI ha otorgado a la difusión de sus mensajes mediante las nuevas tecnologías, como muestra por ejemplo la creación de un canal vaticano en Youtube.
"Me he sentido en perfecta sintonía con el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales, cuando afirma que las tecnologías digitales son un don para la humanidad que pueden servir para difundir la solidaridad y comprensión entre las personas y los pueblos", destacó.
El sacerdote está convencido de que la Iglesia necesita una red de medios para aumentar el conocimiento de la fe, tanto entre los fieles como ante quienes no conocen el cristianismo.
Por Patricia Navas
Benedicto XVI pide no abandonar a los cristianos de Oriente
Discurso a la ROACOCIUDAD DEL VATICANO, jueves 25 de junio de 2009 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso del Papa a los participantes en la segunda Asamblea anual de la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO), al recibirles hoy en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
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Señor cardenal,
venerados hermanos en el Episcopado y en el Sacerdocio,
queridos miembros y amigos de la ROACO,
1. Es para mí una feliz costumbre acogeros al concluir la segunda sesión anual de la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales. Agradezco al señor cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, por las amables expresiones que me ha dirigido en nombre de todos. Las devuelvo con un cordial saludo, que extiendo gustoso al arzobispo secretario, monseñor Cyril Vasil', y al subsecretario recientemente nombrados, y a los demás colaboradores del Dicasterio. Saludo a los excelentísimos prelados y al Custodio de Tierra Santa aquí reunidos con los Representantes de las Agencia Católicas Internacionales y de laBethlehem University y el cardenal John Patrick Foley. Os agradezco de corazón, queridos amigos, por cuanto estáis haciendo a favor de las comunidades orientales y latinas presentes en los territorios confiados a esta Congregación y en las demás regiones del mundo, donde los hijos del Oriente católico, con sus pastores, es esfuerzan en construir una convivencia pacífica junto con los fieles de otras confesiones cristianas y de diversas religiones.
2. Con la ya cercana fiesta de San Pedro y San Pablo, el Año dedicado al Apóstol de los Gentiles por el bimilenario de su nacimiento llega a su conclusión. Conquistado por Cristo y arrebatado por el Espíritu Santo, fue un testigo privilegiado del misterio del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús. Su palabra inspirada y su testimonio confirmado por el don supremo del martirio, constituyen un elogio incomparable de la caridad cristiana y son de gran actualidad. Me refiero en particular al Himno de la Caridad de la Primera Carta a los Corintios (1 Corintios 13). De la boca de Pablo de Tarso, la Palabra de Dios nos indica sin equivocación qué "es lo más grande" para los discípulos de Cristo: la caridad. Ella es la fuente fecunda de todo servicio eclesial, su medida, su método y su comprobación. Por vuestra adhesión a la ROACO, deseáis vivir esta caridad, ofreciendo particularmente vuestra disponibilidad al Obispo de Roma a través de la Congregación para las Iglesias Orientales. De esta forma continuará e incluso se ampliará "el movimiento de la caridad que, en nombre del Papa, la Congregación supervisa a fin de que, de forma ordenada y equitativa, Tierra Santa y otras regiones orientales revivan el apoyo espiritual y material necesario para afrontar la vida eclesial ordinaria y las necesidades particulares" (Discurso a la Congregación para las Iglesias Orientales, 9 de junio de 2007).
3. El encuentro de hoy renueva el gozo de mi reciente peregrinación a Tierra Santa. Al respecto renuevo mi gratitud al patriarca latino de Jerusalén, al representante papal para Israel y los Territorios Palestinos, al padre custodio y a todos aquellos que han ayudado a hacer fructífera mi peregrinación. Además hubo muchos momentos de gracia, en los que pude animar y confortar a las comunidades católicas de Tierra Santa, urgiendo a sus miembros a perseverar en su testimonio -un testimonio lleno de fidelidad, celebración y a veces gran sufrimiento. Pude también recordar a los cristianos de la región su responsabilidad ecuménica e interreligiosa, desde el espíritu del Concilio Vaticano II. Renuevo mi oración y mi llamamiento para que no haya más guerra ni más violencia ni más injusticia. Deseo aseguraros que la Iglesia universal permanece al lado de todos nuestros hermanos y hermanas que viven en Tierra Santa. Esta preocupación se refleja de forma especial en la Colecta Anual por Tierra Santa. Además exhorto a vuestras agencias de la ROACO a que continúen sus actividades caritativas con celo y con fidelidad al Sucesor de Pedro.
4. Queridos amigos de la ROACO, con especial reconocimiento por vuestro trabajo, me uno a todos ante esta difícil situación económica, que corre el riesgo de afectar e incluso detener el servicio caritativo eclesial ya iniciado y los proyectos para el futuro de las organizaciones benéficas. Quisiera aprovechar esta oportunidad para agradeceros, así como el alivio que supone, el esfuerzo adicional para conocer las prioridades evidentes. Con un espíritu de fe, así como con el análisis de los expertos y con la necesaria sobriedad se pueden tomar las decisiones adecuadas y abordar la situación actual de manera efectiva, por ejemplo, la situación de los refugiados y los migrantes, que afectan particularmente a las iglesias orientales, y la reconstrucción de la Franja de Gaza, que sigue siendo abandonada a sí misma, al mismo tiempo, teniendo en cuenta la legítima preocupación de Israel sobre su seguridad. Ante los desafíos sin precedentes de la Iglesia, el servicio de la caridad proporcionará recursos eficaces y seguros de inversión para el presente y el futuro.
5. Queridos amigos, en muchas ocasiones he subrayado la importancia de la educación del Pueblo de Dios, y más aún ahora, que acabamos de empezar el Año Sacerdotal, me urge recomendaros que consideréis con el máximo favor el cuidado de los sacerdotes y el apoyo a los seminarios. Cuando, el pasado viernes, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, inauguré este singular año jubilar, confié la Corazón de Cristo y de la Madre Inmaculada a todos los sacerdotes del mundo, con un pensamiento especial por aquellos que tanto en Oriente como en Occidente están viviendo momentos de dificultad y de prueba. Aprovecho esta ocasión para pediros también a vosotros que recéis por los presbíteros. Os pido que sigáis apoyándome también a mí, Sucesor del apóstol Pedro, para que pueda llevar plenamente a cabo mi misión al servicio de la Iglesia universal. Gracias una vez más por el trabajo que estáis realizando: que Dios os lo recompense abundantemente. Co estos sentimientos, os imparto a cada uno de vosotros, a vuestros seres queridos, a las comunidades y a las agencias que representáis, la confortadora Bendición Apostólica.
[Traducción de varios idiomas por Inma Álvarez
[© Copyright 2009 - Libreria Editrice Vaticana]
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